1454.     El Señor es mi fuerza

 

      El Señor es mi fuerza,

      mi roca y salvación. (bis)

     

1.   Tú me guías por sendas de justicia,

      me enseñas la verdad.

      Tú me das el valor para la lucha;

      sin miedo avanzaré.

 

2.   Iluminas las sombras de mi vida;

      al mundo das la luz.

      Aunque pase por valles de tinieblas,

      yo nunca temeré.

 

3.   Yo confío el destino de mi vida

      al Dios de mi salud.

      A los pobres enseñas el camino,

      su escudo eres tú.

     

4.   El Señor es la fuerza de su pueblo,

      su gran liberador.

      Tú le haces vivir en confianza,

      seguro en tu poder.

 

1455.     Oración

       “Los Perales” (A. Opazo - E. Gumucio)

 

1.   Te suplicamos, Señor,

      que manifiestes tu bondad;

      salva a todos cuantos sufren

      la mentira y la maldad.

      Ten piedad de los humildes

      y a los caídos levanta;

      hasta el lecho del enfermo

      acerca tu mano santa.

      Entra en la casa del pobre

      y haz que su rostro sonría;

      para el que busca trabajo

      sé, tú, fuerza y compañía.

 

2.   A la mujer afligida

      dale salud y reposo

      y a la madre abandonada

      un buen hijo generoso.

      Encuéntrale tú el camino

      al hijo que huyó de casa,

      al pescador perdido,

      al vagabundo que pasa.

      Que el rico te mire en cruz,

      y a sus hermanos regale;

      que no haya odio ni envidia

      entre tus hijos iguales.

 

3.   Da al comerciante justicia,

      al poderoso humildad,

      a los que sufren paciencia

      y a todos tu caridad.

      Venga a nosotros tu reino;

      perdona nuestros pecados,

      para que un día seamos

      con Cristo resucitados.

      Tú, Señor, que puedes esto

      y mucho más todavía,

      recibe nuestra alabanza

      por Jesús y con María.

 

 

1456.     Anunciaremos tu reino

 

      Anunciaremos tu reino, Señor,

      tu reino, Señor, tu reino.

 

1.   Reino de paz y justicia,

      reino de vida y verdad.

      Tu reino, Señor, tu reino.

 

2.   Reino de amor y de gracia,

      reino que habita en nosotros.

      Tu reino, Señor, tu reino.

 

3.   Reino que sufre violencia,

      reino que no es de este mundo.

      Tu reino, Señor, tu reino.

 

4.   Reino que ya ha comenzado,

      reino que no tendrá fin.

      Tu reino, Señor, tu reino.

 

 

1457.     Canto de esperanza

 

      Hoy, Señor, me llamas tú,

      con mis manos y mi voz,

      a ser luz entre los hombres,

      ser un canto de esperanza.

 

1.   Tantos hombres hay que sufren sin consuelo,

      tantos hombres hay que viven sin sentido,

      tanta gente hay botada en el camino

      y que busca la mirada de un amigo.

 

2.   Mucho tiempo tu palabra fue olvidada

      y tu paz entre rencores fue dejada.

      Por los hombres que no esperan tu venida

      hazme un signo de tu amor y de tu vida.

 

3.   Tú me sabes tan pequeño entre tus manos

      y tan débil para levantar al mundo,

      necesito de tu fuerza y tu alegría,

      de tu vida que me anime cada día.

 

 

1458.     Gracias Padre (Espiritual Negro)

 

      Hoy, Señor, te damos gracias

      por la vida, la tierra y el sol.

      Hoy, Señor, queremos cantar

      las grandezas de tu amor.

 

1.   Gracias, Padre, mi vida es tu vida,

      tus manos moldean mi arcilla,

      mi alma es tu aliento divino,

      tu sonrisa en mis ojos está.

 

2.   Gracias, Padre, tú guías mis pasos,

      tú eres la luz y el camino:

      conduces a ti mi destino

      como llevas los ríos al mar.

 

3.   Gracias, Padre, me hiciste a tu imagen

      y quieres que siga tu ejemplo

      brindando mi amor al hermano,

      construyendo un mundo de paz.

 

 

1459.     Sígueme, soy camino

 

      Sígueme, soy camino: única ruta a seguir.

      Sígueme, soy la vida

      que con amor debes compartir.

 

1.   Mira, Jesús, yo te traigo una gran inquietud:

      qué debo hacer, nuestro mundo sufre esclavitud,

      le falta paz y en muchos no hay esperanza,

      dime, Señor, cómo puedo sembrar más amor.

2.   Oigo tu voz en la calma de mi oración,

      oigo tu voz en el pobre que me pide pan;

      desde tu cruz tú me pides mayor compromiso,

      dime, Señor, cómo puedo sembrar más amor.

 

3.   Yo como tú buscaré más dar que recibir,

      no hay amor sin sufrir, sin luchar, sin servir;

      más que tu amor, olvidando te pierdo de vista;

      grita, Señor, aún más fuerte que te pueda oír.

 

 

1460.     Estoy pensando en Dios

 

      Estoy pensando en Dios,

      estoy pensando en su amor. (bis)

 

1.   Olvida el hombre a su Señor

      y poco a poco se desvía;

      y entre angustia y cobardía

      va perdiéndose el amor;

      Dios le habla como amigo;

      huye el hombre de su voz.

