TENDENCIAS DE LA PLANEACIÓN:

 

INTRODUCCIÓN.

Indudablemente tiende a enriquecer el conocimiento la búsqueda de información sobre un tópico tan escaso, poco específico y a la vez múltiple como es el tema de la planeación vista desde la óptica de sus tendencias. Ni en la bibliografía ni en la infografía consultada se verifique la existencia de tendencias de la planeación como tema conceptual específico. Ahora bien de dicha consulta se verifica la relación directa de las tendencias con los “enfoques” de la planeación, los “modelos” de planeación, los “tipos” de planeación o las “formas” de planeación; existen las tendencias a planificar desde el punto de vista de determinado enfoque, de determinado modelo, de determinado tipo o desde determinada forma. Sin embargo desarrollar alguno de estos tópicos sería profundizar en las asignaciones que le corresponde a otro miembro o cursante del postgrado, contradiciendo con ello las pautas dictadas por el instructor.

Consultados diferentes diccionarios tanto de la lengua española como de sinónimos y antónimos se determina que la palabra tendencia tiene relación directa con dirección, perspectiva, inclinación o las diferentes tendencias en materia de planeación. Ahora bien, una vez consultada la bibliografía al respecto se direcciona la información encontrada hacia un modelo o una tendencia de la planeación, por ejemplo: tendencias de la planeación estratégica, tendencias de la planeación on line, importantes tendencias de la planeación contemporánea de ciudades, tendencias de la planeación del entrenamiento, nuevas tendencias de la planeación del desarrollo local en América Latina y el Caribe, tendencias de la Planeación de la Producción, Tendencias de la Planeación y del Tráfico, entre otras.

Aún así, se escogen para este trabajo las siguientes tendencias de la planeación: la Planeación Racional, la Planeación Comprensiva, la Planeación Incremental (incrementalismo disjunto), la Planeación Estratégica, la Planeación Adaptativa y la Planeación Normativa.

En otro orden de ideas, considero importante señalar, ya que para la distribución de los trabajos el profesor manifestó el interés de conocer el área de trabajo de cada integrante del postgrado, expresar mi punto de vista sobre la planificación, el cual resulta coincidente con puntos de vista señalados por la doctrina

Decidir en una organización no es un asunto fácil. La dinámica de los sucesos le imponen a la gerencia tomar decisiones que luego se tienen que justificar. Aun así, el gerente por lo común no tiene libertad total para elegir: es portador de las decisiones de la organización.

 

Desde este punto de vista la planificación tiene un interés primordial para que las organizaciones sean privadas o pública como la que me toca Gerenciar, elija su futuro en vez de sufrirlo. Planificar es en esencia, tratar de someter, bajo una voluntad, el nivel de los acontecimientos del día a día, que al fin inciden en la rapidez y dirección del cambio que sin poder evitarse, ocurre en el ámbito institucional. Todos tratan de tener el control sobre la dirección o rumbo de los hechos; es decir, que los demás también pretenden conducir las instituciones y muchas veces con más éxito que uno mismo.

 

Al considerar que planificar es conducir conscientemente, la alternativa que se plantea es planificar o ser esclavos de las circunstancias. Así, negar la planeación es negar la posibilidad de decidir sobre el futuro y aceptarlo con pasividad, como venga. "Si el hombre, un gobierno o una institución renuncian a conducir, y si dejan conducir renuncian a arrastrar y son arrastrados por los hechos; renuncian a la principal libertad humana que es intentar decidir por nosotros y para nosotros a dónde queremos llegar y cómo luchar para alcanzar esos objetivos" (Matus, Carlos. Política, planeación y gobierno. Fundación ALTADIR. 1987, p.23).

 

El debate ya no se centra en la necesidad de la planeación sino en las tendencias utilizadas. Todos queremos planificar en una organización pero, ¿cómo planificar?

 

Trabajar en planeación institucional implica optar por una perspectiva, por ejemplo la estratégica que sustenta una tendencia de planeación, tendencia que debe mantenerse en los diferentes niveles en que se trabaja. Si elegimos abordar dicha tendencia de planeación, se debe abandonar las tradicionales utilizados para otro modelo de planeación. 

 

 

EL CONCEPTO DE PLANIFICACIÓN Y SUS TENDENCIAS.

 

Es costumbre, realizar una descripción del tema de la Planeación desde el punto de vista de su evolución en los ambientes comercial e industrial, ubicando su origen en Francia como consecuencia de la Revolución Industrial, donde se comenzó a utilizar la Planeación a corto plazo, luego, y como consecuencia de los inconvenientes de la industrialización, se originan las tendencias de planeación a mediano y largo plazo.

