FIEBRE HEMORRÁGICA POR ÉBOLA (FHE).

TRANSMISIÓN Y TROPISMO TISULAR.

El modo de infección primaria del virus Ébola, en ambiente natural es desconocido. Todos los casos secundarios han sido nosocomiales o causados por contacto cercano con un paciente. La transmisión ocurre usualmente por muestras de sangre contaminadas. Hay evidencia que sugiere propagación respiratoria de la infección. El virus se recupera usualmente de suero en la fase aguda, y también ha sido encontrado en orina, semen, y fluido de la cámara anterior del ojo, aún de pacientes en convalecencia. En material de autopsia, sé aísla comúnmente de bazo, nódulos linfáticos, hígado y riñón, pero rara vez de cerebro u otro tejido nervioso.

El Contacto físico con piel y membranas mucosas de pacientes es responsable de la mayor parte de la transmisión a humanos. El virus Ébola se transmite a través del contacto con fluidos infectados, tales como saliva, sangre, vómitos y posiblemente sudor. La inoculación parenteral con material infectado se asocia con un mayor riesgo y mortalidad de la infección. También se encuentra presente en fluidos genitales, como semen, pero su transmisión por esta vía no esta clara. No hay evidencia de transmisión por contacto estrecho con individuos infectados que se encuentran afebriles y asintomáticos, durante el periodo de incubación o de convalecencia. Los contactos hogareños son responsables de un 3-17% de la transmisión, afectando hasta cinco generaciones en algunos casos. Las epidemias en África, han resultado en la mayoría de los caos por propagación secundaria a trabajadores de la salud y contactos familiares del paciente. Reutilizar agujas y jeringas, inadecuadas técnicas de barrera, y prácticas antihigiénicas son el catalizador principal de la transmisión nosocomial entre pacientes y personal. El contacto con cadáveres o sus fluidos durante su manejo es otra causa de infección.

La epidemia por virus Ebola del Zaire de 1976 en particular, fue impulsada por el uso de agujas y jeringas mal esterilizadas y ocasionó gran parte de la diseminación geográfica de la infección. La diseminación interhumana del virus Ebola en las epidemias africanas fue muy extensa entre el personal médico, lo que provoco a menudo el cierre de hospitales y clínicas. La transmisión a los contactos domésticos varió, como se ha mencionado anteriormente, entre el 3% y el 17%, comprendiendo hasta cinco generaciones de infecciones y se asoció con el contacto íntimo con pacientes enfermos y sus líquidos corporales. Las epidemias cedieron con el uso de equipo correctamente esterilizado, el cierre de hospitales, la educación de la población y la institución de precauciones de máscara-bata- guantes.

No se conocen íntimamente las vías exactas por las que puedan diseminarse los filovirus. Como se ha mencionado, se sabe que la inoculación parenteral con material contaminado ha sido eficiente y acarrea una mortalidad elevada. El contacto cutáneo o mucoso con materiales cargados de virus probablemente ha sido responsable de la mayoría de las infecciones humanas reconocidas. Aunque el virus no se encuentra en el aire, la inhalación de aerosoles de pequeñas partículas puede desempeñar un papel menor, pero esta vía no está establecida. Algunos estudios experimentales de filovirus establecen su infectividad en aerosol y se han visualizado con claridad los viriones en alvéolos de monos infectados por aerosol.

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