 

2.   Yo siento angustia cuando veo

      que después de dos mil años

      y entre tantos desengaños

      pocos viven por amor;

      muchos hablan de esperanza,

      mas se alejan del Señor.

 

3.   Todo podría ser mejor

      si mi pueblo procurase

      caminar sin alejarse

      del camino del Señor.

      Pero el hombre no hace suyos

      los senderos del amor.

 

4.   Todo podría ir mejor

      si en fervor y en alegría

      fuesen las madres María

      y los padres san José

      y sus hijos imitasen

      a Jesús de Nazaret.

 

 

1461.     Demos gracias al Señor

 

      Demos gracias al Señor, demos gracias;

      demos gracias al Señor. (bis)

 

1.   Por la mañana las aves cantan

      las alabanzas a Cristo Salvador.

      ¿Y tú, hermano, por qué no cantas

      las alabanzas a Cristo Salvador?

 

2.   Al mediodía las flores cantan

      las alabanzas a Cristo Salvador.

      ¿Y tú, hermano, por qué no cantas

      las alabanzas a Cristo Salvador?

 

3.   Y por la noche la luna canta

      las alabanzas a Cristo Salvador.

      ¿Y tú, hermano, por qué no cantas

      las alabanzas a Cristo Salvador?

 

1462.     Quiero cantar una linda canción

 

1.   Quiero cantar una linda canción

      a un hombre que me transformó.

      Quiero cantar una linda canción

      a aquel que mi vida cambió.

 

2.   Es mi amigo Jesús, es mi hermano Jesús.

      El es Dios, él es rey, es amor y verdad.

      Sólo en él encontré esa paz que busqué.

      Sólo en él encontré la felicidad.

     

3.   Quieres también tú, amigo, cantar

      al que puede tu vida cambiar. (bis)

      El será para ti el amigo más fiel.

      El es Dios, él es rey, y se llama Jesús.

      Sólo en él encontré esa paz que busqué.

      Sólo en él encontré la felicidad.

 

1463.     Tratar de amistad (Carmelo)

 

      Tratar de amistad, estando muchas veces

      tratando a solas con quien sabemos nos ama.

      Confiada en la gran bondad de Dios

      que nunca falta de ayudar, a quien por él

      se determina dejarlo todo, ocupado en

      oración por los que son defensores de la

           Iglesia.

 

1.   La una es amor unas con otras,

      desasimiento de todo lo criado,

      verdadera humildad, y aunque la digo

      a la postre es la principal,

      y las abraza a todas, todas han de ser amigas,

      todas se han de amar, todas se han de querer,

      todas se han de ayudar.

2.   Procuren de andar, con libertad y alegría,

      quiere su Majestad el camino de ánimas

          animosas

      como vayan con humildad,

      y ninguna confianza en sí.

      Importa mucho, una grande

      y muy determinada determinación de no

          parar, hasta llegar;

      suceda lo que sucediere, trabajase lo que

          se trabaje

      y quiera llegue allá, o muera en el camino

          o se hunda el mundo.

 

 

1464.     Alabanza a la Trinidad

 

      Oh Dios mío, Trinidad, a quien adoro,

      ayudádme a olvidarme de mí mismo

      para establecerme en vos

      como si mi alma estuviera ya

          en la eternidad.

 

1.   Que nada sea capaz de turbar

      la paz de mi espíritu

      ni hacerme salir de vos.

      Sino que cada momento me haga penetrar

      más hondo en la profundidad

      de vuestro Misterio.

 

2.   Pacificad mi alma,

      estableced en ella vuestro cielo,

      vuestra dulce morada,

      el lugar de vuestro reposo.

 

3.   Oh, Verbo Eterno de mi Dios,

      quiero prestar oídos dóciles

      a vuestra enseñanza

      y a través de todas las noches,

      de todos los vacíos y mis debilidades,

      mantener mis ojos clavados en vos,

      permanecer bajo el influjo

      de vuestra luz magnífica.

 

 

1465.     Ante ti, Señor

 

      Oh, mi Dios,

      (oh, mi Dios, confío en ti)

      confío en ti.

      Yo te alabo, Señor;

      yo te adoro, Señor;

      oh, mi Dios. (bis)

 

1.   Ante ti, Señor (ante ti, Señor),

      mi alma levantaré (mi alma levantaré). (bis)

 

2.   Guíame, Señor (guíame, Señor)

      y guarda mi alma (y guarda mi alma). (bis)

3.   Líbrame, Señor, (líbrame, Señor)

      de todo peligro (de todo peligro). (bis)

 

4.   Dame un corazón (dame un corazón)

      que pueda adorarte (que pueda adorarte). (bis)

 

 

1466.     Tú eres, Señor, el pan de vida

 

      Tú eres, Señor, el pan de vida.

 

1.   Mi Padre es quien os da

      verdadero Pan del cielo.

 

2.   Quien come de este Pan

      vivirá eternamente.

 

3.   Aquel que venga a mí

      no padecerá más hambre.

 

4.   Mi carne es un manjar

      y mi sangre una bebida.

 

5.   Quien come de mi carne

      mora en mí y yo en él.

 

6.   Bebed todos de él

      que es el Cáliz de mi Sangre.

 

7.   Quien bebe de mi Sangre

      tiene ya la vida eterna.

 

8.   Mi Cuerpo recibid

      entregado por vosotros.