 

En tiempos no muy remotos, de acuerdo con la descripción anterior, se implementa la Planeación Estratégica, la cual toma como referencia fundamental al entorno o ambiente. Después y como conclusión, en el ambiente corporativo, se toma como punto de llegada en el desarrollo de la planeación, a la Administración Estratégica.

 

Se incluye en este análisis crítico, previsto por la materia Planeación Estratégica y Toma de Decisiones del Postgrado de Gerencia de la Universidad Yacambú, un enfoque académico en el cual se realiza una reseña elemental de las principales tendencias de la planeación desarrolladas a través del lapso de tiempo que esta disciplina ha sido señalada como objeto de estudio por sí misma.

 

Sin embargo vale la pena tomar en cuenta que, por ser la planeación una de las cuatro etapas de la administración, no se debería considerar aisladamente sino en integridad con la dirección, la organización y el control.

 

La planeación es una de las tareas del ser racional que hace uso de las ideas o del pensamiento como antesala de la acción enfocada hacia el logro de determinados fines. Es tan antigua como el mismo hombre, nació con el, siempre ha estado unida a los actos que el humano, como ser individual y como ser social, ha acometido. Acordémonos de aquellas labores de cacería que nuestros antepasados implementaban con la finalidad de adquirir alimentos, siempre ha sido arma insustituible en las luchas entre agrupaciones sociales en el logro de bienes tangibles y de las propias tierras.

 

Aún así, el pensamiento del hombre dirigido hacia esa disciplina que lo distingue del resto de la especies, es relativamente nuevo. Ya se habían explotado casi todos los campos del conocimiento, cuando se dirigió la visión hacia esa actividad intelectual que antecede a la acción.

 

Aún mas nuevo es el trato conceptual que se le ha dado a la planeación. Tal término y concepto se empezaron a aplicar y documentar, según Pierre Massé (1965), cuando el Cardenal de Richelieu (1585-1642) afirmaba que "los estadistas deberían anticipar lo que podría suceder, y elaborar planes para integrar armónicamente el presente y el futuro".

 

En los recientes pasados 100 años es que los estadistas han usado la planeación siendo sus principales usuarios y promotores. En el siglo actual, la planeación empezó a tener un uso real en algunos gobiernos, la Unión Soviética la adoptó como forma básica de administración. La extinta república realizó en 1920 un “Plan Estatal Único” y oficializó durante el lapso 1928-1932 el primer “Plan Quinquenal”. Se creó una comisión estatal de planeación para su diseño y operación, que sumado a eso analizaría los programas de cada departamento, región y república para integrarlos a los planes globales.

 

En esos años, los países capitalistas de libre mercado, equivocaron el concepto de planeación, por cuanto lo relacionaban con el régimen socialista contrario al que éstos países ejercían. Se le consideraba como antítesis de democracia y  de la libertad. La veían como un instrumento que podía bloquear la mecánica de laissez-faire ("dejad que los eventos sigan su curso natural"). En una administración capitalista, el Estado sólo debe vigilar que no haya interferencia con el "curso natural de los eventos", es decir, procurar que el libre mercado sea eso, precisamente (Sachs, 1980).

 

A causa de la famosa "gran recesión" de los estados Unidos (años 30), se comenzó a ver la planeación, como un mecanismo efectivo de control racional sobre los procesos económicos y sociales. Posición que se profundizó cuando Francia (capitalista), se recuperó de la Segunda Guerra Mundial, a través de una planeación en la cual se prescindió de una oficina central que concentrara el poder de decisión, como sucedía en la ex-Unión Soviética.

 

Se transformaba así la visión que se tenía de la planeación, se empezó a comprender que ésta puede ser útil en cualquier régimen económico y que no es propiedad de ninguna ideología política. Se entendió que lo mismo puede incrementar la efectividad de una democracia descentralizada que una autocracia centralizada.

 

La globalización que la planeación ha logrado aglutinar en tiempos recientes, en unión con su naturaleza interdisciplinaria, la convierten en una disciplina no muy simple, no pudiendo ser efectuada como una tarea mecánica, y apoyada en formatos preestablecidos. La doctrina de los dedicados a esta materia, han dado vida a varias tendencias, las cuales, a diferencia de lo sucedido a las teorías de las ciencias exactas, no pierden vigencia con el surgimiento de nuevos conocimientos. Los tendencias de planeación surgen con la intención de darles aplicabilidad, y no tanto para descartar a las anteriores. Así, en la actualidad se encuentran vigentes diversos tendencias o maneras de realizar planeación.

