16. Marketing interno: Cómo
crear la satisfacción del cliente desde adentro hacia afuera
por Sybil F. Stershic
Sybil F. Stershic es
presidenta de Quality Service Marketing, una firma consultora en
marketing, especialista en capacitación en gestión de calidad
de servicio y planificación de marketing para empresas de
servicios y organizaciones sin fines de lucro. Stershic cuenta
con una extensa experiencia en el marketing de servicios y se ha
desempeñado en puestos claves en empresas de publicidad,
marketing, comunicaciones y en varios bancos cuyos activos
oscilan entre US$ 500 millones y más de US$ 2 mil millones.
También se desempeñó como instructora en comunicaciones de
management y de marketing en la Universidad de Lehigh y
actualmente está cumpliendo su tercer período en el consejo
internacional de directores de la American Marketing Association,
de la que actualmente es vicepresidenta de la gestión de
marketing.
Por naturaleza, el marketing tiene un foco
externo. La mayor parte de sus actividades está destinada a
llegar a los mercados y a los clientes. Sin embargo, ninguna
organización tendrá éxito sin el apoyo de su recurso interno
más valioso: sus empleados. De ahí la necesidad del marketing
interno, al que definimos aquí como la satisfacción de las
necesidades de los empleados para que puedan satisfacer las
necesidades del cliente. La investigación nos ha mostrado que
las actitudes, intenciones y percepciones de los clientes pueden
verse afectadas por la experiencia vivida por los empleados
dentro de sus organizaciones. Para manejar con eficacia lo que se
ha dado en llamar el espejo empleado-cliente
la forma en que se sientan sus empleados es la forma
en que se sentirán sus clientes se aplica el
marketing interno, con la intención de asegurar una cultura
empresarial que inculque a todos los empleados los valores
orientados al cliente.
El marketing interno
como estrategia de management
A pesar de su nombre, el marketing
interno es más una estrategia de management que una función de
marketing. De acuerdo con Christian Grönroos, de la Escuela
Sueca de Economía, que fue uno de los primeros defensores del
marketing interno, éste tiene dos componentes básicos:
- Management por actitud: proceso por el
cual se motiva a los empleados para que se comprometan
con las metas de la empresa.
- Management por comunicaciones: manejo
de la información que el empleado necesita para trabajar
con eficacia.
En este contexto, puede considerarse al
marketing interno como un concepto que sirve de paraguas a un
conjunto de actividades internas utilizadas para manejar las
actitudes y las comunicaciones, incluyendo (pero sin que ello
implique una limitación) la capacitación, el reconocimiento, el
empowerment, el apoyo gerencial, compartir la información y la
formación de equipos. En los siguientes ejemplos de estrategias
de marketing interno, que apuntan a la misión empresarial, el
enlace empleadocliente, la comunicación internacional y el
liderazgo, encontrará elementos tanto del management por
actitudes como del management por comunicación.
Futuroscopio Los continuos avances de la
informática durante el siglo XXI nos permitirán
desarrollar y entregar productos y servicios adaptados a
las necesidades de mercados más segmentados. A pesar del
rol creciente que juega la tecnología en el marketing,
las empresas todavía dependerán en gran medida de sus
empleados para interactuar con los clientes ya sea
directamente en puestos de contacto o a través de roles
de apoyo. El marketing interno es la estrategia de
management que se aplicará para inculcar el enfoque
orientado al cliente y para lograr el equilibrio entre
alta tecnología y el toque
personal.
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Cómo maximizar la
misión de la empresa
Como declaración concisa que encarna a la
cultura de una compañía, la declaración de misión o visión
es la mejor fuente para comunicar a los empleados qué es
realmente la organización y qué es lo que se ha propuesto
alcanzar. El marketing interno respalda la misión en dos formas:
primero, convirtiendo a la misión en algo real y, segundo,
aprovechando todas las oportunidades para consolidar la misión.