 

 

1467.     Por tu camino (J.S. Bach - Krüger)

 

      Por tu camino quiero

      seguirte, oh, Señor;

      mis pasos en la senda

      abierta por tu amor.

 

1.   Al mundo me envías

      con tu misma misión,

      confiando en tu palabra

      y libre de temor.

 

2.   Jesús, Señor y amigo,

      contigo quiero estar:

      buscarte en mis hermanos,

      buscarte sin cesar.

 

3.   Quisiera dar mi vida

      viviendo para amar;

      Señor, mi gozo sea

      contigo caminar.

 

1468.     Tú mi hermano (Los Perales)

 

      Yo te digo: eres mi hermano,

      tú porque supiste amar

      no es tiempo perdido

      tiempo que se da. (bis)

 

1.   Porque tuve hambre,

      porque tuve sed,

      y me diste pan

      y agua de beber,

      porque anduve solo

      y me viniste a ver,

      un poco de cielo

      pude conocer.

 

2.   Porque andaba triste,

      cansado y con frío

      y me diste alegre

      tu calor de amigo,

      porque me sanaste

      cuando estuve herido;

      yo sentí en tus manos

      las de Jesucristo.

 

3.   Porque al niño solo

      llevas a tu hogar

      y pan de los hijos

      tú le sabes dar,

      porque a quien te ofende

      sabes perdonar,

      la bondad de Dios

      me has hecho encontrar.

 

4.   Porque con tus ojos

      suscitas lo bueno,

      porque miras siempre

      mi mejor anhelo,

      porque siempre escuchas

      mi clamor sincero,

      descubrí en tu rostro

      todo un mundo nuevo.

 

 

1469.     Jesús, la imagen de Dios Padre

(J.S. Bach - J. Nenmark - O. Cadena)

 

1.   Jesús, la imagen de Dios Padre,

      el Hijo eterno de su amor,

      se revistió de nuestro cuerpo

      y compartió nuestro dolor.

 

      ¡Proclame al mundo nuestra voz

      que sólo Cristo es el Señor!

 

2.   El, que era todopoderoso,

      cargó con nuestra esclavitud

      y obedeció hasta la muerte,

      hasta la muerte de la cruz.

 

3.   Por eso Dios lo ha consagrado

      Señor del mundo y salvador;

      su nombre todopoderoso

      es signo de resurrección.

 

 

1470.     Ven del Líbano (Cantar de los cantares)

 

      Busqué el amor del alma mía,

      lo busqué sin encontrarlo.

      Encontré el amor de mi vida,

      lo he abrazado y no lo dejaré jamás.

 

1.   Ven del Líbano, esposa,

      ven del Líbano, ven.

      Tendrás por corona la cima de los montes,

      la alta cumbre del Hermón.

      Tú me has herido, herido el corazón.

      Oh, esposa, amada mía.

      Ven del Líbano, esposa,

      ven del Líbano, ven.

 

2.   Yo pertenezco a mi amado

      y él es todo para mí.

      Ven, salgamos a los campos,

      nos perderemos por los pueblos.

      Salgamos al alba a las viñas

      y recogeremos de su fruto.

      Yo pertenezco a mi amado,

      él es todo para mí.

 

3.   Levántate de prisa, amada mía,

      ven, paloma, ven.

      Porque el invierno ya ha pasado,

      el canto de la alondra ya se oye.

      Las flores aparecen en la tierra,

      el fuerte sol ha llegado.

      Levántate de prisa, amada mía,

      ven, paloma, ven.

 

4.   Como un sello en el corazón,

      como tatuaje en el brazo,

      el amor es fuerte como la muerte

      y las aguas no lo apagarán.

      Dar por este amor los bienes de la casa

      sería como despreciarlo.

      Como un sello en el corazón,

      como tatuaje en el brazo.

 

 

1471.     Canto de acción de gracias

 

      Por todas tus gracias, Señor,

      cantamos himnos de amor.

 

1.   Has aceptado nuestras ofrendas

      y nos diste tu perdón.

 

2.   Hemos comido tu santo Cuerpo

      en esta mesa común.

 

3.   Haz que guardemos con alma limpia

      este don de tu bondad.

 

4.   Que tu visita nos asegura

      nuestra eterna salvación.

 

5.   Haz que nosotros siempre vivamos

      en tu santa claridad.

 

6.   Y que en el mundo el pueblo cristiano

      ponga tu amor y tu paz.

 

7.   Guárdanos fuertes, puros y alegres

      hasta llegar a tu Reino.

 

8.   Y que tu nombre sea bendito

      en la tierra y en el cielo.

 

 

1472.     Venid a mi viña

 

      Venid a trabajar a mi viña,

      venid a compartir mi esfuerzo,

      venid a disfrutar mi gozo.

 

1.   Ved, el campo es inmenso:

      ¿queréis cosecharlo?

      Ved, la viña está madura:

      ¿quién hará la vendimia?

 

2.   Ved un mundo que se gasta,

      en él quiero estar.

      La masa ya quiere fermentar,

      pero falta levadura.

 

3.   Yo soy la piedra angular,

      cimiento de la casa.

      Yo soy el fuego que ilumina

      y vivifica la noche.

 

4.   Yo soy el Maestro de la vida,

      mi palabra es pan.

      Yo soy el Dios que perdona.

      Seréis mi mano y mi boca.

 

5.   Yo quiero ofrecer a mi Padre

      el Universo santificado.

      Yo os entregaré los poderes

      de consagrar todo el mundo.