 

Debido a que la planificación es una disciplina de reciente aparición (hace sólo tres décadas ha sido considerada como tal), se encuentra en un estado de incipiente evolución. Enseguida se hace una breve descripción de los tendencias que por su fundamento teórico, han alcanzado un lugar en la historia de esta actividad intelectual. 

 

PLANEACIÓN RACIONAL.

Después de liberar a la planificación de la etiqueta ideológica con que había sido identificada, surge una tendencia que intenta implantar en ésta el racionalismo cartesiano del método científico, que se encontraba en auge en las ciencias de la economía, sobre todo en lo referente a la toma de decisiones respecto a los procesos productivos y análisis de inversión.

 

La planeación basada en el racionalismo se caracteriza por la aplicación de modelos matemáticos para resolver problemas de elección de alternativas. En ella, al igual que en las ciencias exactas, los modelos matemáticos intentan ser un instrumento de manipulación de la realidad y una vía para conocer las consecuencias futuras de las acciones de la organización. Estos modelos, pueden procesar sólo las variables cuantificables de las situaciones bajo estudio; para ser utilizados se deben "medir" estados de ignorancia y conocimiento para producir el valor óptimo de una función ‘objetivo’. El resultado de la manipulación matemática es una referencia para la toma de decisiones.

 

La tendencia hacia el desarrollo de medios de racionalización y coordinación formal, convierte al planeador en un científico aplicado, cuya función consiste en realizar una profunda colección y análisis de datos que servirán para alimentar los modelos, de cuya solución numérica o analítica, se obtiene un conocimiento sobre los costos y beneficios de las soluciones factibles, para determinar cual de éstas se deberá elegir (Fuentes, 1990).

 

Esta tendencia está fuertemente relacionado con el pensamiento mecanicista, arraigado en las ciencias físicas, y cuya intención es comprobar hipótesis mediante el análisis de objetos investigables. Así, la planeación se reduce a identificar leyes generales con las cuales se puedan hacer predicciones y prescribir soluciones basadas en "conocimiento".

 

El éxito de la planeación depende de incorporar en los modelos todos los aspectos importantes, lo cual es prácticamente imposible dada la existencia de situaciones no fáciles ni posibles de cuantificar como las afectivas, éticas, psicológicas, políticas, y culturales, que constituyen una parte importante de las situaciones problemáticas. Aun mas, los objetivos perseguidos pueden no ser expresables en cifras numéricas, lo que impide la posibilidad de ponderar y menos aún comparar entre alternativas.

 

Resumiendo, esta tendencia de planeación exige recursos y conocimientos que muy pocos gerentes decisores podrán poseer. Esto provoca la evasión de muchas dificultades localizadas en la realidad, bajo el argumento de que no pueden ser cuantificadas, aunque éstas sean de igual o mayor importancia que las que sí pueden ser tratadas matemáticamente. Sin embargo, se reconoce la utilidad de algunos modelos generados por los seguidores de esta tendencia, para la solución de problemas específicos. Como ejemplos de ellos se tienen: los modelos de simulación, el análisis de riesgo, el control de inventarios, la asignación de recursos y la evaluación de proyectos. 

 

PLANEACIÓN COMPRENSIVA

Esta tendencia puede considerarse como una modalidad de la planeación racional, en la que sigue vigente la tendencia a acumular información exhaustiva como insumo para el trabajo del planeador. Se caracteriza por su idea de abarcar todo el conocimiento necesario sobre una situación conflictiva, considerar todas las metas de la organización, plantear todas las vías posibles y predecir todas las consecuencias de cada alternativa, de ahí su nombre. (Elizondo, 1982).

 

Por sobre sus pretensiones, claramente inalcanzables, la tendencia comprensiva cambia la idea de la planificación aproximándola al concepto que de ella se tiene en la actualidad. El producto del trabajo de un planeador que labora bajo esta tendencia, es algo más que líneas matemáticas para tomar de decisiones. Se originan así los planes maestros, cuyos parámetros, van más allá de lo técnico:

Û      Son comprensivos, concernientes a la interacción de los elementos impulsores del desarrollo.

Û      Son políticos, comprometidos con las metas del bien público.

