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Las Ruinas de San Ignacio: turismo religioso.

Las Misiones Jesuíticas en la Provincia de Misiones:

Los religiosos que desplegaron más actividad en nuestra Argentina, para educar a los indígenas fueron los jesuitas. Se ubicaron en una extensa región regada por los ríos Paraná y Uruguay, en lo que hoy forma parte de la Provincia de Misiones y el este de la Pcia de Corrientes; se extendían también por el sur del Brasil (Río Grande), y Paraguay. La misión consistía en un pequeño pueblo, con una plaza en el centro. Los indios sembraban las quintas y obtenían de ellas sus alimentos: maíz, papa, mandioca, legumbres. Cuidaban también el ganado.

Los jesuitas enseñaban a los indios a trabajar y leer y escribir en guaraní. Algunos aborígenes llegaron a ser artistas, es decir, buenos pintores y escultores. Otros, excelentes operarios: agricultores, carpinteros, herreros, albañiles, etc. Todo estaba reglamentado y vigilado por los padres, y los indígenas se sentían satisfechos y entraban así en la civilización y la evangelización.

Aunque las Misiones Jesuíticas se convirtieron en ruinas con la guerra de fronteras de 1817, son de una hechura tan noble que aún hoy conservan su estructura, pudiéndose apreciar por indicios la forma organizada y civilizada en la que se vivía, aprendía y crecía en el espíritu del Evangelio.

Otras misiones religiosas:

A partir de 1631, la actividad de la orden ignaciana se concentró a lo largo de las márgenes de los ríos Uruguay y Paraná, y se levantaron diez reducciones: San José; Apóstoles; Corpus; Santa Ana; La Candelaria; Santa María la Mayor; San Javier; Loreto y la más importante San Ignacio Miní. Aunque nos detendremos sólo en las obras dejadas por los jesuitas, recordemos de paso que los franciscanos, mercedarios y dominicos evangelizaron a los indigenas de Argentina por medio de misiones. Los franciscanos crearon establecimientos en Paraguay, en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Tucumán, etc. Contaron con misioneros tan notables como san Francisco Solano, que actuó en Tucumán a comienzos del siglo XVI. Los mercedarios y dominicos procedían de Chile y Perú. Desempeñaron importante papel en la evangelizaciáon de los calchaquíes, en el noroeste, y los guaraníes, en el litoral.

Cómo llegar:

Primeramente, ubiquémosnos en la provincia de Misiones, bien al norte del mapa nacional; luego, apuntamos en el mapa la ciudad de Posadas, la capital de Misiones. Allí el turista llega por autobús o avión, se aloja, y aprovecha la ciudad como punto de partida a varias excursiones: las famosísimas cataratas del Iguazú, a varios kilómetros de distancia, y también a San Ignacio, población dentro de la cual (o al lado de la cual) se encuentran estas reducciones de la Compañía de Jesús. San Ignacio queda a 56 kilómetros de Posadas; se llega en cómodos autobuses en no mas de hora y media de viaje.

Declaradas monumento histórico nacional y patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO; San Ignacio Miní (Pequeña San Ignacio)fue fundada por los misioneros de la Compañía de Jesús.

Partes de las ruinas están dentro del trazado urbano; otras, en las afueras, no muy lejos. Alrededor del año 1700 llegó a tener una población indígena de 4500 personas.Hoy puede visitarse en el lugar el espectáculo de luz y sonido donde se revive la historia entre los siglos XVII y XVIII con la llegada de los jesuitas.

Para sacar fotos:

El lugar es muy pintoresco, y es recomendable estudiar previamente por libros o buscar en la web información técnica e histórica de las reducciones jesuíticas; por lo general, el guía turístico suele ser brasileño, por lo que la barrera idiomática le impide ser demasiado "locuaz"; y si es argentino, su explicación histórica es bastante anticlerical-anti colonización, lo que te puede amargar la excursión si vas desprevenido. Te recomendamos los capítulos de este sitio sobre la verdad de la colonización.

Lo que sí, llévate muuuchos rollos de foto; o la cámara bien predispuesta; dentro de la provincia de Misiones, vayas a donde vayas, es un espectáculo de colores, aromas y habla por sí sola de la maravillosa creación del Señor.

No Problem:

La excursión no es demasiado cara, como tampoco lo es alojarse en Posadas; incluso los europeos que van a Buenos Aires se hacen una escapada en avión para conocer estos lugares. Tampoco hay alimañas donde el humano se concentra (a no ser que uno se interne irresponsablemente en la selva misionera); así que ¡ A disfrutar! Un viaje en el tiempo, con mucho para aprender y pasarla bien.

Links externos: sitio oficial de la Provincia de Misiones: http://www.misiones.gov.ar