 

 

1473.     El apóstol

 

      ¡Qué misión tan grande es ser apóstol!:

      seguir al Señor a donde vaya,

      anunciar con gozo su Evangelio

      y ser para los hombres portadores de su paz.

 

1.   Tanto nos amó que al despedirse

      en la Santa Cena aquella tarde,

      nos dio como pan su propio cuerpo

      y su sangre como vino de fraternidad.

 

2.   Tanto nos amó que un Viernes Santo

      clavado en la cruz Cristo murió.

      Y en su muerte él nos dio la vida,

      vida de alegría, vida de hijos de Dios.

 

 

1474.     Te alabo a ti

 

      Te alabo a ti, oh mi Señor.

      Te alabo a ti, oh mi Señor. (bis)

 

1.   Y por todas tus creaturas,

      por el sol y por la luna,

      por el viento y las estrellas,

      por el agua y por el fuego.

 

2.   Por la hermana madre tierra,

      que alimenta y que sostiene,

      por la hierba, flor y frutos,

      por los montes y los valles.

 

3.   Que el sentido de la vida,

      sea cantarte y alabarte,

      y porque ésta nuestra vida

      sea siempre una canción.

 

1475.     Alma, bendice al Señor

                   (Oficio chileno - Vísperas)

 

1.   Alma, bendice al Señor, Rey potente de gloria;

      de sus bondades esté viva en ti la memoria.

      Oh, despertad, arpa y salterio,

      entonad himnos de honor y victoria.

 

2.   Alma, bendice al Señor que los mundos

          gobierna,

      y que en sus alas te lleva cual águila tierna.

      El te guardó como mejor te agradó,

      ¿no ves su mano paterna?

 

3.   Alma, bendice al Señor que es tu fuente

          de vida,

      que te creó, y en salud te sostiene y te cuida.

      Tu defensor en todo trance y dolor,

      él con su diestra te guía.

 

4.   Alma, bendice al Señor que prospera tu estado,

      y beneficios sin fin sobre ti ha derramado.

      Piensa en que él es rico, potente y muy fiel,

      como mil pruebas te ha dado.

 

5.   Alma, bendice al Señor y su amor infinito.

      Con todo el pueblo de Dios su alabanza repito.

      Dios de mi salud, de todo bien plenitud,

      seas por siempre bendito.

 

 

1476.     Vuelvan los ojos hacia el Señor

 

      Vuelvan los ojos hacia el Señor

      y despierten su amor,

      canten por Él con el corazón:

      él es el Salvador,

      él es nuestro Señor.

 

1.   Yo llamé al Señor

      y siempre me escuchó,

      de mis miedos me libró,

      y sin fin lo alabaré.

 

2.   Los que buscan al Señor

      todo lo tendrán,

      los que abren su corazón

      nada les faltará.

 

3.   Dios guarda a los que ama

      y escucha su voz,

      les consuela de sus penas

      y de sus pasos él guía.

 

1477.     En ti, Señor (Espiritual Negro)

 

      En ti, en ti, Señor,

      hemos puesto nuestra fe. (bis)

 

1.   Ni en las armas, ni en la guerra,

      sino en ti, Señor,

      hemos puesto nuestra fe.

      Ni en la fuerza ni en la ciencia,

      sino en ti, Señor,

      hemos puesto nuestra fe.

 

2.   Ni tampoco en nosotros,

      sino en ti, Señor,

      hemos puesto nuestra fe.

      Entre crisis de esperanza

      sólo en ti, Señor,

      hemos puesto nuestra fe.

 

3.   Servidores de los hombres,

      porque sólo en ti

      hemos puesto nuestra fe.

      Alegrando las tristezas,

      porque sólo en ti

      hemos puesto nuestra fe.

 

4.   Pregoneros de la vida,

      porque sólo en ti

      hemos puesto nuestra fe.

      Sembradores de esperanza,

      porque sólo en ti

      hemos puesto nuestra fe.

 

 

1478.     Himno de los santos ángeles

       custodios (Luis González)

 

1.   Cantemos hoy a los ángeles,

      custodios nuestros y hermanos,

      que velan por los humanos

      y van de su bien en pos.

      Ven siempre la faz del Padre,

      él los ampara benigno,

      y luchan contra el maligno

      en las batallas de Dios.

 

2.   ¡Oh espíritus inmortales!,

      tenéis por reina a María,

      sois su vital letanía,

      su enamorada legión.

      Por vuestro medio nos llegan

      dones y gracias del cielo,

      la fe, la luz, el consuelo,

      la paz y la inspiración.

3.   Terribles como un ejército

      bien ordenado en batalla,

      vuestra asistencia no falla

      contra la insidia infernal.

      Silentes guardas y amigos,

      de nuestra noche luceros,

      seréis nuestros compañeros

      en la patria celestial.

 

4.   La gloria a Dios que ha creado

      ejército tan prolijo:

      que adore sumiso al Hijo,

      su rey y su plenitud,

      y que al Espíritu Santo,

      terrenos y celestiales,

      le rindan universales

      tributos de gratitud.

      Amén.

 

 

1479.     Consolad

 

1.   Consolad a mi pueblo, dice el Señor,

      hablad al corazón del hombre.

      Gritad que mi amor ha vencido,

      preparad el camino que viene el Redentor.

 

2.   Consolad a mi pueblo, dice el Señor,

      sacad de la ceguera a mi pueblo.