Û      Sirven para regular las acciones tanto del gobierno, como de los ciudadanos.

Û      Incorporan los deseos de la comunidad, definiendo programas que conduzcan al incremento de su bienestar, teniendo como criterio la armonía y equilibrio de ésta.

Este modelo de planificación posee un procedimiento formal que puede ser aplicado en cualquier tipo de organización que enfrente un proceso de cambio. Se sintetizan las etapas en las que este modelo se estructura, de la siguiente manera:

Û      Análisis de la situación: La primera etapa se realiza una vez que se ha localizado en la situación actual, alguna insatisfacción, y se han generado algunas ideas vagas sobre lo que sería el bienestar, del que se está careciendo. Se intenta entonces acumular un conocimiento de la situación, con el cual se puedan reconocer las discrepancias entre lo real y lo deseado, así como los recursos disponibles para diseñar una solución.

Û      Elaboración de fines concretos: Los deseos expresados en forma imprecisa, son "aterrizados" en metas operacionalmente realizables. Se establece una jerarquía de éstas conforme al valor relativo que tengan entre sí, para con ello otorgar prioridades de ejecución.

Û      Diseño de acciones alternativas: Ésta es una etapa que absorbe gran cantidad de tiempo y recursos ya que en ella se deberán diseñar el mayor número posible de alternativas de acción, procurando que contengan un nivel de generalidad apropiado. Ello significa que debe haber congruencia en las decisiones que habrán de tomarse en los siguientes niveles de la organización.

Û      Predicción de las consecuencias de cada acción: Se puede ver a ésta como un mecanismo de solución de ambigüedades en el que habrá que considerar todas las consecuencias, positivas y negativas de cada alternativa diseñada. El éxito de esta etapa, y en general de todo el plan, depende de la capacidad del planeador para adelantarse a los efectos de las acciones, una vez que se hayan emprendido.

Como se señaló antes, la planeación comprensiva persigue abarcar, en coordinación, todos los aspectos de la realidad estudiada. Obliga a los planeadores a analizar todos los problemas, todas sus posibles causas y también a diseñar todas las posibles acciones correctivas, así como prever sus consecuencias. Esta exigencia es la que la coloca en desventaja a esta tendencia, ya que aún contando con los recursos y tiempo necesarios, los planeadores sólo pueden conseguir un conocimiento parcial de la realidad, cosa que los obliga a complementar la información exigida con intuiciones creadas por ellos mismos, contradiciendo así la naturaleza racional que da origen a esta tendencia.

PLANEACIÓN INCREMENTAL (INCREMENTALISMO DISJUNTO)

 

Hay muchas dificultades que hacen inadaptables a las situaciones reales las tendencias racional y comprensiva de planeación. Los más visibles de estos obstáculos son:

Û      La limitada capacidad humana para plantear y resolver problemas. Los tendencias racionales insisten en análisis exhaustivos que sobrepasan las posibilidades humanas.

Û      Lo inadecuado de la información existente, así como el elevado costo de la obtención y análisis de la que se puede adquirir. No es posible conjungar toda la información necesaria, tampoco es posible utilizar toda la que se tiene. 

Û      La dificultad de construir parámetros de bienestar que sean utilizados como instrumentos de evaluación. Más aún, se requieren tales parámetros para que puedan funcionar los tendencias de planeación basados en la racionalidad, si no se cuenta con ellos, no se pueden atender los problemas. 

Û      El hecho de que los fines y los medios se influyen mutuamente. En la práctica se observa que los últimos pueden hacer que se modifiquen los primeros. 

Û      La naturaleza de las organizaciones, cuya apertura conlleva una influencia inevitable del entorno en el que están inmersas. Las variables contenidas en el entorno no se conocen suficientemente y son además, no controlables. 

Û      La planeación racional y la comprensiva sólo dan descripciones al planeador, no así prescripciones, que son también necesarias para orientar su actividad. 

Û      La interrelación de los problemas en las situaciones reales, en las que puede haber criterios en conflicto, cosa no considerada por tendencias reduccionistas.

Para subsanar tales dificultades y lograr mayor efectividad en la planeación, Braybrooke y Lindbloom desarrollaron la tendencia de la Planificación  Incremental llamada también del incrementalismo disjunto, cuya naturaleza consiste en eliminar la pretensión de solucionar un problema en una sola oportunidad, para por el contrario, concentrarse en cambios pequeños y sucesivos que de forma ‘Incremental’ puedan acercarse a metas mayores. Las características más evidentes de esta tendencia de planificación, que la acercan más a la naturaleza humana del proceso de toma de decisiones, son:

Û      El énfasis en los incrementos hacia las metas estipuladas que las alternativas ofrecen en una situación dada. Así, la evaluación de tales alternativas implica sólo la comparación de lo que se obtendría de aplicar una u otra.

