LOS PREPOTENTES: Una visión homeopática

 

En este nuevo milenio que recién se inicia, existe un número considerable de personas que se manejan a los empujones... Empujan para adelante y arremeten en su paso desenfrenado, por alguna situación de poder, avasallando lo que encuentren a su paso... No por no saber cómo comportarse, sino justamente por saber muy bien como moverse y querer proceder así.
Están guiados por la conocida frase: el fin justifica los medios... No importa cómo, la cuestión es llegar, sea como sea, caiga quien caiga... Sin la más mínima consideración por la situación que generan, avanzan y aplastan lo que se interponga en el camino, cual si fueran tanquetas sobre frágiles hormigas...
La personalidad de los avasallantes está sustentada en un supremo sentimiento de sobrevaloración de sí mismos... No tienen que adaptarse a ninguna situación del medio, el medio debe adaptarse a ellos...
Apuntan alto, sus aspiraciones son máximas, y desean ardientemente la primera posición.
Esta personalidad está ampliamente cubierta por nuestra medicación homeopática... Quien deseara alcanzar algún equilibrio y no padecer situaciones de estar fuera de control, no tendría mas que probar el medicamento que corresponda a su totalidad sintomática...
Pero, por otro lado tenemos el grupo de los avasallados, ellos son las frágiles hormigas damnificadas por el paso de la tanqueta... Sobre esta gente también la homeopatía puede actuar, subsanándolos y llevándolos a una situación de equilibrio única, tal que los hace resistentes al más crudo vendaval...
De ambas situaciones, de los que se mueven sin medir consecuencias, y de quienes sufren un padecimiento consecuente, puede surgir un desequilibrio energético tal, que de no mediar "algo" que los contenga, puede en principio traer algún trauma psíquico y luego según el estado de integridad anímica de la persona, diversas enfermedades, de origen conocido o no... En este último caso estaríamos frente a un conocido caso de "no sé qué le pasó pero se enfermó"...
Existen innumerables causas de enfermedad que en la actualidad pasan desapercibidas por quienes las padecen porque no saben realmente qué es lo que los llevó a tal estado... Dichas enfermedades pueden tener todo tipo de manifestaciones, desde banales hasta muy graves, súbitas, es decir, agudas, o insidiosas, que llamamos entidades crónicas.
Ocurre en este caso igual que en todos los casos que atendemos: una vez medicada, la persona sigue con sus rasgos de personalidad innatas o consecuencia de situaciones emergentes, pero no los padece. Padecerlos implica sufrir un desequilibrio, ya sea evidente o sutil, en carne propia, tanto si se es víctima como victimario.
Suelen emplear la violencia en su proceder, empujan, lastiman, insultan, blasfeman, crean situaciones intrigantes que los favorecen, y saben cómo destruir su entorno para generarse un lugar "digno de sus aspiraciones"
Todas estas características, constituyen síntomas, y están descriptos en nuestra literatura.
La idea es dejar de padecer por situaciones propias o ajenas. El equilibrio o eutonía, como la llamamos los homeópatas, es una situación de armonía, de bienestar, de paz interior, que aleja de la susceptibilidad de enfermar tanto a las frágiles hormigas como a las tanquetas...
 
Dr. Sergio E. Pereira Vitale
Médico Homeópata Unicista

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