      Yo he sellado contigo alianza perpetua;

      yo soy el único Dios.

 

      Yo te he elegido para amar,

      te doy mi fuerza y luz para guiar.

      Yo soy consuelo en tu mirar.

      Gloria a Dios.

 

3.   Consolad a mi pueblo, dice el Señor,

      mostradles el camino de libertad.

      Yo le daré fuertes alas, transformaré

      sus pisadas en sendas de eternidad.

 

 

1480.     Día y noche (Espiritual Negro)

 

      Día y noche,

      siempre tú, Señor, estás conmigo.

      Día y noche, pienso que tú estás en mí.

 

1.   Si anochece en el camino, siempre...

      Al luchar confío en ti, pienso...

      A través de los hombres, siempre...

      Mientras dure mi noche, pienso...

 

2.   Al venir a comulgar, siempre...

      Al sentir tu caridad, pienso...

      Cuando tengo felicidad, siempre...

      Al llevar contigo la cruz, pienso...

 

3.   Cuando va muriendo el sol, siempre...

      Y si encuentro fraternidad, pienso...

      Cuando tengo que sufrir, siempre...

      Al dormir confío en ti, pienso...

 

 

1481.     Salmo de la creación

 

1.   Por tu océano azul y las aguas del mar,

      por todo continente y los ríos que van,

      por el fuego que dice, como arbusto ardiente

      por el ala del viento, quiero gritar...

 

      Mi Dios, tú eres grande y hermoso,

      Dios viviente e inmenso,

      Tú eres el Dios de amor.

      Mi Dios, tú eres grande y hermoso,

      Dios viviente e inmenso,

      Dios presente en toda creación.

 

2.   Y por los animales, de la tierra y el agua,

      por el canto del ave y el cantar de la vida;

      por el hombre que hiciste semejante a ti

      y por todos tus hijos, quiero gritar...

 

3.   Por la mano tendida que te invita a la danza,

      por el beso que brota al surgir la esperanza,

      la mirada de amor que levanta y reanima,

      por el vino y el pan, quiero gritar...

 

 

1482.     Me tocaste, Jesús

 

1.   Me tocaste, Jesús, y cerré mi puerta,

      y me hablaste, Jesús, con el Pan y el Vino

      y así, con tu sombra detrás

      que todo alumbró tu rostro sereno.

     

2.   Con un trozo de ayer yo te esperé en mi puerta,

      con un montón de papel que jamás se pudo leer

      y casi sin mirar me alejé, Jesús,

      y sentí tu llamada.

     

      Me sonrió dulce y me miró fijo.

      Yo soy tu amigo, me dijo.

      Le sonreí luego y lo sentí cerca;

      tienes un nuevo amigo.

     

3.   Hoy he vuelto al lugar, donde hay amor 

          sincero;

      no me quiero alejar, por favor escucha, Jesús;

      donde hay vida tú estás,

      quiero ser de ti tu hermano y amigo.

 

 

1483.     Jesús, estoy aquí

 

1.   Jesús, estoy aquí,

      Jesús, qué esperas de mí;

      mis manos están vacías,

      qué puedo ofrecerte.

      Sólo sé que quiero

      ser diferente.

      Jesús, estoy aquí,

      Jesús, qué esperas de mí;

      mis ojos temen al mirarte,

      quisiera poder enfrentarte.

 

      Amar como tú amas,

      sentir como tú sientes,

      mirar a través de tus ojos,

      Jesús.

 

2.   Contigo mi camino es difícil,

      me exiges abrir un nuevo horizonte

      en la soledad de mi noche.

      Jesús.

 

3.   No, no puedo abandonarte;

      Jesús en mí penetraste,

      me habitaste, triunfaste

      y hoy vives en mí.

 

 

1484.     Cántico espiritual

       (Carmelitas Descalzas - Convento San José)

 

1.   ¿Adónde te escondiste,

      Amado, y me dejaste con gemido?

      Como el ciervo huiste,

      habiéndome herido

      salí tras ti clamando, y eras ido.

 

2.   Buscando mis amores

      iré por esos montes y riberas,

      ni cogeré las flores,

      ni temeré las fieras

      y pasaré los fuertes y fronteras.

 

3.   ¡Oh bosques y espesuras

      plantadas por la mano del Amado!

      ¡Oh prado de verduras,

      de flores esmaltado!,

      decid si por vosotros ha pasado.

 

4.   ¡Oh cristalina fuente,

      si en esos tus semblantes plateados

      formases de repente

      los ojos deseados

      que tengo en mis entrañas dibujados!

 

5.   Mi Amado: las montañas,

      los valles solitarios nemorosos,

      las ínsulas extrañas,

      los ríos sonorosos,

      el silvo de los aires amorosos.

 

6.   La noche sosegada

      en par de los levantes de la aurora,

      la música callada,

      la soledad sonora,

      la cena que recrea y enamora.

 

7.   Gocémonos, Amado,

      y vámonos a ver tu hermosura

      al monte y al callado,

      do mana el agua pura;

      entremos más adentro en la espesura.

 

 

1485.     Ven, Señor Jesús (Maranathá)

 

1.   Me miras desde el silencio de la cruz

      y tu Palabra resuena en mi corazón, Señor...

      ¿También ustedes se irán?,

      ¿también me abandonarán?

      ¿A quién iremos, Señor, si sólo tú

      tienes palabras de vida eterna,

      palabras de vida eterna?

