La Ley del Pecado y de la Muerte vs La Ley del Espíritu de Vida Por Jose Luis Escalante “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha librado de la ley del pecado y de la muerte” Romanos 8:1 Comenzamos este estudio comprendiendo lo que Pablo ha venido explicando en los primeros capítulos de su carta a los Romanos. En el capítulo 1:3-4 Pablo comienza hablando de dos naturalezas, la humana y la del Espíritu o divina. Pablo, dice en 1:17 que en el evangelio (buenas noticias del cielo), se revela o da a conocer la justicia de Diosm la cual es por Fe de principio a fin. En 1:18, Pablo comienza a explicar que la naturaleza humana siempre ha estado en contra de la voluntad de Dios y dice que todo ser humano que practica la maldad está bajo la ira de Dios y se merece la muerte (1:32) .Todos han pecado, unos conociendo la ley de lo bueno y lo malo y otros sin conocerla a plenitud. En 2:17, Pablo se enfoca en el pueblo judío que conoció la ley muchísimo mejor que el gentil y los condena por que su falta era mayor. Pues ellos teniendo el conocimiento no fueron capaces de cumplir y dice: “Tú que te jactas de la ley, ¿deshonras a Dios quebrantando la ley?” (1:23). En los versículos 25-29 Pablo dice que hay dos tipos de capacidades de obediencia una es la física representada por la circuncisión hecha en el hombre por el hombre y tiene que ver con el mandamiento o ley externa o sea que está fuera de nuestro ser, y la otra es aquella que es hecha por el Espíritu (no por el ser humano) y es hecha en el corazón y ésta operación en nuestro espíritu es la que lleva al ser humano a honrar a Dios (1 Corintios 6:17;Hebreos 10:15-18). En el capítulo 3 Pablo explica que todo hombre es pecador y Sólo Dios es justo. Veamos lo siguiente: Si todo gentil pecó sin conocer la ley perfectamente y todo judío pecó conociendo la ley perfectamente ¿A que conclusión podemos llegar? Romanos 3:9 dice: ¿A qué conclusión llegamos? ¿Acaso los judíos son mejores (porque conocieron las demandas de la ley)? ¡De ninguna manera! Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los gentiles están bajo pecado. ¿Qué pasa si algunos quisieran decir que si son justos por que conocen y guardan la ley? Veamos 3:19-20 Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto (culpable) delante de Dios. Por lo tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado. La ley nos acusa como pecadores, no nos ayuda a presentarnos como justos delante de Dios, sino que nos presenta culpables. Entonces, ¿Si no es por medio de la ley cómo podemos llegar a ser justos?¿Cómo podremos presentarnos ante de Dios sin ser hallados culpables? La respuesta la tiene Pablo en el evangelio: “pero ahora, sin la mediación de la ley , se ha manifestado la justicia de Dios, la cual dan testimonio la ley ( los libros de Moisés) y los profetas" (El Antiguo testamento de La Biblia). Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen . De hecho, no hay distinción, pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios (La perfección), pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó (3:21-24) .El versículo 26 dice: Pero en el tiempo presente a ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús. ¿Qué hay de aquellos judíos de raza ( y algunos gentiles que se sienten judíos y se cobijan bajo la ley) y se quieren jactar que la ley los llevará a conseguir la justificación, y con esta ley podrán presentarse ante Dios como justos? ¿Qué dice Pablo de ellos? Dice: "¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda EXCLUIDA. ¿Por cuál principio o norma? ¿Por el de la observancia de la ley? NO, sino por el de la fe. Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe, y no por las obras que la ley exige"(3:27-28). En el capítulo 4 de Romanos Pablo va a poner como ejemplo a Abraham el cual es conocido como el padre de la fe. El tuvo el deseo de agradar a Dios por medio de la fe. El creyó a las promesas que Dios le hizoy eso lo llevó a tener una relación íntima con Dios. Abraham no basó su relación con Dios a través de la Ley, pues ni siquiera se había dado y revelado. Abraham fue justificado solamente por haberle creído a Dios.Romanos 4:3 dice: Pues ¿Qué dice la Escritura? “Le creyó Abraham a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia” . Hasta aquí Pablo ha explicado que la ley le dice al hombre que es pecador y está condenado a la muerte, y por otro lado dice que el hombre solamente puede ser justificado si tiene Fe en Jesucristo. Romanos 5:1 dice entonces: “En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” . ¿Pero qué pasa si queremos tener paz con Dios tratando de cumplir las exigencias de la ley? Leamos Romanos 4:14, “Porque si los que viven por la ley fueran los herederos, entonces la fe no tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada” , Gálatas 3:10 dice: “Todos los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque está escrito: < Maldito sea quien no practique fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley>”, resultado: queda sin valor la fe y lo que Dios prometió, además quedamos bajo maldición. Estar bajo la ley es estar bajo maldición. En el capítulo 5 de Romanos Pablo explica que nuestra naturaleza humana heredó el pecado de parte de Adán , pero en Cristo heredamos la justificación por la medio de la fe en El. Pablo nos dice en 5:20 lo siguiente: “En lo que atañe a la ley, esta intervino para que aumentara la transgresión” o sea que Dios dio la ley no para que al cumplirla lleguemos a ser justos, sino para que nos revelara lo injustos que éramos y somos por naturaleza. Ya que heredamos el pecado en nuestro ser por ser descendientes de Adán. ¿Hasta cuándo tendremos que cargar con nuestraculpa por ser de naturaleza pacadora? Pablo dice que hasta que muramos.A menos haya otro camino , las buenas nuevas es que Si lo hay y es uniéndonos a Cristo. Si nos unimos a Cristo en su muerte, sepultura y resurrección nuestra condenación termina y comienza una nueva vida sin condenación así como Cristo resucitó de los muertos.(Romanos 6:1-10). En el capítulo 7 de Romanos Pablo va a explicar que así como un matrimonio existe hasta que uno de los conyuges muere, tambien nuestra relación con la ley terminó cuando morimos unidos a Cristo en La cruz. La ley y el compromiso que teníamos con ella terminó cuando morimos en Cristo. Al resucitar con Cristo en el bautismo salimos a una nueva vida. Ya no para vivir bajo la ley sino unidos a Cristo. La ley del pecado y de la muerte nos acusó como pecadores y nos mató. Pero Cristo nos resucitó y nos ha dado vida eterna. Jesús dijo: “Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y Cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida, ciertamente les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán” (Juan 5:24-25) Pablo, explica en Romanos 7:7-25 cómo la ley (del Sinaí) vino a descubrir en él su condición natural de pecador. Pablo, pensaba erroneamente que la ley le daría vida, pero descubrió que era todo lo contrario. Romanos 7:10 dice: “Se me hizo evidente que el mismo mandamiento que debía haberme dado vida me llevó a la muerte; porque el pecado se aprovechó del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató. Aquí, Pablo explica claramente que la ley del Sinaí es la ley del pecado y de la muerte.Pablo dice que la ley en sí es buena por que exige que se haga lo bueno, pero el ser humano por su herencia pecaminosa no lo puede lograr, así que la ley es buena pero el hombre está lleno de maldad y se convierte en nuestro acusador y nos lleva a la muerte. “Sabemos, en efecto, que la ley es espiritual. Pero yo soy meramente humano, y estoy vendido como esclavo del pecado”(Romanos 7:14).La ley nos mantiene esclavos, como presos en una cárcel. Ya vimos cuál es la ley del pecado y de la muerte, ahora veremos cuál es la ley del Espíritu de vida. En Romanos 8:3-4 Pablo dice que la ley del Sinaí no pudo librarnos porque nuestra naturaleza pacaminosa anuló su poder. Por eso Dios envió a su Hijo en condición semejante a nuestra condición de pecadores, para que se ofreciera en sacrificio por el pecado. Así condenó Dios al pecado en la naturaleza humana, a fin de que las justas demandas de la ley se cumplieran en nosotros, que no vivimos según la naturaleza pacaminosa sino según el Espíritu. La ley del Espíritu es: Cristo cumpliendo las exigencias de la ley del Sinaí en nuestro lugar. El vino a cumplir lo que Nadie pudo ni podrá cumplir. . La ley del Espíritu de vida está en lo que les dijo Jesús a los judíos en Juan 6:27-29 “Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre (Jesús). Sobre éste ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación. ¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? Le preguntaron. Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió- les respondió Jesús”. Aquí el mismo Jesús dice en qué consiste la nueva ley o voluntad de Dios para el hombre.Esta nueva ley es la ley del Espíritu y consiste en recibir por la fe o Creer en la persona que nos lleva a la vida: Cristo Jesús. Siguiendo con el mismo contexto mas adelante en el mismo capítulo 6 de Juan verso 40 dice:”Porque la voluntad de mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él, tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final”. Aquí, si sustituimos las palabras voluntad de mi Padre con ley del Padre equivale a lo mismo.Más adelante en el mismo capítulo Jesús vuelve a enfatizar que su ministerio es dirigido por el Espíritu y que sus palabras si eran creídas llevarían a los creyentes a la vida eterna, veamos lo que dijo en Juan 6:63: “El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida”.Más adelante, Jesús volvió a decir algo sobre la venida y obra del Espíritu Santo en los creyentes en él. Veamos Juan 7:37-39 :”En el último día, el más solemne, Jesús se puso de pie y exclamó: ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí , como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él .Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado arriba”. ¿Qué significa esto? Lo que significa es que los que creyeran en Jesús ya no estarían viviendo bajo el antiguo pacto del Sinaí, el de las tablas de la ley del pacto, sino estarían viviendo bajo el nuevo régimen o nuevo pacto: El del Espíritu. Pablo declaró lo siguiente al respecto:”Esta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo. No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios.Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra (Sinaí) sino el del Espíritu (enviado por Cristo); porque la letra mata, pero el Espíritu da vida (2 Corintios 3:4-6). Cómo funciona esta ley del Espíritu de vida: La historia del inicio de la iglesia misma nos relata cómo trabaja esta ley. Hechos 2:1-4 dice que llegó el Espíritu Santo en el día que los judíos celebraban la fiesta del pentecostés. Del versículo 14 en adelante vemos a Pedro impulsado con el poder del Espíritu Santo predicando el primer mensaje del evangelio. Al llegar al versículo 36 Pedro presenta a Cristo crucificado a los oyentes, al escuchar éstos el mensaje se sienten profundamente conmovidos y culpables y preguntan que deben hacer.Aquí viene la nueva ley a cumplir, Pedro les da las siguientes instrucciones: Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesús para perdón de sus pecados—les contestó --, y recibirán el don del Espíritu Santo. El versículo 41 dice:”Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia unas tres mil personas. La ley del Espíritu de vida es la respuesta a la gracia de Dios por el pecador, creyendo que Dios le puede salvar y pasar de la muerte a la vida por los únicos y sólos meritos de Cristo (hechos 4:12).Efesios 2:4-10 dice: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dió vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Porque por Gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras para que nadie se jacte. Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. Entonces, ¿Cómo nos libra la ley del Espíritu de vida de la ley del pecado y de la muerte? 1. Perdonándonos todos nuestros pecados, pasados, presentes y futuros Hebreos 10:10 y 18; Colosenses 2:9-15) ; 2. Viniendo a morar o vivir en nosotros el Espíritu Santo y esto produce una regeneración en nuestro espíritu (Juan 14:15-21 ; Tito 3:3-7). ¿Qué produce la ley del Sinaí? Provoca el pecado, nuestra naturaleza pecaminosa se activa, nos lleva al pecado y al pecar nos condena a muerte y no podemos quitarnos éste problema el cual es como un preso que está en una carcel y no puede obtener su libertad (Romanos 7:7-11; Gálatas 3:23).¿Qué produce la ley del Espíritu? La palabra de Dios dice: “ Jesús les dijo:--Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, seran realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:31-32). ¿A qué verdad se está refiriendo Jesús? Si seguimos el contexto del mismo capítulo ahí mismo Jesús lo dirá: “Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado – respondió Jesús. Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres” (Juan 8:34-36). ¿Qué conclusiones podemos sacar de éstas declaraciones de Jesús? 1. Que todos los humanos pecan y son esclavos del pecado 2. Qué el esclavo o pecador no permanecerá para siempre, morirá excluido 3. Que sólo él (Jesús) puede librarnos o salvarnos de nuestra condenación 4. Sin Cristo el hombre no puede tener una verdadera libertad del pecado ¿Podrá el discípulo de Cristo vivir con la libertad que Cristo le ha dado y a la misma vez vivir tratando de guardar una ley que lo mantiene preso en esclavitud? ¡Claro que NO! o vivimos Libres en Cristo o estamos en muerte tratando de cumplir la ley en esclavitud? Pablo le dijo a los Gálatas: “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténgase firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud” (Gálatas 5:1). “Pero ahora, al morir a lo que nos tenía subyugados, hemos quedado libres de la ley, a fin de servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito”(Romanos 7:6). ¿Qué nuevo poder nos da el Espíritu a fin de servir a Dios? El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene éstas cosas.El Espíritu Santo tiene el poder de tranformar nuestro ser llevándonos día a día a un progreso espiritual en nuestra semejanza a Cristo. El Espíritu nos ha llevado a la libertad y nos mantiene en ella. “Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos tranformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu 2 (Corintios 3:17-18). La ley escrita en tablas de piedra declaraba la voluntad de Dios pero no daba el poder o capacidad al ser humano para cumplirla plenamente, la ley del Espíritu regenera al hombre internamente y lo transforma a la semejanza de Cristo. Así, concluímos que para que el hombre sea libre del poder del pecado, deberá ser liberado por Cristo a través o por medio del Espíritu. Será regenerado y siendo transformado progresivamente así como se deje guiar por el Espíritu Santo. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios (no por una doctrina denominacional, ni por la ley del Sinaí) son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar:<¡Abba ! ¡Padre!> El Espíritu mismo le asegura a nuestro Espíritu (no la ley del sinaí, ni nuestras obras) que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria” (Romanos 8:14-17). ¿Cómo podemos crecer espiritualmente como hijos de Dios guiados por el Espíritu? A través de las enseñanzas de Jesús y sus apóstoles, las cuales están grabadas en el nuevo testamento de la Biblia. ¿Quiere decir que lo que está escrito en el antiguo testamento no nos es útil? Lo que se quiere decir es que lo que está en el antiguo testamento es antiguo o pasado, y podemos aprender de ello viendo cómo se fue desarrollando la historia del plan de Dios. La diferencia del antiguo con el nuevo es como su nombre mismo lo dice es lo “NUEVO” y definitivo. Mateo 17:1-5 nos narra la historia de la tranfiguración. Jesús sube a una montaña con sus discípulos y allí cambió su apariencia, su rostro resplandeció como el sol y sus vestiduras se hicieron blancas como la luz. Se aparecieron a su lado Moisés y Elías y hablaban co él.Mientras Pedro hablaba se apareció una nube de luz y los cubrió, entonces se oyó una voz desde la nube que decía:<<Este es mi amado, en quien tengo complacencia; a él oíd>>¿Qué significa ésto? Qué Moisés representaba la ley y Elías a los profetas y juntamente ambos representan el antiguo testamento, y que había llegado uno superior a ellos a quien los apóstoles deberían escuchar como nuevo maestro. Como Cristianos no podemos vivir en el antiguo pacto sino en el nuevo, en el del Espíritu . “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! (2 de Corintios 5:17). Demos gloria y alabanza a Dios por regalarnos la oportunidad de vivir dentro del nuevo pacto inaugurado por Cristo y continuado por el Espíritu Santo. Que Dios le bendiga en Cristo. Atentamente, su hermano en Cristo: José Luis Escalante Iglesia de Dios Evangélica , Santa Fe Springs, Ca. Oprime Aqui Para Volver a la Pagina Principal |
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