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El nuevo yo | |||||
Capítulo 5: Las cosas pasan... ¿Pero por qué ahora? El general Guerra, hombre siempre seguro de lo que hace, ahora por vez primera no tiene idea de cómo recuperar a su máquina de combate, Los soldados en estos días de paz se han vuelto holgazanes y cobardes, si han aceptado sin chistar las órdenes de detener al Joven Ramón Del Monte, es porque ignoran de quién se trata, esto les ha acarreado finales miserables. Ahora, Guerra dialoga con el Capitán Ríos, A estas alturas, el único que sabe, además de Guerra, quién es el joven misterioso: - "¿Hay alguna noticia del paradero de nuestro sujeto?"- Preguntaba Guerra - "Señor, ya tenemos detectado el lugar donde tarde o temprano habrá de ir, y yo me encargaré de hacerlo venir, con el alma quebrantada, y listo a cooperar". Le muestra entonces una dirección anotada en un papel: - "Debí pensar en eso antes... La familia que dejó, era tan entregado en su labor que hasta ahora recuerdo que tuvo familia, muy bien, Ríos, usted dirigirá el ataque, y ya no admito errores". Ríos se dirige a concentrar a sus hombres, con una sonrisa perversa en el rostro... Es Domingo, Ramón, en su nueva identidad de Raúl Del Campo Villa, la pasa de lo mejor, Ángel, que se ha hecho su mejor amigo, y su novia Laura (La hija de Ramón, como sabemos) están con él, divirtiéndose como jóvenes que son, Ante la mirada de la chaperona, la tía Renata, (Por eso Ramón agregó Villa como apellido a su nombre falso, así a nadie le parece raro que el muchacho viva con su tía) Como ya mencioné, es Domingo día de relajarse y no pensar en la escuela y otras cosas (Nuestro héroe y Renata buscan el modo de conseguir que entre a la escuela para no despertar sospechas, ella asegura conocer a quien le puede proporcionar los documentos necesarios) Los tres chicos se divierten jugando a la pelota. Ángel está sorprendido, Raúl es un jugador más que hábil, se hace del balón y todo esfuerzo por quitárselo es por demás inútil, le comenta que cuando esté en la escuela, el entrenador lo hará su hombre más valioso, nuestro héroe piensa si no será injusto aplicar de esa forma sus habilidades. Cansados del juego de pelota, los muchachos van a remar al pequeño lago, de ahí gozan del parque, y Ángel no se cansa de tomar fotos. - "Este día no será un día común"- Decía - "No sé por qué lo puedo asegurar". La tarde empieza a caer en el parque, se avecina el momento de regresar... La tía Renata se queda en su casa, mientras los dos jóvenes acompañan a Laura a su casa, ella va feliz de la vida por contar con un novio que la adora, y un amigo como Raúl (Ramón), la alegría desaparece de su rostro al ver la puerta de su casa sospechosamente abierta... En el acto los tres corren, pues Laura asegura que no es normal que la puerta quede así, llegan al interior de la casa, y son recibidos por soldados, Ramón los despacha rápidamente, no les da tiempo de nada, y se dirige a Ángel: -"Lleva a Laura a casa de la tía, y quédate con ellas, yo me encargo" Ángel y Laura aprovechan para huir, huida que es cubierta por Ramón, que se dirige hacia el interior, ahí, tras dar cuenta de los últimos soldados, contempla un cuerpo en el piso, y su sangre se hiela: Nubia, su gran amor, yace ahí, con la garganta cortada, ahí, Ríos, autor de tan cruel acto, lo contempla burlón: -"Creerás que no quiso hablar, pero yo contaba con que llegarías" Él observa al asesino con profundo odio, no va a perdonarle esto. |
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