 

2.   Entonces, ¿a qué tememos

      cuando el dolor toca a la puerta

      y nuestros ojos olvidan la paz?

      Bienaventurado, tú, que lloras;

      que un día en mi casa mi Padre enjugará

      todas aquellas lágrimas, él te consolará.

 

3.   Y ese día, al fin será la paz

      y el tiempo de fraternidad;

      y el mundo viejo habrá pasado ya

      y con él los sufrimientos;

      y Dios alumbrará todos los corazones, Señor...

            Maranathá...

 

1486.     Sígueme, soy camino

 

1.   Mira, Jesús, yo te traigo una gran inquietud:

      qué debo hacer, nuestro mundo sufre esclavitud,

      le falta paz y en muchos no hay esperanza,

      dime, Señor, cómo puedo sembrar más amor.

 

2.   Sígueme, soy camino:

      única ruta a seguir.

      Sígueme, soy la vida

      que con amor debes compartir.

 

3.   Oigo tu voz en la calma de mi oración,

      oigo tu voz en el pobre que me pide pan;

      desde tu cruz tú me pides mayor compromiso,

      dime, Señor, cómo puedo sembrar más amor.

 

4.   Yo como tú buscaré más dar que recibir,

      no hay amor sin sufrir, sin luchar, sin servir;

      más que tu amor, olvidando te pierdo de vista;

      grita, Señor, aún más fuerte que te pueda oír.

 

 

1487.     En nombre del Padre

 

1.   En nombre del Padre,

      en nombre del Hijo,

      en nombre del Santo Espíritu

      estamos aquí. (bis).

 

2.   Para alabar y agradecer

      bendecid y adorar

      estamos aquí

       a tu disposición.

 

3.   Para alabar y agradecer

      bendecid y adorar

      estamos aquí, Señor,

      Dios, trino de amor.

 

 

1488.     Canto de victoria (Orlando Torres)

 

1.   Quiero cantarte, oh Dios del cielo

      alzar mis manos, tocar tu nombre,

      porque has vencido con tu poder

      la muerte y la esclavitud.

 

2.   Tu nombre eterno es el Señor,

      Dios de mis padres, te ensalzaré.  

      Como un guerrero Tú protegiste

      a tu pueblo librándolo.

 

      ¡Oh, aleluya; oh, aleluya;

      oh, aleluya!

 

3.   Los carros firmes del faraón,

      creyendo ciegos de su victoria,

      corrieron tras la ambición

      de vencer a tu pueblo elegido,

      pero Tú, Dios, los detuviste.

 

4.   Al soplo de tu ira vencieron,

      las aguas cubrieron enemigos,

      el pobre pueblo cantó victoria

      por sobre la muerte

      de quien los convirtió en esclavos.

 

5.   Quién como Tú, Señor de todo el cielo,

      terrible ante todos tus santos,

      temible por tus proezas

      y autor de toda maravilla,

      Señor, aleluya.

 

6.   Cantemos todos un cántico nuevo,

      alzando voces a nuestro Dios,

      que liberó a su pueblo

      de todo poder de la muerte.

      Cantad conmigo, aleluya.

 

7.   Dios venció a la muerte,

      Dios venció a la esclavitud,

      y toda dicha de alegría

      reinará en tu corazón,

      porque la vida ha comenzado,

      tú perteneces a Dios,

      ya eres un hijo predilecto,

      llamarás a Dios, el Padre,

      y El responderá con su presencia

      con el Amor.

 

 

1489.     Maestro bueno (Orlando Torres)

 

1.   Maestro bueno, yo quiero alcanzar,

      la vida eterna y la felicidad,

      ya he cumplido todo cuanto pediste,

      pero mi alma se inquieta mucho más.

 

2.   Mi vida entera no deja de entender

      que yo he nacido para la eternidad,

      en Dios descansa mi débil corazón,

      Maestro Bueno, dime qué debo hacer.

 

3.   Ven y sígueme,

      ven, Yo soy el camino,

      Yo soy la Verdad, Yo soy la Vida,

      he vencido a la muerte,

      ya no puedes temer.

4.   Ven, levántate,

      ven, a ti te lo digo,

      busca en tu interior una gracia infinita,

      un tesoro divino

      que podrás repartir.

 

5.   Ya todo eso lo puedo comprender,

      pero la duda y la debilidad

      buscan herir mi anhelo noble y santo.

      Amigo bueno, ayúdame a vencer.

 

6.   La santidad es un don que se halla en todos,

      brota y florece creyendo de verdad.

      Quisiera fuerzas para poder vivirla,

      Maestro Bueno, yo la quiero alcanzar.

 

 

1490.     ¡Oh buen Jesús!

 

1.   ¡Oh buen Jesús! Yo creo firmemente,

      que por mi bien estás en el altar;

      que das tu cuerpo y sangre juntamente

      al alma fiel el celestial manjar. (bis)

 

2.   Indigno soy, confieso avergonzado,

      de recibir la santa comunión;

      Jesús que ves mi nada y mi pecado,

      prepara tú mi pobre corazón. (bis)

 

3.   ¡Oh buen pastor, amable y fino amante!

