"Ve a mostrarte al sacerdote"...Mateo 8,4
La ley mosaica no permitìa que los leprosos se reincorporasen a la sociedad si antes no se hacìan examinar por los sacerdotes, los cuales juzgaban si estaban curados. La lepra es la figura del pecado. Por esto, en la ley nueva Jesucristo impone confesar los pecados al Sacerdote, para obtener el perdòn. "Que nadie diga: yo hago penitencia secretamente delante de Dios, y basta que Él, que es quien debe perdonarme, conozca la penitencia que hago en mi corazòn. Si asì fuese, Jesùs no habrìa enviado los leprosos a los sacerdotes, ni tampoco habrìa dicho a los sacerdotes: "Lo que desatareis sobre la tierra desatado serà en el cielo"; habrìa dado inùtilmente a la Iglesia las llaves del Paraíso, si cada uno pudiese abrirlo por í mismo. No basta, pues, confesarse a Dios, sino que es necesario confesarse a aquellos que han recibido de Él el poder para atar y desatar" San Agustìn.
Por otra parte, una frase Jesuita dice " Si no tuviste vergüenza de pecar, porqué tendrìas que tener verguënza de confesarte?"