Comunicación
Internacional Sencilla

Observa las siguientes palabras:

Las entiendes a la perfección porque són palabras castellanas. Pero también lo son —con pequeñas diferencias de ortografía— inglesas, francesas e italianas. Siendo inglesas, francesas, italianas y españolas, pueden tenerse por internacionales. De hecho, fueron tomadas al azar de las primeras páginas del diccionario de Interlingua, donde se encuentran junto con más de 25.000 palabras similares.

Interlingua es el nombre dado por una corporación llamada I. A. L. A. a la compilación —publicada en 1951— de la mayor parte de los elementos comunes de las lenguas de la civilización occidental.

Cómo fue creada Interlingua

La Asociación para un Lenguaje Auxiliar Internacional (I. A. L. A.) de Nueva York fue fundada en 1924 por la Señora de D. H. Morris, según le fuese sugerido por F. D. Cotterel, del Consejo Internacional de Investigación, a raíz de las discusiones sobre los problemas de la lengua auxiliar, realizadas por éste y otros influyentes cuerpos académicos, incluyendo las Asociaciones para el Avance de la Ciencia británica, francesa, italiana y estadounidense.

Los primeros años de la I. A. L. A. estuvieron dedicados a dar a conocer la cuestión de un lenguaje auxiliar entre científicos y lingüistas en general. En el Segundo Congreso Internacional de Lingüistas (Ginebra, 1931), un documento expresando apoyo al programa de la I. A. L. A. fue suscrito por 27 distinguidos lingüistas, incluyendo a Charles Bally, Marcel Cohen, Debrunner, Antoine Meillet, Schrijnen, Sommerfelt, Trubetskoy y Joseph Vendryès. Bajo los auspicios de la I. A. L. A. se publicaron una serie de monografías sobre cuestiones lingüísticas, incluyendo la serie Foundations of Language del Prof. Edward Sapir, Semantic Frequency List de Helen S. Eaton, Language Learning de E. L. Thorndike, y Cosmolitan Conversation, por Herbert Shenton.

La cumbre de estas diversas labores fue el proyecto para aislar y codificar los elementos comunes a los idiomas occidentales. Autorizado en 1933 y con una subvención de la Fundación Rockefeller, el trabajo comenzó en Liverpool, en 1936, bajo la capaz dirección de William Collinson, en ese momento profesor de Alemán y el único catedrático de esperanto de la Universidad de la mencionada ciudad. La guerra detuvo abruptamente esta investigación, pero un nuevo equipo fue formado en Nueva York por Clark Stillman, bajo cuya dirección —y posteriormente bajo la del Prof. André Martinet— se continuó el trabajo. Más que a nadie, el honor y la responsabilidad de haber producido Interlingua debe reconocérsele al Dr. Alexander Gode, que dirigió el proyecto hasta su culminación en 1951.

El método utilizado implicó la selección de cuatro idiomas de control, contra los cuales la internacionalidad de ciertas palabras se pondría bajo examen. Las lenguas elegidas fueron el inglés, el francés, el italiano, y el castellano y el portugués vistos como una unidad. Otros idiomas importantes fueron excluidos, porque su uso como “controles”, aparte de complicar en demasía el proceso de extracción, no habría tenido un efecto notable sobre los resultados.

Para estandarizar las palabras internacionales se siguieron tres reglas generales.

Los principios de Interlingua

Estas reglas determinan: (1) en cuántas de las unidades de control debe encontrarse una palabra internacional para ser elegible para su representación en el lenguaje auxiliar; (2) en qué forma se estandarizará una palabra internacional elegible; y (3) qué significado o significados tendría.

La gramática de Interlingua

La gramática de Interlingua, en profundo contraste con aquellas de otras “lenguas internacionales”, se basa también en una evaluación objetiva de lo que es verdaderamente internacional, en lugar de basarse en lo que algún teórico piense que debería serlo. Como lo dijeron Gode y Blair: “...cada aspecto gramatical que se encuentre en las lenguas fuente se presentará en la gramática de... [Interlingua], o por el contrario, ningún aspecto gramatical no estará representado si faltase incluso en una sola de las lenguas fuente.” Un atractivo y afortunado resultado de este método es que mientras que la gran internacional de los vocablos europeos le han dado a Interlingua un vocabulario que no es necesario aprenderse, la escasa internacionalidad de los finales gramáticales de los idiomas fuente ha provisto a Interlingua de una gramática de extrema simplicidad.

En Interlingua se forma el plural de los sustantivos añadiendo -s (-es si la palabra termina en consonante), pero no tienen género gramatical ni distintas terminaciones según los casos gramaticales. Los adjetivos, como en inglés, son invariables, y pueden ir delante o después del sustantivo que califican: le soldato, le brave soldato, le brave soldatos, le belle feminas admira le brave soldatos, un assertion incredibile. Los adverbios son originarios —semper, siempre; multo, mucho—, o se derivan de adjetivos añadiendo -mente o -amente después de una -c final. Ejemplo: confusemente, rapidemente, invartiabilemente, physicamente.

Los verbos tienen un infinitivo (también usado como sustantivo), que como español termina en -r precedida por -a, -e o -i. Al quitar la -r final, se obtiene el tiempo presente y el imperativo. Ejemplo: consultar, nos consulta; resider, illes reside; repentir, le peccator se repenti. Los finales -va, -ra, -rea, nos dan el pasado, el futuro y el condicional. Nos consultava = consultamos (consultábamos); illas residera = ellas residirán; le peccator repentirea se si..., el pecador se arrepentiría si...

Sólo hay dos participios, el presente y el pasado. El presente termina en -nte precedida por la letra final del infinitivo correspondiente, excepto que -i- cambia a -ie-. El participio pasado termina en -te, precedida por la vocal del infinitivo correspondiente, excepto que -e- cambia a -i-, por ejemplo: consultar, consultante, consultate; vincer, vincente, vincite; punir, puniente, punite. La conjugación se completa componiendo los participios con el verbo auxiliar esser (ser) y haber (haber); por ejemplo: illo haberea essite create = ello habría sido creado.

La pronunciación de Interlingua es casi la misma que la del latín eclesiástico, excepto que la c suave (delante de e, i o y) se pronuncia s o ts, pero no ch ni tsh. El acento tónico cae normalmente en la vocal que precede a la última consonante. No se escriben los acentos ni hay letras especiales.

Interlingua: una herramienta que funciona

Interlingua no es un proyecto ni un experimento. Actualmente se usa en convenciones, literatura y revistas. Ya puedes leer Interlingua si hiciste tan sólo año de inglés, francés o latín en el bachillerato, incluso si los aplazaste. La puedes leer y entender muy bien, incluso si nunca has tenido contacto alguno con un idioma extranjero.

He aquí una breve muestra de lo que es Interlingua:

Le Union Mundial pro Interlingua
http://www.interlingua.com


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