Lic .Diego A. Rómulo
Para todos mis amigos
Enófilos o los que comienzan recién a descubrir este maravilloso brebaje fruto
de la vid, les mando esta guía de degustación para el principiante que con
mucho amor he confeccionado.
En una copa incolora,
imprescindible para poder apreciar los matices del vino (nunca vaso,
es de pardo, tomar vino en vaso es como usar mocasines con medias tenis),
vamos a examinar en primer lugar su color y aspecto. Se puede ver brillante,
resplandeciente o por el contrario mate o velado, como opaco. El color de los
vinos tintos cambia con el pasar de los años de un rojo violáceo hacia tonos
púrpura, rubí bermellón (optimo) y luego se van poniendo ambarinos hasta
finalmente atejados. Los vinos blancos (para las chicas) pueden ser de color
amarillo muy pálido o más sostenido, matiz limón, reflejos dorados o casi
verdes, la diversidad de tonalidades dependen del vino, al envejecer en todos
los casos van hacia el cobrizo y luego se van amarronando. |
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CONTACTO VISUAL____________________________________________________
Al
girarlo lentamente en la copa (además de quedar re-cancheros) el vino deja en
las paredes “lagrimas” o “piernas” que afirman la presencia de glicerol, lo
que ya nos prepara para sentir untuosidad y redondez en la boca cuando lo
escabiemos. AVISO: No se ceben con
el agite, este debe ser lentamente para ver las lagrimas, no me hagan la gran
Gato Dumas ® por que se van a perder aromas que son lo que sigue. |
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BOUQUET DE
AROMAS_________________________________________________
El vino ya nos adelanto,
nos insinuó algo, a través de la vista pero realmente se empieza a descubrir
por la nariz o sea por sus aromas, acá el secreto esta en concentrarse en las
sensaciones que percibimos al inhalar y, en ese preciso momento, apelar a
nuestra memoria olfativa, puede
producirse algo mágico, que el vino nos transporte a situaciones del pasado a
través de un olor: mamá haciendo una mermelada, un día en el campo con su
particular aroma herbáceo o tal vez floral, a veces ni siquiera podemos
identificarlo, es el olor a una situación o a la casa de alguien, es muy
loco, no sé, puede ser cualquier cosa
pero lo que les aseguro es que será placentero. Dentro de los aromas mas
comúnmente percibidos en los blancos encontraremos ananá, membrillo, pomelo
rozado, en el caso de los sauvignon blanc y olor a pan tostado y miel en
el caso de los Chardonay más maduros. Los tintos son habitualmente
frutados, bayas rojas o negras caracterizan la juventud, por ser estos aromas
primarios y secundarios (provenientes del grano de uva “varietal” y de la
fermentación tumultuosa respectivamente) transformándose luego en Bouquet, el
encanto de los vinos maduros, en los cuales uno encuentra notables aromas de
nueces, tabaco, trufas, cuero, etc.
Aromas terciarios, están
presentes en aquellos vinos que han sido “Criados” por microoxigenacion en
barricas de roble frances/americano y terminados en botella, por lo cual
habrá que gastarse unas rupias en ellos, igual a no quejarse por que vinos
Argentinos de $9 o $10 para arriba son de una excelente calidad para ese
precio, pero como dijo el Lic. en Tec. Ind. de Alimentos y Enólogo Piuzzi: “para
saber si un vino es caro hay que poner en la balanza el esfuerzo que me costo
ganar esa guita contra el placer que me produjo degustar ese vino”. |
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En lo que se refiere a la
estructura, el vino se califica de “Caliente” cuando es muy alcohólico
(no hay que romperse la cabeza, te calienta el pico Joder!!) La acidez y los
taninos (sust. colorantes y astringentes) conforman el “Nervio”, el
“Cuerpo” que puede ser liviano, caso frecuente de los tintos muy jóvenes o
“amplio”, “rico”, “sólido”, “generoso” o “armonioso” cuando todo se funde en
una redondez agradable (redondez es cuando todo se conjuga y nada sobresale)
esto es típico de las grandes añadas y de los vinos bien criados.
La duración en la boca
significa la persistencia del gusto en las papilas, de ahí salen las
denominaciones “largo de boca” o “corto de boca”. El sentido del tacto registra
el buen paso del vino por la boca (aterciopelado, untuoso, seco, áspero o
astringente en demasía).
La fineza y la
agradabilidad de un vino es la sumatoria de las delicadas sensaciones que
percibe cada uno de los sentidos.
La degustación requiere un esfuerzo de concentración. Por supuesto es recomendable abstenerse de fumar previamente, como así también de beber café y ni hablar de hacerse gárgaras de espadol. También es importante no utilizar colonias o perfumes que puedan molestar, sobre todo, a los demás degustadores. Los perfumes pueden llegar a producir problemas serios, pero se debe ser intransigente: una mano perfumada no solo impregna la copa sino que falsea la percepción olfativa de los degustadores cercanos, así que, Tías o abuelas muy perfumadas afuera!. |
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Para buenos vinos, buenos
amigos y buenos momentos.
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