"Comercio y Servicios: La reconversión silenciosa."

Comercio y Servicios: La reconversión silenciosa. MAGAZINE MDT - 17/12/2001 14:50 por Ec. María Dolores Benavente

Los últimos años han sido testigos de una reconversión sectorial que no se ha desarrollado con grandes manifestaciones: la reconversión del comercio y los servicios, la reconversión silenciosa.

En todos estos años, y más allá de los ciclos de crecimiento y receso vividos, interesa destacar el esfuerzo de reconversión que encaró el sector privado en su conjunto y que se refleja, entre otros indicadores, en el aumento de la productividad: en los últimos 5 años, el Producto creció un 4% y el empleo cayo un 10%, con lo que la productividad se incrementó en un 16%.

A su vez, resulta interesante mencionar que el crecimiento de la economía y la productividad implicó una severa reconversión de la mayor parte de los sectores de actividad.

En particular, mucho se ha hablado de la reconversión industrial y diversas mediadas oficiales han tratado de minimizar los costos económicos y sociales de la misma, a través de rebajas impositivas especiales tanto en el uso de la mano de obra, como en el de capital. Otro tanto ha ocurrido y continúa ocurriendo en el sector agropecuario.

Conforme esta reestructura se fue dando, naturalmente, la economía se ha ido volcando hacia sectores de mayor valor agregado siguiendo una tendencia que se repite en las naciones más desarrolladas.

Por su parte, en Uruguay, con relación a la producción, mientras el Producto Bruto Interno [P.B.I.] creció entre 1990 y 2001, 33% en términos reales, la Industria Manufacturera cayó en un 9%, el sector Agropecuario creció un 22% y el sector Comercio 55%. siempre considerando el mismo período.

Como consecuencia de estos comportamientos, el sector Agropecuario mantuvo prácticamente incambiada su participación en el P.B.I., en torno al 10-11%, la Industria Manufacturera bajó su participación de 26% a 18% y el sector Comercio subió de 11% a 13%.

Cabe aclarar que el porcentaje recién mencionado del sector Comercio incluye a Restaurantes y Hoteles pero deja de lado muchas actividades del sector Servicios, cuyos intereses y aspiraciones también son objeto de nuestra preocupación. Sin embargo, por la forma en que el Banco Central del Uruguay difunde las cifras respectivas es imposible separar los servicios en públicos y privados. Es por esta razón que el sector Comercio aparece aportando tan sólo el 13% del producto, cuando el sector terciario [comercio y servicios no financieros privados] participa con más de un 40% del P.B.I. uruguayo, y si además se incluye al sector financiero, la participación asciende a 52%.

En lo que respecta al mercado de trabajo, el sector Comercio emplea más del 21% del total de la población ocupada en Montevideo y de 22,9% en el Interior Urbano. Mientras tanto, para la Industria Manufacturera dicho porcentaje es de 14,5% en Montevideo y de 16,2% en el Interior Urbano.

Por otra parte, en Montevideo, la Industria Manufacturera explica sólo el 19,7% del actual desempleo en Montevideo y apenas el 11.9% en el interior, mientras que el Comercio explica el 23,1% u el 23,5% del desempleo actual en Montevideo e Interior respectivamente. Este aumento del desempleo en el sector Comercio es explicado en primera instancia por el aumento de la oferta de mano de obra en el sector como consecuencia de su liberación en el sector manufacturero, protagonista éste de una importante reestructura.

El que esta reestructura no haya tenido consecuencias sobre el nivel total de desempleo se debe, en buena medida a que el sector terciario absorbió sin demasiados traumas a esa masa trabajadora.

En segunda instancia, es el propio sector Comercio que enfrenta hoy por hoy una importante reconversión, La gestión de las firmas se racionaliza y los costos se minimizan, lo que tiene un efecto negativo sobre el empleo. En el Interior Urbano la historia se repite.

Como lo evidencian las cifras mencionadas, el sector Comercio y Servicios ha sido en la última década, uno de los sectores más dinámicos en cuanto a producción y ocupación.

Sin embargo, este hecho no ha sido tenido en cuenta por las autoridades, a lo largo de prácticamente todo la historia económica reciente. El Comercio no recibe ayuda financiera ante imprevistos que afecten sus ventas como sí lo hace el sector Agropecuario, la reconversión del Comercio y su efecto sobre el empleo no han sido objeto de ningún plan específico del gobierno, como sí lo ha sido en el sector Manufacturero. Los bienes de capital no cuentan con exoneración cuando son importados por el comercio, la reducción de aportes patronales no alcanzó al Comercio en las recientes rebajas.

Posiblemente, sea necesario darnos cuenta de que toda vez que se promociona a un sector, se está penalizando a otro ya que los recursos son limitados y que nuevamente, en el país hay dos realidades diferentes según dónde se ubiquen los recursos.

Sobre este tema, volveremos en próximas notas.

Ec. María Dolores Benavente

Asesor Económico de la Cámara Nacional de Comercio. Vicepresidente de República Afap. Directivo de la Academia Nacional de Economía.

Fuente: Mercado de Trabajo

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