Generalmente, las compañías desarrollan e
introducen misiones orientadas al cliente con gran fanfarria.
Incluyen la misión en publicaciones destinadas al empleado,
despliegan copias enmarcadas en las oficinas y hasta distribuyen
plaquetas o versiones de bolsillo para todos los empleados. Pero
desarrollar y difundir la misión no es suficiente para que los
empleados la compren, es decir, se comprometan.
La mayoría de las misiones no pasan la
siguiente prueba: Es linda, ¿pero qué significa
realmente?. Una declaración de misión no tiene sentido si
no es real ni aplicable desde el punto de vista del empleado.
Esto significa traducir la misión en conductas mensurables y
específicas. Considere el siguiente ejercicio:
Nuestra declaración de misión es
{complete con la misión real de su compañía}, lo que significa
{complete con las conductas apropiadas sobre la base de las
expectativas del cliente y de las normas internas}.
Por ejemplo, a un cajero contratado por el
Banco Nacional Amabilísimo se le dice que tiene que
brindar el servicio más amable que se pueda imaginar, una
ocupación bastante vaga. Sin embargo, en el programa de
orientación del banco, el cajero recibió la siguiente
explicación:
Se espera que nuestros cajeros provean el
servicio más amable de la ciudad, lo que significa
que, cuando un cliente se acerca a su ventanilla, usted debe
realizar un contacto visual con ese cliente, saludarlo
adecuadamente, utilizar el primer nombre del cliente durante la
transacción, ofrecerle charlar sobre algún nuevo servicio que
el cliente pudiera necesitar, agradecerle su atención y utilizar
un saludo final adecuado.
Solamente cuando los empleados comprenden
claramente lo que se espera de ellos para cumplir la misión
cuando la misión es real y significativa pueden
comenzar a internalizarla. Una vez realizada la capacitación
(según sea necesario), que permita a los empleados desempeñarse
de acuerdo con ese entrenamiento, e incluidas las conductas
adecuadas en las evaluaciones de desempeño, se puede comenzar a
aplicar el marketing interno en su segunda fase para consolidar
la misión.
Una vez materializada la misión, el
próximo paso es utilizar cada oportunidad para explicarla,
repetirla y demostrarla en la comunicación con los empleados. La
mayoría de las compañías poseen una variedad de medios
internos disponibles, tales como memos, cartas de noticias a los
empleados, reuniones, programas de capacitación y orientación y
carteleras que pueden usarse para compartir la información sobre
cómo respetar la misión y cómo reconocer a los empleados que
tuvieron éxito en satisfacer al cliente. La comunicación y el
fortalecimiento de la misión pueden comenzar aún antes de que
se contrate a un nuevo empleado.
Para generar la concientización inicial,
una empresa puede anunciar su misión allí donde los nuevos
empleados potenciales puedan verla cuando completen sus
formularios de solicitud del trabajo. Luego de la contratación,
los nuevos empleados reciben una carta del presidente de la
compañía dándoles la bienvenida a ellos y al aporte que ellos
puedan hacer para lograr el cumplimiento de esa misión. Los
programas de orientación y capacitación también se utilizan
para introducir y explicar la misión de la empresa a los nuevos
empleados. Una vez más, estos programas tampoco tienen sentido
si la misión no es significativa desde la perspectiva de los
empleados. Se puede utilizar al marketing interno para llevar a
esa misión más allá de una mera declaración y para maximizar
su efectividad como guía dinámica que permite saber cómo
funciona la compañía y lo que se espera de los empleados.
Asegurando el enlace
empleadocliente
Para inculcar los valores orientados al
cliente en una organización, TODOS los empleados deben estar
relacionados con el cliente, y no solamente aquellos que están
en contacto con él o en cuya descripción de tareas figura el
servicio al cliente. Saber qué se espera de ellos en el
cumplimiento de la misión es una de las maneras de vincular a
los empleados con los clientes, pero eso solo no es suficiente.
