Quien recibe a un niño... Periodista: ¿se cuentan cosas de la vida cotidiana? Monseñor Laguna:...No soy Grassi sino todo lo contrario: más bien nunca he sentido afinidad con los niños, pero por este chico... (refiriéndose al hijo del rabino Mario Roijzman). MUJER*Clarín* martes 22 de agosto de 2000. Pag 10 Entrevista a dos "amigos inseparables": Monseñor Laguna y el rabino Mario Roijzman. Si alguno quiere ser el primero. ....si alguno quiere ser el primero, que se haga el último y servidor de todos,. Después tomo a un niño, le puso en medio de ellos, lo abrazó El es dijo: El que recibe a un niño como este en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado. San Marcos 9, 35-37. Mt 10,40. Lc 10,16. Jn 13,20. Josefa Mansilla (Argentina) Los Católicos somos como los Fariseos Muchas veces nos quejamos de nuestra Santa Madre Iglesia, como si fuera la causante de nuestros males y no se hiciera nada desde el Clero, pero nosotros como católicos dejamos mucho que desear, ya que nos comportamos como dice Nuesrto Señor Jesuscristo como fariseos hipócritas que se fijan en el fondo y no la forma. Esta actitud la tomamos frente a los Sacramentos que cumplimos y hacemos cumplir a nuestros hijos durante nuestra vida, ya que nos fijamos en el maquillaje para concurrir a los actos, en el vestido del homenajeado, en las luces aggiorno de la Iglesia en las flores y la alfombra roja... en todo eso que no es más que el continente y no el contenido de algo tan importante como los sacramentos. Somos tan ciegos, que no podemos ver ni vernos lo privilegiados que somos al ser el Pueblo elegido de Dios, el único Pueblo por otra parte, ya que sólo la Iglesia Católica Apostólica Romana salva (Dominus Jesus, documento Papal del mes de septiembre) Luego después que todo pasó y el ruido del mundo nos envuelve, el diario trabajar, caminar, la ciudad, el stress y vivir, hacen que olvidemos completamente el hermoso acto en que fuimos partícipes y a la vez testigos. ¿Acaso para sanar nuestro espíritu no usamos el yoga y otras disciplinas orientales -y fíjense que digo disciplinas porque sólo eso son-, en vez de recurrir al Unico que puede satisfacer nuestras necesidades si aprendemos a rezar correctamente?. Porque si nos tomamos el trabajo de aprehender las técnicas de respiración y demás subterlujios de semejantes seudoreligiones, ¿acaso no es posible saber rezar en debida forma? Al fin y a cabo, ¿rezar no es menos fatigoso que saber técnicas y otras de tai-chi-chuan, reiki y demás? Otro tema es el celo con que defendemos a la Iglesia. No he escuchado que en las conversaciones coloquiales, al salir algún tema relacionado léase divorcio, satanismo, excomunión y otros- que se defienda la postura de la Iglesia que por otro lado es clara, concreta y sobre todo respaldada por siglos de doctrina: ¿Quién no ha escuchado críticas a la iglesia y las a tomado por ciertas sin preguntarse si no es una mentira de los enemigos de la Fe para apartarnos del Verdadero Camino?, ¿quién, incluso, no ha repetido esas iniquidades y sentirse tranquilo de no ser descubierto quizás como católico?. Porque seamos realistas, ser católico hoy día parece ser mala palabra, hasta peyorativa, como si nuestra forma de pensar fuera nociva, anacrónica, ocultista, medieval, de cazadores de brujas, de la Inquisición, etc. ¡Qué curioso! En un tiempo en que se habla de libertad para expresar nuestro pensamientos, en donde todo da igual y todos somos iguales, a nosotros los católicos nos mandan a callar...¿Será porque no conviene que se escuche nuestra voz que contiene la Verdad revelada?. Tenemos nuestra biblioteca llenas de libros de libros de auto-ayuda orientales comprados en la avenida Corrientes y no somos de capaces de caminar unas cuadras más y meternos en librerías católicas autorizadas y enbebernos de las ricas doctrinas de los Primeros Padres (San Atanasio, San Irineo, y otros) que son verdaderas bocanadas de aire fresco sobre este mundo tan convulsionado, desordenado, y que quiere salvarse solo, y estos Santos tienen soluciones inspiradas en lo eterno para todos nuestros problemas. Estemos atentos, nos dijo Jesús, porque no se sabe cuando pero ese día llegará, en que seamos juzgados por nuestros actos y dichos y no seamos dignos de estar en presencia del Creador, porque ensuciamos nuestra alma con habladurías y pecamos contra el mandamiento de no dirás mentiras ni jurarás en falso.Por otra parte cuidémosnos de quedar bien con nuestros parientes, amigos, conocidos, de diferentes creencias, y a la vez querer cumplir con los mandamientos ya que no se puede servir a dos señores, y no sea cosa que escuchemos del Unico Bueno puesto que no fuísteis ni tibios ni calientes, os vomitaré de mi boca. Luis Moreno Palacios (Perú) |
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