CAFECITO HUMEANTE. Cabrales emplea a 320 personas y facturó en el 2000 unos 60 millones de dólares. En Argentina el consumo per cápita de café es de 900g . Exportan café, té y yerba mate a Uruguay y están incursionando en Europa del Este y Chile. |
Esta es una empresa que tiene 60 años. Es una compañía que nace en Mar del
Plata, con proyección nacional. Yo soy la tercera generación y dentro del
directorio y en la toma de decisiones conviven la segunda y la tercer generación:
mis padres, mis tíos y mis hermanos.
Lo más difícil es profesionalizar la empresa. Por más que sea
una empresa 100% familiar es imposible lograr el desarrollo y el crecimiento
de la organización sin la ayuda de tus colaboradores y de terceros.
No sólo tienen que ser los colaboradores profesionales sino que los Cabrales
que están en la toma de decisiones también se tienen que profesionalizar. El
hecho de portar un apellido no te hace inmediatamente capaz para
manejar una empresa.
Todos los días es un desafío. Primero, saberse rodear de gente capaz
y segundo, capacitarse.
Profesionalizarse no tiene que ver con la formación académica. Profesional
tiene que ser desde el presidente hasta el que cuida la puerta. No pasa por
una capacitación terciaria, universitaria ni por la cantidad de cursos que
hagas sino por realizar bien tu trabajo. Asumiendo responsabilidades,
sabiendo distribuir las funciones. No pasa porque ahora se estudia más
y antes se estudiaba menos.
Por más que el paquete accionario esté en manos de la familia, la empresa
tiene que dejar de ser de la familia y pasar a ser de la comunidad.
Cabrales no puede dedicarse sólo a vender. Tiene que brindar servicios hacia
la comunidad. La empresa tiene que suplir ciertas carencias que el
Estado no puede brindar. Tiene que dar parte de lo que gana a la
comunidad: escuelas y espacios culturales. Dentro de los locales en Mar del
Plata tenemos una galería de pintura donde exponen los pintores jóvenes. La
Fundación Cabrales ayuda a los chicos que estudian, a los hijos de nuestros
colaboradores. No se trata sólo de fabricar y vender un producto, hay que
contemplar el aspecto social de la empresa y hacer algo en
consecuencia.
Una empresa instalada dentro de una comunidad, sobre todo dentro de una ciudad
chica del interior del país, en lo primero que ayuda es en brindar puestos de
trabajo. Nosotros hemos incorporado gente porque hemos abierto nuevas líneas
de producción.
El aspecto más complicado de una empresa familiar es el tema afectivo.
En algunas áreas se confunde el rol de lo afectivo, lo familiar
con el trabajo.
El grave problema de las empresas familiares es cuando se trata el problema una
vez que existe. Todos los problemas deben hablarse antes. Cuando se
presenta el problema concreto y tiene nombre y apellido es difícil
resolverlo. Es muy importante la reunión familiar en la que se pueden preveer
los casos. Disponer casos hipotéticos. Por ejemplo, la cuarta generación va
a tener que ser más profesional que la tercera. Entonces, mis sobrinos y mis
hijos deberán tener título universitario y experiencia laboral.
Si vos planteás hoy el problema y lo dejás resuelto, cuando el problema se
plantee concretamente va a ser más fácil de resolver.
Cualquiera de la familia puede decidir no ingresar en la empresa. Nadie te obliga
a entrar en una empresa familiar. Si un hijo mío o un sobrino mío quiere ser
pintor o violinista yo voy a estar feliz.
En el caso de la segunda y la tercera generación prácticamente nos criamos
con el tema del café. Antes, sobre todo, cuando la empresa era más chica, se
hablaba del café todo el tiempo. Era difícil separar la vida familiar
de la empresa. Pero si uno se quiere dedicar a otra cosa no hay
inconvenientes.
Ser parte de la tercera generación no pesa. Más que nada todos los días
tenés que establecer un compromiso para que el éxito siga. La segunda
generación fue muy exitosa y el compromiso de la tercera generación
es conservar ese éxito.
Todos los días evitamos el famoso mito que dice: "la primera
generación funda una empresa, la segunda se hace rica y la tercera la
funde". Hoy por hoy la tercera generación es muy joven. La manera de evitar
hacer mal las cosas es trabajando mucho, imitando a la generación anterior y escuchando
mucho lo que dicen nuestros padres y tíos. Para ser profesional hay que hacer
cada una de las tareas con conciencia y de la mejor forma posible.
Obviamente te equivocás todo el tiempo pero eso forma parte del
trabajo. Lo importante es seguir trabajando sobre el error y
transformarlo en un éxito.
NOMBRE: Martín Cabrales
CARGO: Director de Cabrales
EDAD: 39
FORMACION: abogado
INSTITUCION: UCA
OTROS EMPRENDIMIENTOS: criadero de ganado en General Pirán, una
localidad a 100 kms de Mar del Plata
LECTURA ACTUAL: El atroz encanto de ser argentino (Aguinis)
DEPORTES: golf
CLUB: Mar del Plata Golf Club
ENTREVISTA DE: PILAR FERREYRA