Û      Reduce de las alternativas a analizar. Se revisa sólo un pequeño grupo de acciones en atención del incremento que puedan proporcionar a la situación actual. Se eliminan aquéllas de las cuales no se posee una adecuada información, reduciéndose así el número de consecuencias por analizar.

Û      El ajuste de los fines a los medios. Lo que aparenta ser contradictorio al proceso tradicionalmente aceptado para la solución de problemas. En la realidad, se suelen modificar los fines en función de los medios, sobre todo cuando los últimos son inexistentes o inadecuados para alcanzar a los primeros.

Û      El análisis y evaluación en serie de las acciones. Cosa que constituye la esencia del pensamiento incrementalista, el cual considera a las decisiones como elementos de un proceso compuesto por una cadena de pequeños cambios. En este proceso, la planeación se convierte en una labor permanente que se retroalimenta de los efectos de las acciones incrementales.

La tendencia incremental, aun cuando es menos estricta que los tendencias racional y comprensiva, hace la planeación mas simple, acorde a las posibilidades del hombre para su ejecución. El carácter Incremental, permite a esta tendencia superar los obstáculos y deficiencias del modelo racional, y produce un cambio en la concepción de la planeación, haciéndola ver como un proceso continuo y no como una actividad que se realiza en forma completa en una sola oportunidad. El calificativo de disjunto se le da debido a que se considera como un esquema para la toma de decisiones en organizaciones sociales, donde existen grupos de poder con metas contradictorias entre sí, y para las cuales una visión analítica, fragmentaria, es necesaria para atender las necesidades.

PLANEACIÓN ESTRATÉGICA.

Al adoptarse la planificación a las grandes corporaciones de Norte América, se empezaron a aplicar regularmente los modelos matemáticos que los científicos de la planeación habían desarrollado. Se encontró una gran diversidad de aplicaciones para éstos en casi todas las actividades productivas dentro de organizaciones de distintos ejercicios. Se aplicaron en aspectos operativos como el control de inventarios, la optimización de recursos materiales, la programación de actividades secuenciales para las líneas de producción, y la administración de proyectos.

 

Aun cuando las tendencias racional y comprensiva de la planeación eran criticadas y rechazadas en el sector público, teles tendencias encontraron alojo en el ambiente empresarial, el cual sin embargo, acusaba una falta de metodologías más formales de planeación. Esta carencia, que evidentemente no podía satisfacerse de forma plena con tendencias rígidas como el de la planeación comprensiva, tampoco podía ser cubierta con la planeación Incremental, ya que ésta fue entendida con orientación hacia los problemas afrontados por organismos gubernamentales.

 

En respuesta, nace uno de los documentos clásicos que se refiere a la planificación en el ambiente corporativo, el cual no lleva el vocablo “planificación” en su título, por la relación que se atribuía en la época, con el socialismo y por la resistencia que provocaba el uso del mismo en la economía capitalista. Igor Ansoff llamó a su texto "La estrategia de la empresa" (Ansoff, 1965). En ésta obra  se propone la metodología característica de la llamada, a partir de ese momento, tendencia de planeación estratégica.

 

El paso mas significativo de la planeación estratégica, se basa en la preponderancia que se le da al medio ambiente mejor llamado entorno organizacional, que antes había sido poco considerado. Esta práctica se inicia sometiendo al entorno a un crítico estudio, a fin de ubicar en él aspectos positivos, que valían la pena capitalizarse, denominados “oportunidades”, así como puntos negativos precisaban superar o evitar, a los que se les denominó como “amenazas”.

 

Una vez analizado el entorno, se presta atención al interior de la empresa. Efectúan análisis a través del cual, se consiguen cualidades en ella contenidas, que puedan explotarse para el aprovechamiento de las oportunidades y la derrota de las amenazas. Estas cualidades se les denominó “fortalezas”. El diagnóstico también localiza características negativas que puedan constituirse en un barrera para el contacto con el medio ambiente, por lo que deben ser erradicadas. Estas características son denominadas ‘debilidades’.

