17   -   EL EGIPTO 
FARAÓNICO
 
 DURANTE EL IMPERIO ANTIGUO    por   CAROLINA PEREIRA     Introducción   Cuando nos aproximamos a una exposición de conocimientos sobre 
el Antiguo Egipto, nos aproximamos a compartir, sin duda, la historia 
tradicional, narrativa, que constituye la clave imprescindible del pasado 
histórico del hombre; pero no como un período de la historia lejano sin 
repercusiones en tiempos recientes, sino todo lo contrario. El siglo XX, asistió al desarrollo de una serie de enfoques 
alternativos y fecundos, que permiten el análisis de aspectos tales como: el 
cambio social, cultural, económico, así como también en la estructura de las 
formaciones políticas. Dichos enfoques alternativos, reflejan las múltiples formas en 
que es posible analizar nuestras sociedades contemporáneas, de esta manera 
ofrecen una continuidad entre el pasado y el presente. Si nos remontamos lo bastante lejos al pasado, siguiendo el 
trayecto de lo que ha sido la continuidad en las instituciones de la sociedad, 
llegamos a las primeras civilizaciones, una de las cuales es Egipto. La imagen superficial del Antiguo Egipto, es la de un mundo 
remoto y ajeno (tal vez a dicho fenómeno, es que se atribuye su atractivo 
popular). Egipto fue, entre el reducido núcleo de asentamientos, el 
primero en que se desarrolló significativamente el aparato de explotación y de 
gobierno burocrático, junto con una ideología de coherencia social, 
estableciéndose así, las bases para la constitución de muchos Centros de Poder a 
los que más tarde llamaríamos Estados Modernos. Egipto presenta un interés particular, ya que es posible seguir 
el curso de la historia desde la sociedad primitiva, hasta la época en que el 
país se convirtió en una de las zonas más amplias del mundo, en función del 
hecho de cultivar y expandir la cultura mediterránea. Pero no solo en tal fundamento radica la riqueza de dicho país, 
motivo por el cual hoy es objeto de especial estudio (en esta oportunidad 
abarcando solamente, una etapa en el desarrollo de la civilización: el Antiguo 
Egipto), sino también, por que se nos presenta desde el nacimiento de la 
civilización hasta nuestros días, una valiosa abundancia respecto de lo que ha 
sido el arte y la arquitectura, así como también la arqueología egipcia, la que 
permite partir desde diferentes puntos de vista, respetando siempre cierto 
margen de discrecionalidad, a la hora de exponer nuestros conocimientos. En esta oportunidad, el tema que he elegido como objeto de 
especial análisis, es el más importante período en cuanto al nacimiento y 
primeras evoluciones de la civilización egipcia, comprende así, el auge de las 
características del Egipto Faraónico en la fase posterior de un estado maduro, 
todavía relativamente aislado del mundo exterior; es el período al que 
convencionalmente se da el nombre de Imperio Antiguo muy ligado a lo que fue 
posteriormente, el denominado Imperio Medio.   El Imperio Antiguo y el Imperio Medio (C. 2866-1552 a. C.)   El Imperio Antiguo y el Imperio Medio, representan 
conjuntamente, una importante fase unitaria en el desarrollo político y cultural 
de Egipto. El período PROTODINASTICO, había asistido al desarrollo y 
consolidación de un tipo de gobierno y de una cultura cortesana que, con la 
Dinastía III, alcanzó una eficacia que señaló el comienzo del cenit en la 
civilización del Antiguo Egipto. Transcurridos cinco siglos, el sistema pareció resquebrajarse, 
siguiendo un siglo y medio de afirmación provincial y de guerra civil, el Primer 
Período Intermedio. Pero la consolidación de un gobierno central, poderoso, que 
siguió hacia el 2040 a. C. parece haber sido, con ciertos cambios de matiz, el 
restablecimiento de los modelos del Imperio Antiguo y del Imperio Medio.   La Monarquía Divina La Monarquía Divina, es el rasgo más destacado de Egipto en 
estos períodos. Su culto tuvo expresión monumental en forma de grandes complejos 
religiosos centrados en las pirámides, alcanzando una grandeza no superada en 
