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El Nuevo yo | |||||
Capítulo 3: Ella es mía, y si la quieres te saldrá caro Renata, la amiga incondicional, era para Ramón un gusto charlar con su vieja camarada, y claro que había muchas preguntas que hacerle, siendo que se perdió de mucho... - "Y... ¿Qué fue de ti durante mi ausencia"- Preguntaba él... - "Quisiera hablarte de momentos felices, pero mi carrera militar me alejó de todo, creo que me poseí, llegando a escalar puestos impensables para mujeres, y lugares altos dentro de la categoría de una soldado, estuve por ingresar a las Blazers Negros, me quedé a un pelito de ello..." - "Qué honor, amiga"... - "No mucho, ese grupo élite decayó mucho cuando el ejercito tomó control de él, realmente no se me hizo gran cosa... ¡Y no es que tome la actitud de la zorra que no alcanzó las uvas! Tú me conoces..." - "Está bien, no lo tomes así, prosigue"... - "Pues llegaron los tiempos de paz, y por mis servicios al ejercito es que puedo vivir bien, pero sola..." - "Vaya, yo tuve una hija, y acabo de conocerla, trataré de acercarme a ella" - "No te detengo, aquí tienes mi dirección, que puedes contar con un rinconcito, y no creo que te relacionen conmigo, mas siento que tu familia puede peligrar" - "Tendré buen cuidado en protegerlas, te veré más tarde, y gracias"... - ?No hay de qué"... Laura está en un jardín con sus amigas, al notarlo recuerda lo que dijo a sus amigas, ahora aborda a Ramón, dejando en claro sus intenciones... - "Y tú quién eres, chico guapo"- Pregunta al tiempo que lo toma por el cuello acercando sus labios a los de él... - "Ra... Raúl Del... Campo..." La cercanía de ella lo tenía asustado, tenía que hallar el modo de rechazarla sin verse ofensivo, lo último que necesitaba era la antipatía de su hija, necesitaba un milagro, y el milagro lo trajo nada menos que un chico llamado Ángel, compañero de Laura, su eterno enamorado, que ahora contempla furioso la escena, y en el acto interviene: - "Oye... ¿No sabes respetar a una chica?... Nunca es tarde para aprender, pero mis lecciones duelen un poco"... El muchacho se veía decidido a todo, sus palabras eran claras, y nuestro héroe respira de alivio... - "Parece que no entiendes"- Continuaba Ángel - "Ella es mía, y si la quieres te saldrá caro..." La multitud ya se había formado, y resonaba un grito: "Pelea, pelea" Ramón no imaginaba que volvería a verse en una trifulca de adolescentes, intentaba calmar la situación, pero sin mucho éxito... - "Veo que además eres un cobarde... Te estoy exigiendo una satisfacción, y estás huyendo de ella... No tienes honor..." - "¡Basta!"- Intervino Laura - "Mis sentimientos no son su culpa, detén esta estupidez"... - "¡No detengo nada!... He hecho todo para ganar tu respeto, y si he de llegar a este extremo espero que por fin comprendas que te quiero"... Ramón decide no evadir el conflicto, mas sabe que no enfrenta a un rival fuerte y tendrá que contenerse, Ángel lanza su mejor golpe con toda su fuerza, pero no consigue acertar, lo repite, y para su sorpresa y frustración no tiene resultado alguno, esto lo enardece, y se lanza de nuevo, Ramón entiende que el chico no cejará, y está en una encrucijada, se deja vencer y queda mal ante su hija, o combate a riesgo de lastimar a un oponente enardecido, pero noble al fin... |
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