 

Detectados estos 4 elementos, fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (siglas FODA), se relacionan entre ellos entrecruzándose, generando así estrategias maestras cuyo motor lo constituye un propósito carente de especificidad, al cual se puede aproximar pero no concretar y que se conoce como “misión”. De la estrategia maestra se derivan programas y proyectos con fines alcanzables y mensurables, que forman una cadena de acciones dirigidas a la aproximación de la misión.

 

Además de la importancia que da al entorno, Ansoff, siguiendo las ideas de Abrams (1954), se pronuncia por una nueva imagen de las empresas, imprimiendo en ellas un sentido de responsabilidad social hacia la comunidad en general y respecto a sus participantes en particular. Al tocar la teoría de los "objetivos de los involucrados", que sostiene que los objetivos de una organización se deben deducir de los objetivos particulares de sus miembros, Ansoff es uno de los primeros estudiosos en llevar al ámbito empresarial el concepto de "stakeholders", que significa aquellos que tienen algún interés y que se ven afectados por las acciones de la empresa.

 

La tendencia estratégica de la planificación, por sus características, constituye una herramienta muy útil para el análisis global de una organización productiva, aunque poco aporta para el tratamiento de detalles y problemas específicos. Ello es motivo de la creación de recientes adecuaciones de parte de los numerosos especialistas que siguen esta tendencia. Al superar sus carencias, la planeación estratégica logra su permanencia como herramienta para la actividad planeadora en el ámbito empresarial.

 

 

PLANEACIÓN ADAPTATIVA

 

Russell Ackoff (1970) realiza una síntesis de las filosofías que fundamentan el trabajo de los planeadores, tanto teóricos como prácticos. Encuentra que ellos se mueven en cualquiera de tres marcos dominantes, que presenta en su forma "pura", aunque advierte que comúnmente se adoptan mezclas de ellos:

Û      Planeación satisfaciente. Es aquélla en la que no se buscan soluciones óptimas sino únicamente cierto nivel de satisfacción. Satisfacer es hacer algo lo suficientemente bien, pero no necesariamente tan bien como sea posible (Simon, 1956). En la planeación satisfaciente se identifican aquellos objetivos que son a la vez, factibles y deseables, a través de un consenso entre planeadores.

Û      Planeación optimizante. Es la contraparte de la anterior, en ésta se busca una solución tan buena como sea posible, y no aquéllas que sólo demuestren ser "lo suficientemente buenas". La planeación optimizante se apoya en modelos matemáticos de los sistemas para los que se planea. La constituyen realmente los tendencias descritos antes como planeación racional y planeación comprensiva.

Û      Planeación adaptativa. Que también se identifica como planeación innovativa, según Ackoff, es más una aspiración que una realización, aunque afirma que la adaptación puede llevarse a cabo en una organización de una forma más completa que la que pudiera imaginarse. La planeación adaptativa se fundamenta en tres principios (Ackoff, 1970):

Þ      En la creencia de que el principal valor de la planeación no es el plan que ésta produce, sino el proceso mismo en el que dicho plan se produce. Los practicantes de la planeación adaptativa afirman que "el proceso es nuestro más importante producto". El valor de la planeación descansa principalmente en la participación durante el proceso, y no en la consumación del producto. 

Þ      El objetivo primordial de la planeación debe ser el diseño de un sistema que elimine la necesidad de aplicar constantemente recursos para reparar los errores producidos anteriormente, lo que da un matiz retrospectivo a la planeación. La planeación debe ser más prospectiva (dirigida hacia el diseño de futuros ideales) que retrospectiva (dirigida a remover deficiencias de pasadas decisiones). 

Þ      El conocimiento del futuro se puede clasificar en tres tipos, cada uno de los cuales, requiere una modalidad de planeación:

®       Certeza: Es la que se tiene ante sucesos futuros que son virtualmente inevitables, para ello lo único necesario es descubrir tales aspectos y acordar la manera de enfrentarlos. Esto se consigue mediante una planeación por compromiso.

®       Incertidumbre: Se presenta ante aspectos del futuro acerca de los cuales no se tiene certeza de su desenvolvimiento, pero se puede razonablemente identificar las posibilidades de ocurrencia. En tales casos una planeación contingente es lo más adecuado, ya que con ésta, se diseñan planes para cada una de las posibles ocurrencias. El enfoque contingente ha tenido gran arraigo en el ámbito militar.