ningún otro lugar del Próximo Oriente. Las atribuciones básicas, obedecen a que el Rey detenta un 
cargo divino, él es "el dios Bueno"; una encarnación particular de Horus, un 
antiguo "dios Cielo y dios Halcón", que se vinculó estrechamente con el culto 
solar de Re, hijo de Re, el "dios Sol", aspecto incorporado en la titulación 
real a partir de la Dinastía IV. A los finales del Imperio Antiguo, el dios fallecido se 
identificaba con Osiris, "dios de los Muertos", con especial relación hacia la 
monarquía. En este período, objeto de nuestro estudio, es posible destacar la 
existencia de tres fuentes principales:      1) La Teología Menfita: intenta 
explicar la dualidad geográfica de la monarquía egipcia, la posición de los 
dioses Horus y Set, y la supremacía de la capitalidad de Menfis. Se presenta a 
Horus, como el primer Rey del Alto y del Bajo Egipto. Previamente había ejercido 
un reinado hegemónico sólo respecto del Bajo Egipto, pero más tarde consiguió el 
status de Rey de todo el Egipto Unificado, luego de que Geb le concediera 
también la monarquía del Alto Egipto, que hasta entonces detentaba Set. El 
elemento mítico es evidente.      2) El Papiro Dramático del Rameseo: 
que data del reinado de Sesostrisi (1971 a. C.), se refiere fundamentalmente a 
la relación del Faraón con Horus, Osiris y Set.      3) Los Textos de las Pirámides: 
grabados en las secciones subterráneas de las Pirámides de los Faraones. Aunque 
su lenguaje parece arcaico, quienes elaboraron los textos debían tener el 
suficiente conocimiento del lenguaje, para adaptar esos textos, a las 
revelaciones cambiantes. Las alusiones a Osiris y a Set, cada vez más numerosas y de 
diversa naturaleza, constituyen la demostración de una tradición viva. Su 
objetivo es afirmar la supremacía del Faraón como un dios, después de su 
renacimiento a la vida de ultratumba. Los dogmas servían para reforzar el proceso histórico, por el 
cual una Autoridad Central había llegado a controlar una red de comunidades 
políticas, establecidas desde hacía largo tiempo, y se veían respaldadas 
continuamente por el ritual, lo que hacía que el Rey fuera responsable de las 
ceremonias de los templos de las provincias. La prominencia y consistencia con que se proclamaba la teología 
divina, descarta que se pueda contemplar la función del Faraón como un cargo 
político. Las realidades del Poder Terrenal implican; que la Monarquía debía ser 
percibida en más de un nivel, asimismo reflejan la necesidad de cierta 
racionalización. El gran período que comprende el Imperio Antiguo y el Imperio 
Medio, presenta a la Monarquía como un factor importante en la vida de los 
hombres. En alguno de ellos (en los cuales un Faraón aconseja a su hijo y 
sucesor) en forma especial, pues se admite libremente el Carácter Político de la 
Monarquía. Son textos escritos en forma introspectiva, dan consejos para 
el mantenimiento del poder y trasmiten la pérdida del mismo a que se ve sometida 
la Monarquía. En la concepción egipcia de la Monarquía durante el Imperio Medio, 
a diferencia del Imperio Antiguo, fue fundamental el concepto de MAAT, que en 
ocasiones pueda traducirse como "Justicia" o "Verdad", en un término que va 
mucho más allá. Se utilizaba para hacer referencia, al estado ideal del universo 
y de la sociedad, y se personificaba a la diosa Maat. Aunque su existencia era 
eterna, su funcionamiento en el mundo de los hombres era responsabilidad del 
Faraón, y como tal, debe haber actuado como freno al ejercicio arbitrario del 
Poder: "una moralidad natural en lugar de controles institucionales". Ya en el Imperio Medio, se refleja la creencia muy extendida, 
de que la piedad iba de la mano del éxito en el gobierno. La relación entre 
Humanidad y Divinidad de los Reyes, era un problema intelectual importante para 
los egipcios. Una diferencia trascendente de destacar, entre el período 
correspondiente al Imperio Medio y el que constituye el Imperio Antiguo, es que 
este último puede parecer una época heroica de Poder Real Absoluto, que no está 
matizado por las dudas que se expresan en los textos posteriores (los del 