En un estudio sobre compromiso con el cliente, solamente el 38%
de las compañías que respondieron afirmaron que todos los
integrantes de su organización sabían lo que los clientes
hacían con los productos o servicios de la compañía.
La concientización es sólo una parte del
problema. ¿Saben o comprenden los empleados quién es realmente
el cliente? Para evaluar esta situación, distribuya una encuesta
dirigida a los clientes entre sus empleados y haga que la
completen como creen que lo harían los clientes. La comparación
de estas respuestas con los resultados reales obtenidos de la
encuesta realizada con los clientes le indicarán cuál es la
sincronización que existe entre los empleados y los clientes.
Para la mayoría de las organizaciones, el
desafío es encontrar alguna forma de poder conectar a los
empleados que tienen un contacto indirecto o que no tienen
contacto alguno con el cliente. A continuación describimos
algunos ejemplos de estos esfuerzos:
- Todos los meses, el presidente de una
de las compañías de servicios de comidas más
importantes lleva a un grupo de empleados de la casa
central a almorzar a los locales de algunos de sus
clientes; puede ser una cafetería o el comedor de un
hospital, una universidad o un hogar de ancianos.
- El personal de cocina que prepara las
comidas para una casa de reposo u hogar de ancianos
participa de un programa denominado Adopte un
residente para que pueda conectarse directamente
con el resultado de sus esfuerzos.
- Una firma manufacturera envía
representantes de su equipo de mantenimiento para que
visite a los clientes cuyas instalaciones están fuera de
la ciudad.
Aunque las compañías utilizan diferentes
métodos para construir estos lazos, los beneficios son los
mismos: los empleados desarrollan una mejor concientización y
comprensión de los clientes, se sienten más valorados como
parte del equipo de la empresa (incluyendo nuevas visiones y
empatías con respecto a otros empleados que tienen contacto con
el cliente), y, como resultado de un contacto tangible,
fortalecen su compromiso de atender a los clientes.
Inherente a la orientación al cliente es
el reconocimiento hacia los clientes internos: empleados que
satisfacen las necesidades de otros empleados que atienden al
cliente (externo). Este concepto es parte integral de la cultura
interna de servicio de la empresa. Todos los empleados necesitan
entender quién es su cliente, sean verdaderos clientes u otros
empleados. Los estudios demuestran que el servicio interno
motoriza un mejor servicio externo. En las organizaciones en las
que los empleados atienden mutuamente las necesidades de las dos
empresas, es posible que el resultado obtenido con los clientes
externos sea aún mejor.
Las compañías interesadas en evaluar su cultura interna de
servicios pueden realizar una investigación en profundidad sobre
el empleado. Como mínimo, no obstante, la pregunta clave que
debe plantearse para tener una perspectiva crítica es:
¿Le sugeriría a un amigo suyo que viniera a trabajar
aquí? Los resultados de esta investigación con los
empleados guiarán a la organización para determinar cuánto
esfuerzo de marketing interno se necesita para vincular a los
empleados con los clientes y fortalecer la cultura de servicio
interna.
Cómo minimizar las
barreras y lograr
comunicaciones internas efectivas
La comunicación es la base del marketing
interno. Para ser efectiva, es necesario que viaje en todas
direcciones: de arriba hacia abajo, de la alta gerencia a todos
los empleados; de abajo hacia arriba, desde todos los niveles de
empleados hasta la alta gerencia; y lateralmente, cruzando todos
los niveles de la organización. El lado positivo es que cuando
los empleados sienten que están en la cosa es muy
probable que se conviertan en jugadores del equipo. Por otra
parte, varios estudios organizacionales descubrieron que una
falta de apertura en las comunicaciones realmente reduce el
compromiso de los empleados con las metas organizacionales.
