¿Qué es realmente lo verdadero?

 

¿Qué es realmente lo verdadero?, ¿Existe en verdad algo verdadero o todo es una simple ilusión?

¿Será que tanto nuestros sentidos como nuestra razón nos engañan? De acuerdo a Platón, si, nuestro mundo es sólo el reflejo de un mundo original y perfecto –el mundo de las ideas- Topus Uranus. Si esto es así entonces vivir no es vivir, será solo, un monótono  existir; pensar no es pensar, será solo imaginar. Por lo visto, en este mundo no hay cabida para el mundo inteligible.

 

Si estamos condenados a vivir en una caverna y estamos conscientes de nuestra situación, llega entonces un punto en el cual elegiríamos esa condición de vida. Entonces ¿tendrá el hombre potencial de salir o simplemente elige quedarse en la caverna? Ciertamente Platón deja un vacío en ese cuestionamiento, pero muy sutilmente parece indicarnos que todos podremos salir guiados por un solo hombre- el rey filósofo.

 

Sin embargo por qué habríamos de estar supeditados a la voluntad de un solo hombre, ¿Acaso la visión de la verdad seria exclusiva de una sola persona? Tal vez no sea la caverna la que nos encadene a la ilusión y nos prive de la realidad, tal vez sea precisamente nuestro redentor-el rey filósofo el que nos mantenga atrapados en un mundo de engaños pero si no esta él, si no viene a rescatarnos,¿ Podríamos salir algún día por nuestra propia cuenta? Pareciera ser que Platón nos niega esa posibilidad, convirtiendo a nuestro mundo no sólo en un lugar de ilusiones, sino también en un mundo de encarcelamiento.

 

El inminente determinismo de Platón nos arrebata toda posibilidad de ser enteramente libres, estamos eternamente condenados a una determinación original- nuestro lugar en el Mundo de las Ideas. 

 

O probablemente sea todo lo contrario; somos entera y completamente libres, pero nuestras cadenas nos las ponemos nosotros mismos mediante la ignorancia y el deliberado deslinde de nuestras responsabilidades para lograr salir de la caverna.

 

Aun así y a pesar de todo esto, nuestro panorama actual no parece ayudar en cosa alguna. Un mundo tan materialista, tan superficial opaca nuestras mentes del verdadero fin como seres humanos. En un lugar donde los bienes materiales son considerados superiores a los bienes espirituales, no hay lugar para preocuparse por la búsqueda de La Verdad. En este caso parece ser correcto que el cuerpo es la verdadera prisión de la mente o mejor dicho, que el mundo es la cárcel de la mente.

 

Para concluir este ensayo quisiera aclaras que todo esto es una mera suposición, ya que todo es posible en el vasto mundo mágico de la filosofía, tal vez por esto, los problemas que se planearon los grandes filósofos han trascendido a lo largo de la historia para establecer su subjetiva realidad.