      Mi corazón se abrasa en santo ardor,

      si te olvidé, hoy juro que constante

      he de vivir tan sólo de tu amor. (bis)

 

4.   Dulce maná y celestial comida,

      gozo y salud de quien te come bien;

      ven sin tardar, mi Dios, mi luz, mi vida;

      desciende a mí, hasta mi pecho ven. (bis)

 

 

1491.     Tuyo soy

 

1.   Yo no soy nada y del polvo nací,

      pero tú me amas y moriste por mí;

      ante la cruz sólo puedo exclamar:

      tuyo soy, tuyo soy.

 

      Toma mis manos te pido,

      toma mis labios, te amo,

      toma mi vida, oh Padre,

      tuyo soy, tuyo soy.

 

2.   Cuando de rodillas te miro, Jesús,

      veo tu grandeza y mi pequeñez.

      ¿Qué puedo dar yo? Sólo mi ser:

      tuyo soy, tuyo soy.

1492.     Cristo está conmigo

 

      Cristo está conmigo;

      junto a mí, va el Señor,

      me acompaña siempre,   

      en mi vida, hasta el fin.

 

1.   Ya no temo, Señor, la tristeza,

      ya no temo, Señor, la soledad,

      porque eres, Señor, mi alegría,

      tengo siempre tu amistad.

 

2.   Ya no temo, Señor, a la noche,

      ya no temo, Señor, la oscuridad,

      porque brilla tu luz en las sombras,

      ya no hay noche, tú eres luz.

 

3.   Ya no temo, Señor, los fracasos,

      ya no temo, Señor, la ingratitud,

      porque el triunfo, Señor, en la vida,

      tú lo tienes, tú lo das.

 

4.   Ya no temo, Señor, a la muerte,

      ya no temo, Señor, la eternidad,

      porque tú estás allá esperando,

      que yo llegue hacia ti.

 

5.   Ya no temo, Señor, los abismos,

      ya no temo, Señor, la inmensidad,

      porque eres, Señor, el camino,

      y la vida y la verdad.

 

 

1493.     Dios está aquí

 

1.   Si tuviéramos amor de Dios,

      amémonos de corazón y mente;

      amor que fluye suave y transparente,

      Dios no es indiferente.

 

      Dios está aquí (está aquí),

      tan cierto como el aire que respiro,

      tan cierto como la mañana se levanta,

      tan cierto como este canto lo puedes oír.

 

2.   Es un día feliz:

      ¡Gloria a Dios por el tiempo!

      Es un día feliz:

      viviendo para el Señor.

      Es un día feliz:

      mejor marchan las cosas,

      viviendo cada día las promesas

      de Cristo Jesús.

 

 

1494.     Tú me sondeas y me conoces

 

1.   Tú me sondeas y conoces,

      penetras todo mi corazón;

      ya te sabes mi camino,

      también dónde yo he de llegar.

      Me cubres por detrás y por delante,

      tu mano me tiende a guardar.

      ¿Qué haría sin tu aliento?

      ¿Dónde podría escapar?

 

      Sondéame, Señor, y conóceme,

      descubre la verdad que hay en mi vida.

      Penetra el corazón y mis pensamientos,

      condúceme hasta que te pueda hallar. (bis)

 

2.   Tú has creado mis entrañas

      en el seno de mi madre;

      me conoces toda el alma

      y mis huesos en la carne.

      De la tierra me formaste

      y me diste un corazón.

      Te doy gracias mi Señor,

      agradezco tu elección.

 

 

1495.     Mirarte sólo a ti, Señor

 

1.   Mirarte sólo a ti, Señor,

      mirarte sólo a ti, Señor,

      mirarte sólo a ti, Señor,

      y no mirar atrás.

 

      Seguir tu caminar, Señor,

      seguir sin desmayar, Señor.

      Postrarme ante tu altar, Señor,

      y no mirar atrás.

 

2.   Confío en tu perdón, Señor;

      espero en tu amor, Señor;

      anhelo tu unión, Señor;

      gozar de tu visión.

 

 

1496.     No fijéis los ojos en nadie

                   (Renovación en el Espíritu Santo)

 

1.   No fijéis los ojos

      en nadie más que en él,

      no fijéis los ojos,

      en nadie más que en él,

      no fijéis los ojos en nadie más,

      no fijéis los ojos en nadie más,

      no fijéis los ojos,

      en nadie más que en él.

2.   No esperéis en nadie,

      en nadie más que en él.

      No adoréis a nadie,

      a nadie más que a él.

     

3.   Porque sólo él nos puede sostener,

      porque sólo él nos puede sostener,

      no fijéis los ojos en nadie más,

      no esperéis en nadie, en nadie más,

      no adoréis a nadie,

      a nadie más que a él.

 

 

1497.     Milagro de amor

 

1.   Jesús, aquí presente en forma real,

      te pido, un poco más de fe y de humildad...

      Quisiera, poder ser digno de compartir

          contigo,

      el milagro más grande de amor.

 

      Milagro de amor, tan infinito

      en que tú mi Dios te has hecho,

      tan pequeño y tan humilde

          para entrar en mí.

      Milagro de amor tan infinito,

      en que tú mi Dios te olvidas

      de tu gloria y de tu majestad por mí.

 

2.   Y hoy vengo, lleno de alegría

      a recibirte en esta Eucaristía.

      Te doy gracias, por llamarme a esta cena,

      porque aunque no soy digno visitas mi alma.

 

 

1498.     Canción de la viña “Los Perales”

              (Fdo. Ugarte - E. Gumucio)

 

      Yo soy la vid verdadera

      y mi Padre el viñador,

      al que racimos no diera

      lo arrancará el podador.