Los perfiles de los clientes y los
resultados de la investigación sobre satisfacción del cliente
pueden compartirse utilizando canales verticales y laterales que
permitan a los empleados comprender mejor quiénes son sus
clientes y cómo se sienten con la compañía. En el canal de
abajo hacia arriba, se les puede pedir a los empleados que
compartan cualquier feedback que reciban de los clientes, así
como también que brinden su aporte sobre cómo mejorar los
productos y servicios. A pesar de la importancia de las
comunicaciones de abajo hacia arriba y laterales para la
participación de los empleados, estos canales no se utilizan con
eficacia en las organizaciones.
Un estudio descubrió que el 70% de los
empleados temían ofrecer sus sugerencias o pedir aclaraciones
por miedo a ser rechazados o castigados. El principio que dice:
Sin sacrificios no hay recompensas no contribuye a
motivar a los empleados para que ofrezcan sus ideas a la
compañía. Otro estudio descubrió una falta de satisfacción
global en los empleados con la comunicación lateral, tanto entre
los departamentos como dentro de ellos.
Resulta claro que a pesar de la misión
orientada al cliente y de las mejores intenciones para crear un
equipo de empleados, las organizaciones no pueden tener éxito
hasta tanto identifiquen y derriben las barreras que impiden la
comunicación interna.
Enseñando con el
ejemplo
Tanto en la teoría como en la práctica,
los gerentes tienen la oportunidad de comunicar y fortalecer el
compromiso de la compañía con los clientes. Si los ejecutivos
realmente enseñan con el ejemplo, están enviando un
mensaje muy poderoso a toda la organización. Debido a que los
empleados prestan mucha atención a las pistas que les brindan
sus gerentes, son muy rápidos para notar la diferencia entre el
management de la apariencia y el management del compromiso, y
responden en consecuencia. Por ejemplo, los gerentes que se
alejan de los problemas de los clientes no pueden esperar que sus
empleados recorran un solo kilómetro extra para atenderlos.
Los ejecutivos realmente orientados al
cliente también conocen el valor de ser accesibles con sus
empleados.
- El presidente de una cooperativa de
crédito trabaja como cajero un día al mes para pasar
más tiempo con los clientes y los empleados de primera
línea.
- Una vez al año, el plantel ejecutivo
de una cadena de hoteles de gran renombre organiza su
tiempo para poder trabajar en las trincheras
de varios hoteles. El vicepresidente de recursos humanos,
por ejemplo, puede trabajar en el sector limpieza, el
presidente podría pasar un día como botones y el
responsable de finanzas, trabajar en la cocina del hotel.
- En un gran banco regional, los
empleados reciben una invitación para charlar con
el presidente en una línea directa especialmente
diseñada para los empleados. Tanto el presidente del
banco como el presidente del directorio dedican parte de
su tiempo a llevar a varios grupos de sus empleados a
comer y así charlar sobre sus ideas y preocupaciones.
Participar de estas actividades tiene
numerosos beneficios. Al tratar de desarrollar la empatía con
los empleados, se recuerda a los ejecutivos qué significa estar
en la primera línea. Y al recibir la atención de la gerencia,
los empleados se sienten más valorados. Cualquier esfuerzo que
acerque la gerencia a los empleados también fortalece el
concepto de trabajo en equipo y consolida las metas comunes. No
es sorprendente que las organizaciones que utilizan el marketing
interno noten mejoras significativas, tanto en la satisfacción
de sus clientes como en la de sus empleados. Maximizar la
misión, asegurar un vínculo entre los empleados y los clientes,
minimizar las barreras para poder lograr una efectiva
comunicación interna y enseñar con el ejemplo constituyen las
aplicaciones claves del marketing interno. Al utilizar estas
estrategias, así como cualquier esfuerzo proactivo que afecte
positivamente al management por actitudes y por comunicación,
las organizaciones serán capaces de construir la satisfacción
del cliente desde adentro hacia afuera.
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