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La composición decorativa es
siempre la misma: las dos puertas que se abren en un costado de la panera
están talladas en sus casetones con prolijos motivos florales esquematizados;
la tabla intermedia de ambas ostenta un jarrón con flores, o un
campo cuadrangular de apretada talla. Otras dos tablas, bordeando la puerta,
también están talladas, y en las paneras más ricas,
aun hay otro par, en cada esquina de la pared: Suelen aparecer tablas adornadas
en medio de cada costado corto, y con una característica ventanita
de forma cuadrada con los ángulos recortados en un cuarto de circulo. En medio de la ornamentación
se colocan diversas invocaciones religiosas, la fecha de la construcción
y, raras veces, el nombre del carpintero.
Los diseños que se tallan son diversos, pero reducibles a varios grupos, y pese a su aparente complejidad se limitan a unos elementos básicos que se combinan entre sí, dando lugar a gran variedad de formas. Estos son: motivos vegetales; jarrones con flores; motivos geométricos; figuras de animales; representaciones religiosas; fachadas de edificios. |
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Dado el cuantioso numero de obras del
estilo, no es sencillo establecer una evolución tan clara como el
de Allande, debido a las distintas calidades de las manos, en función,
claro esta, de la habilidad del carpintero. Aun así, hemos de decir
que en las ultimas décadas del siglo XVIII se tallan los conjuntos
de mejor traza y de labra en ocasiones excelente, aun con resabios del
arte barroco.
Empobrecida la labor en el tramo central del siglo XIX, los años finales conocen de nuevo el buen hacer de varios carpinteros, de talla sencilla pero muy elegante. Con todo, nuestro siglo conoce una talla pobre y casi solo recuerdo de épocas anteriores. |