      El que conmigo se queda,

      conmigo florecerá,

      y habrá alegría en el cielo,

      por toda una eternidad. (bis)

 

1.   Tengo una viña plantada

      por mi mano, dice Dios;

      la regué y le di alambrada

      y al Hijo por cuidador.

      Juzgadme a mí y a mi viña,

      todos mis hijos, llorad,

      que ha dado fruto sin vida,

      en pago de mi bondad. (bis)

2.   Tengo una oveja cuidada

      por mi mano, dice Dios.

      Le di pasto y agua fresca,

      yo mismo fui su Pastor.

      Juzgadme a mí y a mi oveja

      todos mis hijos, llorad,

      que por su mal se ha perdido

      siguiendo su libertad. (bis)

 

 

1499.     Cántico de las creaturas (Taizé)

 

1.   Todas las obras de Dios, bendecid al Señor;

      ángeles que estáis en su presencia,

          bendecid al Señor;

      siervos todos del Señor, bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

2.   El sol, la luna, las estrellas,

          bendecid al Señor;

      aguas, rocíos, manantiales,

          bendecid al Señor;

      vientos y grandes huracanes,

          bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

3.   Lluvias, granizos y nevadas,

          bendecid al Señor;

      heladas y escarchas matutinas,

          bendecid al Señor;

      mares y ríos primordiales,

          bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

4.   Montes y cumbres de la Tierra,

          bendecid al Señor;

      valles, mesetas y hondonadas,

          bendecid al Señor;

      árboles, frutos y espesuras,

          bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

5.   Aves y nubes de los cielos,

          bendecid al Señor;

      fieras, bestias y ganados, bendecid al Señor;

      peces y algas de las aguas,

          bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

6.   Niños, jóvenes y ancianos,

          bendecid al Señor;

      santos y santas de Dios, bendecid al Señor;

      hombres de buena voluntad,

          bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

7.   Espíritus y almas de los justos,

          bendecid  al Señor;

      Ananías, Azarías, Misael,

          bendecid al Señor;

      siervos y siervas de Dios,

          bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

8.   Alabad a la Santa Trinidad,

          bendecid al Señor;

      a-leluya, aleluya, bendecid al Señor;

      amén, a-amén, bendecid al Señor,

      bendecid al Señor.

 

 

1500.     Oh Creador de todo cuanto existe

 

1.   On Creador de todo cuanto existe,

      tú que guías los tiempos y sus signos;

      la semana que hoy su curso empieza,

      va a la eternidad de donde viene.

 

2.   De luz y gloria al día lo revistes,

      con el brillo del sol resplandeciente,

      y apacientas en el jardín del sueño,

      al hombre hacia la noche y el silencio.

 

3.   Oh Dios eterno, a ti solo adoramos

      y de tu eternidad himno entonamos:

      a ti, Señor, el día devolvemos,

      el tiempo recibido de tu mano.

 

4.   A ti con todo el ser pertenecemos,

      con la Sangre de Cristo nos compraste;

      has que siempre en la vida con pureza

      y amor filial podamos alabarte.

 

5.   Y cuando en torno nuestro se oscurezca

      nuestra luz, nuestro guía sé tú mismo;

      que ninguna luz falsa nos engañe,

      haciéndonos errar en el camino.

 

 

1501.     Este es el día del Señor

 

      Este es el día del Señor.

      Este es el tiempo de la misericordia.

 

1.   Delante de tus ojos

      ya no enrojecemos

      a causa del antiguo

      pecado de tu pueblo.

      Arrancarás de cuajo

      el corazón soberbio

      y harás un pueblo humilde

      de corazón sincero.

 

      Este es el...

2.   En medio de las gentes

      nos guardas como un resto

      para cantar tus obras

      y adelantar tu Reino.

      Seremos raza nueva

      para los cielos nuevos;

      sacerdotal estirpe

      según tu Primogénito.

 

      Este es el...

 

3.   Caerán los opresores

      y exultarán los siervos;

      los hijos del oprobio

      serán tus herederos.

      Señalarás entonces

      el día del regreso

      para los que comían

      su pan en el destierro.

 

      Este es el...

 

4.   ¡Exultan mis entrañas!

      ¡Alégrate mi pueblo!

      Porque el Señor que es justo

      revoca sus decretos:

      La salvación se anuncia

      donde acechó el infierno

      porque el Señor habita

      en medio de su pueblo.

 

      Este es el...

 

 

1502.     Oh sol de salvación

 

1.   Oh sol de salvación, oh Jesucristo:

      alumbra lo más hondo de las almas,

      en tanto que la noche retrocede

      y el día sobre el mundo se levanta.

 

2.   Junto con este favorable tiempo

      danos ríos de lágrimas copiosas

      para lavar el corazón que (ardiendo

      en jubilosa caridad) se inmola.

 

3.   La fuente que hasta ayer manó delitos

      ha de manar desde hoy perenne llanto,

      si con la vara de la penitencia

      el pecho empedernido es castigado.

 

4.   Ya que ha llegado el día, el día tuyo,

      y vuelve a florecer el universo,

      compartamos su gozo los que fuimos

      devueltos por tu mano a tus senderos.

 

5.   Oh Trinidad clemente: que te adoren

      tierra y cielo a tus pies arrodillados,

      y que nosotros, por tu gracia nuevos,

      cantemos en tu honor un nuevo canto.