Era un día perfecto, vaya que lo era, algo lo vino a convertir en un día negro.
Nuestro héroe contempla con mirada furiosa al Capitán Ríos, que no deja de verlo, con una sonrisa burlona, mostrando sus pequeños dientes.
Ramón del monte ha tenido que vencer a varios oponentes, su situación lo ha obligado a ser letal en todos los casos, pero este no es un oponente más: Mató a Nubia, a su compañera, con quien no pudo envejecer, por la mente de nuestro héroe pasan de súbito todos sus recuerdos, el día en que la conoció, el primer beso, la boda, el nacimiento de Laura, tantos sueños, tantas ilusiones que mueren con ella...
-"Las ilusiones mueren"- Murmura conteniendo un llanto de rabia e impotencia- "Pero hoy tú te vas con ellas"...
En el acto se lanza contra Ríos, su furia no lo deja ser preciso, el asesino lo sabe, y sólo retrocede, con una sonrisa burlona, sabe que ha obtenido lo que deseaba, con su espíritu herido, el feroz combatiente ha perdido gran parte de su efectividad, Ríos sigue burlándose, retrocede al tiempo que le estrella su sonrisa burlona en rostro, Ramón no logra acertar, y sólo lo lleva por toda la casa, ante las insultantes risotadas del capitán, quien en su deleite no presta atención a una escoba atravesada en la entrada de la cocina, tropieza, y torpemente cae, rompiéndose el cuello contra una mesa, su muerte no es instantánea, en su terrible agonía alcanza a suplicar:
- "Mátame ya, ten compasión"...
No hay respuesta, pero tampoco un golpe de gracia, Ríos muere dolorosamente con un gesto de angustia en su rostro.
Ramón está de pié ante el asesino, se recuerda en otros tiempos, caído en el piso, ante las carcajadas de Nubia, quien acostumbraba atravesar una escoba en la entrada de la cocina cuando acababa de trapearla, esto para que nadie entrara sin limpiar sus suelas, muchas veces se vio en dicha situación por olvidar tal costumbre de su pareja, que por lo visto persistía, y le permitió irónicamente vengar su propia muerte.
Ya en casa de Renata, Laura estaba en Shock, un desesperado Ángel preguntaba las causas del artero crimen, Renata rápidamente urde una explicación: Habiendo sido militar el padre de Laura, tal vez tenía algo que estos deseaban, y lo fueron a buscar.
Ramón (Raúl en este momento, pues ante Ángel debe aparentar que es el sobrino de Renata) Luce desalentado, este último incidente le ha afectado bastante, y piensa si no sería mejor aceptar su destino, Renata parece haber leído sus pensamientos, pues le dice discretamente en voz baja:
- "No querrás permitir que ella se haya ido en vano".
Nuestro héroe se convence entonces de que debe luchar, por todo lo que fue, y por lo que amó, ceder no es el camino, y piensa en la forma de buscar directamente a Guerra.
Por su parte Guerra es ahora el único que sabe la verdad sobre Ramón, No teniendo a quién recurrir, ha decidido finalizar el mismo esta situación, trata de buscar entre los hombres de confianza de nuestro héroe, mas los pocos que sobreviven no radican en el país desde hace tiempo, de pronto, casi para finalizar de leer la lista, sus ojos se detienen en un nombre:
-"Villa"- Murmura para sí mismo- "Tantas bromas por alusión a su apellido, comparaciones con el centauro del norte... Los soldados juraban que ellos terminarían casados, y curiosamente no ocurrió, pero siempre fueron los mejores amigos... Creo que ya sé donde se encuentra mi espécimen"...