®       Ignorancia: Se tiene ante aspectos del futuro que no se pueden anticipar o prever, tal es el caso de las catástrofes naturales. Aunque no se puede estar preparado de forma directa a ellas, sí se puede estarlo de forma indirecta, a través de la planeación sensible, que se enfoca en el diseño de sistemas capaces de detectar desviaciones tan pronto como sea posible y responder a ellas de forma efectiva.

Ackoff, quien es uno de los primeros investigadores que se apoyan en el pensamiento de sistemas para el estudio de las organizaciones, propone un cambio en la visión mecanicista que de ellas se tenía, y sugiere que éstas pueden ser consideradas como sistemas, contenedores de subsistemas y diferenciados de sus entornos por medio de sus fronteras.

La adaptación, que es la respuesta de los sistemas a los estímulos de sus entornos, se presenta en dos matices en las organizaciones: es pasiva cuando el sistema transforma su comportamiento para mejorar su eficiencia ante un entorno cambiante; y activa cuando el sistema interviene en su entorno para mejorar sus condiciones presentes y futuras.

 

La adaptación activa constituye la esencia de esta tendencia de planeación, al cual se le puede considerar como un enfoque estratégico mejorado, el mismo autor lo expone en "Un concepto de Planeación Corporativa" (Ackoff, 1970). ha sido utilizado como un punto de referencia para los actuales desarrollos.

 

La afirmación está respaldada no sólo en el hecho de que con éste, se coloca al hombre en una posición más dinámica con respecto a su entorno presente y futuro, sino que además, surge con dicho enfoque lo que ha llegado a ser una de las premisas fundamentales en planeación: “el producto de la actividad planeadora no es el plan resultante, sino el aprendizaje que se obtiene de la participación en el proceso de producirlo. La planeación no debe hacerse para el sistema planeado, sino por el sistema planeado”

 

PLANEACIÓN NORMATIVA.

El enfoque de sistemas llevado al ámbito social, da origen una serie de definiciones y un nuevo significado a otros (adaptación, acción, aprendizaje, y participación), formando la plataforma conceptual que actualmente sustenta a la teoría de la planeación. Las recientes investigaciones se fundamentan en ese marco conceptual, mediante el que se puede obtener un conocimiento más completo sobre el comportamiento real de los sistemas sociales u organizaciones. De esta forma, surgen:

Û      Los Sistemas de Inquirir (Churchman, 1971).

Û      La Planeación Transactiva (Friedman, 1973).

Û      La Planeación por Ideales (Ozbekhan, 1973).

Û      La Planeación Ecológica (Emery y Trist, 1973).

Û      La Planeación Interactiva (Ackoff, 1981).

Las tendencias de planeación generadas por estos autores, aunque son diferentes en sus aspectos operativos y evidentemente en la etiqueta que les dan cada uno de ellos, comparten principios generales, de tal manera que es posible identificarlos bajo un calificativo común. Algunos autores utilizan el título de Planeación Prospectiva (Sachs,1980). Investigadores que han realizado estudios para identificar analogías entre esos esquemas, denominaron a éstos como Planeación Normativa (Delgado y Serna, 1977, Fuentes y Sánchez, 1988). Es común identificar a la planeación prospectiva o normativa, también bajo la denominación de Planeación Estratégica Participativa.

La tendencia normativa de la planificación sostiene que el hombre, como parte principal de las organizaciones, puede diseñar un futuro para sí mismo, y no sólo se adapta a su medio ambiente. Esta actitud hacia el futuro, es lo que da importancia y actualidad a la planeación normativa, cuyas características principales son:

Û      Se reconoce que los problemas que enfrenta una organización no se presentan aisladamente, sino que se interrelacionan con otros, que por lo regular no son percibidos fácilmente, pero que son hasta más importantes que aquellos que son visibles. Se enfrenta entonces a situaciones problemáticas cuya complejidad hace necesario adoptar una visión sistémica para su atención. La planeación normativa debe ser integral, considerar todos los componentes de la organización planeada, así como sus interrelaciones.

Û      En la planeación normativa, toman parte sistemas de participantes y no participantes aislados e independientes. Ello significa que se deben tomar en cuenta las opiniones y valores de todos los involucrados, afectados por las acciones que se derivan de la planeación. Por lo tanto, la planeación normativa es también participativa, lo que implica que la toma de decisiones, y en general todo el proceso de planeación, sea realizado por la organización y no para ella. La participación, extendida a todos los ámbitos de la estructura organizacional de un sistema que se planea a sí mismo, produce resultados como:

Þ      Facilidad para la implantación de las decisiones, debido a que quienes deben ejecutarlas, son también quienes participan en su diseño.

