En el hospital los hombres de blanco atienden a la joven Laura, con el dolor de ver a una chica tan joven víctima de un fuerte shock, a su lado Ángel espera, vela día y noche junto a su querida niña, esperando el momento en que sus ojos lo miren de nuevo, sufre, las enfermeras compadecidas se desviven en atender al chico que espera por su amada.
En casa de Renata las cosas están mal, ella dice a Ramón que debe partir:
- "No tardarán en buscarte aquí, lo mejor que puedes hacer es perderte de su vista"....
Ramón la mira, y a su mente viene el recuerdo de esa mirada, con algunos años menos, agradece a su amiga por todo, y le da un abrazo, al tiempo que le dice:
- "Voy a buscar a Guerra, y si salgo con vida, nos veremos de nuevo"...
De pronto el muro vuela en pedazos, varios soldados irrumpen, Ramón pasa pronto de la sorpresa y empieza a atacar al regimiento, sin embargo le preocupa el estado de Renata, preocupación que aumenta al verla en el suelo, la batalla tiene el mismo resultado que las anteriores, mas esta vez, la preocupación causó que nuestro héroe sufriera ciertas heridas.
Rápidamente se dirige a donde está su amiga, sólo para verse frente al General Guerra, que lo mira con burla...
- "Me has costado en hombres más del doble de lo que invertí en tu resurrección, estoy convencido de que no tendré tu sumisión, así que voy a acabarte de una vez por todas"...
De la acción a la palabra, Guerra arremete contra Ramón, que no se defiende, la lluvia de golpes es contundente, y finalmente él cae pesadamente, Guerra festeja, mas ante su sorpresa, el muchacho se levanta:
- "Te preocupaste de darme un cuerpo joven y sano, pero algo pasaste por alto, pasaron los años, y soy de nuevo joven, mientras que tú no dejaste de envejecer".
Dicho esto, de una certera patada rompe la pierna derecha del general, que se precipita al suelo, logra incorporarse, y lanza un izquierdazo, sólo para ver horrorizado cómo su brazo izquierdo se rompe también...
-"¿Quién tiene miedo ahora"- Pregunta Ramón al tiempo que manda una patada más que rompe su otra pierna.
Guerra extrae de sus ropas una granada, pequeña, pero de un enorme poder destructivo, amenaza con detonarla, pero a sus espaldas un madero se rompe, Renata no iba a permitirle someter de ese modo a su amigo, mas el golpe hace que suelte la granada, que se activa, Ramón toma al General, y coloca su cuerpo sobre la granada, mientras él mismo se coloca sobre el de Guerra, en el acto dice a Renata:
- "Huye de aquí, olvídate de mí"...
Ella muy a su pesar obedece, sale corriendo, y escucha tras de sí la detonación que marca el fin de una era...
En el cementerio, Renata contempla la tumba, y se dirige a quien yace en ella:
-"La ambición de poder, el deseo de fuerza más allá de lo normal, fueron los que ocasionaron que todo desembocara en esto, el hombre nunca entenderá, y tal vez haya que lamentar más tragedias como esta antes de que exista la paz"...
Se aleja entonces de la tumba que ostenta un nombre: "General Ricardo Guerra"...
Laura y Ángel la esperan cerca, es el día llegan al hospital donde Raúl, el sobrino de Renata será dado de alta.
-"Se ha recuperado del todo"- Comentaba el médico- "Sin embargo no puede recordar nada anterior a la explosión, su pasado fue borrado de su mente, de ustedes dependerá que vuelva a integrarse a la familia, es un placer anunciarle que puede irse con ustedes"...
Y en efecto, el no recordaba nada más allá de que Renata es su querida tía, Laura su amiga, con quien creció, y a quien ve como a una hermana, mientras que Ángel es su mejor amigo, el verlos le da un gran gusto, y los abraza.
Así, Raúl, como habrá de llamarse de ahora en adelante, inicia una nueva etapa en su vida, ante él se abre un nuevo mundo de sueños e ilusiones, sus amigos lo llevan de prisa en la silla de ruedas que el ya ansía abandonar, los muchachos juegan, a lo lejos Renata observa y sonríe:
-"Es mejor así"- dice en voz muy baja.
-FIN-