En efecto, Santa María, después de la crucifixión,  muerte y resurrección de Nuestro Señor, se retiró a vivir con San Juan Evangelista,  ya que así lo ordenó Cristo en la Cruz.  ¡Qué privilegio el de las primeras comunidades cristianas al tener a la Virgen entre sus filas!... . María así, vivió una existencia pacífica y devota hasta el día de su muerte, se cree, cerca de los sesenta años. Y luego murió pues si bien Dios le concedió todos los privilegios como a ningún otro ser humano, estaba sujeta al dolor y a la muerte como todos nosotros.

La muerte de Nuestra Señora se la define como “Tránsito de la Virgen”, “Asunción”, y en las Iglesias Ortodoxas como “Dormición”. Muchos Iconos e imágenes representan este momento tan crucial en la vida de la Virgen, así en el manual de Pintura del Monte Athos (ortodoxo) describe en estos términos el acontecimiento en el Capítulo 394:  “En una casa, yace la Muy Santa en Cama.  La Madre de Dios tiene las manos cruzadas. Un hebreo delante de la cama tiene las manos cortadas, y ante él se erige el Angel blandiendo su espada.  A los pies de la Virgen el Apóstol Pedro y cerca de su cabeza, San Pablo y Juan el Teólogo (evangelista).  Sobre ella, planea Cristo que tiene en sus brazos su alma santa, revestida de blanco; en torno a Cristo hay mucha claridad y un séquito de ángeles”.  Según la tradición esto es un símbolo que la muerte de María es la imagen original de nuestra resurrección... los Apóstoles que ya han propagado la nueva fe por todo el mundo se reúnen una vez más ante el catafalco. Frente a numerosos testigos del evento, los tres Arcángeles Mayores llevan el cuerpo de Ella, y  Cristo coloca en la cabecita de la Virgen (ya despierta en la eternidad) una corona imperial nombrándola “Reina de todo lo creado”.

La historia nos da el nombre de este hebreo: Jechoniak, que intentó hechar por tierra el ataúd de la Virgen Madre de Dios; para expiar este sacrilegio un ángel le cortó las dos manos.

Es increíble como los judíos, enterándose de la muerte de la Virgen no se les ocurrió mejor idea que intentar aventar el cadáver por tierra, sin pensar que la Muerte termina con nuestra vida terrenal, y que DIOS NO PERMITE QUE NADIE TOQUE A LA VIRGEN.

EL MILAGRO DE NUESTRA SEÑORA DEL TRÁNSITO.

La leyenda de esta advocación cuenta que su imagen fue realizada por los mismos ángeles. En Zamora, se fundó un convento de Madres Descalzas de Santa Clara, y la superiora de sta fundación Sor Ana de la Cruz, después de veinte años de labor, decidió pasar sus últimos tiempos en su provincia natal Gandía, pero no quiso irse sin antes darle al convento una imagen de “la Virgen en Tránsito”. Sin embargo, las monjas no tenían dinero para encargarla. Un buen día concretamente el dos de mayo de 1618, llamaron a la puerta de la clausura dos hombres jóvenes preguntando por la madre abadesa.  Cuando hablaron con ella le dijeron que sabían de su deseo de tener en el convento una imagen de la Virgen del Tránsito, y que ellos podían hacérsela a cambio de techo y comida.  Las monjitas accedieron a la petición y fueron alojados en las cuadras.  Ellos pusieron una condición,que no se los molestara ni se viera el curso del los trabajos de talla.  Así se hizo, y cuando había pasado media jornada, la abadesa ordenó que se les lleve comida y agua a los jóvenes, pero las monjas no encontraron a nadie, y allí estaba la imagen de la Virgen reposando tranquilamente en su lecho con sandalias de plata, un sol y una luna en cada una de  ellas como  adorno.  La talla permaneció en la clausura hasta el año 1747, en donde se trasladó a la capilla pública.

La fiesta es el 16 de Agosto y los lugareños, van a cantarle a la Virgen y a besar sus pies pidiéndole lo que necesitan con fervor cristiano.

En la Argentina hay un templo dedicado a la Virgen del Tránsito:

Tránsito de María Santísima: Teniente General Perón 3333. Capital Federal

Si conoces otros templos dedicados a esta Advocación de la Ssma Virgen, escríbenos.

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