Þ      Se fomenta la creatividad de los miembros del sistema, lo que genera tal información, que resulta enriquecida la visión global de la situación bajo estudio.

Þ      Facilita el aprendizaje y el desarrollo de los participantes, lo que los hace más aptos como individuos y como grupo, para adaptarse activamente a su medio ambiente.

Û      La tendencia normativa de la planificación reconoce la naturaleza dinámica del entorno organizacional, y el nivel de incertidumbre de su comportamiento. El objetivo debe ser convivir con el entorno de manera armónica, consolidando no sólo oportunidades de supervivencia sino también de desarrollo. Por ello, la actividad planeadora tendrá que ser continua. Es decir, debe considerar la permanente modificación de los planes para adecuarlos a la problemática del entorno, que está en constante transformación. En la planeación normativa se da más importancia al proceso de planeación y menos a su "producto", los planes, que requieren una continua revisión. 

Û      Esta tendencia de planeación abre la posibilidad para diseñar futuros diferentes, y no sólo prepararse para aquél al que las tendencias apuntan. Así, los involucrados en el proceso de planeación tienen la oportunidad de desarrollar su creatividad, para que, mediante la participación, cooperen en la generación de una imagen compartida de su futuro deseado. A la imagen de este futuro se le denomina futuro ideal, que en esencia es inalcanzable, pero aproximable.

Û      El futuro ideal es un reflejo de los valores de los individuos como miembros del sistema, la integración de éstos, conforma el conjunto de valores que posee el sistema. Es precisamente la inclusión de dichos valores, lo que hace que esta forma de planeación sea normativa.

Û      Los valores compartidos, contenidos en el futuro ideal, constituyen una plataforma para afrontar la complejidad y dinamismo de los entornos organizacionales, ya que son preceptos que conducen a la institucionalización de la organización, por la cual, los miembros se identifican con ella y unen esfuerzos para concretar su desarrollo.

Û      La continuidad en el proceso de planeación, exigida por la naturaleza cambiante de los entornos, entraña en sí misma la habilidad del sistema para detectar inadecuaciones derivadas de las decisiones ya acordadas. Esta habilidad depende de la capacidad de aprendizaje y adaptación de dicho sistema. Ello conduce al hecho de que los planeadores han de "aprender a aprender", a través del continuo rediseño de decisiones y planes, llevado a cabo de forma activa y con el objetivo de concretar nuevas oportunidades. Por ello, la planeación normativa también es Adaptativa y de aprendizaje.

La planeación estratégica participativa, es una propuesta innovadora que ha probado ser efectiva. Su éxito depende de su correcta implantación, lo que exige disponer de instrumentos de apoyo, en particular aquellos que hacen operacional la participación. Es aquí donde se hace presente la necesidad de métodos para el trabajo en conjunto que garanticen la voluntad de colaboración, y que soporten formas más cercanas a la naturaleza humana respecto a la actividad de planeación.

Los métodos matemáticos con los que la Investigación de Operaciones ha contribuido a la planeación, son aplicados a situaciones específicas bien estructuradas, se realizan comúnmente de forma individual, y pueden ser reducidos a algoritmos que pueden ser traducidos a programas de cómputo. Por otro lado, en situaciones problemáticas complejas, con alto nivel de incertidumbre, se efectúa la toma de decisiones con base en la intuición y los juicios de valor. A los métodos desarrollados para sustentar la actividad intelectual conducente a la emisión de juicios basados en información compleja y poco estructurada, se les conoce como métodos para el pensamiento heurístico o simplemente métodos heurísticos, ya que en ellos no es posible la formulación de algoritmos matemáticos de solución (Simon y Newell, 1958).

 

Es en los métodos heurísticos donde tiene mayor cabida la participación, de hecho, prácticamente todos los métodos grupales son de naturaleza heurística, aunque algunos incluyen en su estructura elementos cuantitativos.

 

Un método efectivo para la planeación normativa debe ser estructurado de forma que promueva todas las características de ésta, y que maneje las dificultades que en la instrumentación de las mismas se puedan presentar. Sobre todo, debe considerar que la exigencia de participación frente a frente de los involucrados en una situación problemática, conlleva el riesgo de conflictos propios de la interacción entre individuos, como el sostenimiento y defensa de ideas y valores opuestos. 

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

BIBLIOTECA DEL EDIFICIO ADMINISTRATIVO DE LA

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

MÉRIDA - VENEZUELA

 

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