Imperio Medio); sin embargo aparece ya el concepto MAAT, como fuerza que asegura 
un universo ordenado y cuya responsabilidad de realización se consagraba a los 
faraones. Pero, como fue antes mencionado, el concepto MAAT adquiere su mayor 
esplendor, durante el Imperio Medio.   La Familia Real 
 La Dinastía IV, es el único período en el Imperio Antiguo y en 
el Imperio Medio, en que es posible obtener una información bastante compleja 
acerca de la Familia Real. Durante toda la Dinastía IV existe una línea de visires, que 
eran hijos de los faraones, aunque no estaban destinados a sucederles en el 
trono. Se produce una paulatina insignificancia respecto de la gestión de los 
Príncipes en la administración de finales del Imperio Antiguo. Su existencia 
pasó aún más inadvertida en el Imperio Medio, tal hecho contribuyó a la 
estabilidad del gobierno, especialmente en el difícil momento de la 
sucesión. En la Dinastía XII, se aseguró el sistema de sucesión 
recurriendo a la asociación al trono. El status de los Príncipes, tal como se 
refleja en las prácticas funerarias, contrasta notablemente con el de las 
Princesas, Reinas y Madres de los faraones. Con quien contraía matrimonio el Rey, era un hecho que debía 
tener implicancias políticas importantes, aunque en lo que respecta al Imperio 
Antiguo y más tarde al Imperio Medio, no puede afirmarse que existiera la 
costumbre, de que el Faraón aceptara en matrimonio a la hija de un Rey 
extranjero como parte de un arreglo diplomático. En general con respecto al tema 
existen dos posibles interpretaciones:      A) Puede haber constituido un Hito 
Histórico importante en el debilitamiento de la Monarquía.      B) Puede haber sido un ejemplo más, de 
cómo el Poder se mantenía fuera del alcance de los Príncipes y Cortesanos.   La Administración Central Durante el período en que transcurre el Imperio Antiguo, la 
capital de Egipto siguió siendo Menfis. En las Dinastías XII y XIII, aparece un 
nuevo término para la capital: "AMENEMES-ITTAUY" ("El Rey Amenemes conquista los 
dos países"). Más de un milenio después, existía aún una ciudad del mismo 
nombre, situada en algún lugar entre Meidum y Menfis, la cual aportó la primera 
prueba específica de que Ittauy podía estar separada de Menfis. Hay que tener en cuenta en este período, la versatilidad 
administrativa que, con la experiencia organizacional, era una apreciada 
cualidad que podía situar a un hombre capaz al frente de los ejércitos que 
luchaban en el exterior, o como responsable de los procedimientos legales en la 
corte. Respecto de las clases sociales existentes, es posible afirmar 
que la Sociedad Egipcia, se encontraba dividida en tres grupos:      a) hombres cultos que ejercían una 
autoridad derivada del Faraón;      b) grupos subordinados a los primeros 
  y       c) el campesinado analfabeto. Los títulos servían para situar al individuo en la sección de 
la sociedad, donde se encontraban los que tenían privilegios y autoridad. Naturalmente, el servicio en el gobierno era una fuente 
fundamental de ingresos, que no consistían únicamente en lo necesario para 
cubrir las necesidades diarias, sino que incluían además, porciones de tierra, 
bienes de diferente naturaleza, etcétera. La Propiedad Privada de la Tierra, está bien documentada en el 
Imperio Antiguo y en el Imperio Medio, frecuentemente en forma de un Monopolio o 
Fundación Piadosa, y en ocasiones, a una escala tal que situaba al propietario 
en el centro de un gran complejo agrícola, con un importante mercado. Los descubrimientos, parecen indicar un sistema de mercado 
complejo y amplio; en estas condiciones es difícil aceptar que ese mercado, 
dependía totalmente o al menos en gran parte, de un sistema cerrado de 
retribución controlado por el gobierno. Una importante función del gobierno, era 
la localización y recaudación de los recursos necesarios para el mantenimiento 
de la Corte y la realización de sus proyectos. Los Recursos Agrícolas de Egipto, se dividían en tres clases de 
propiedades:      a) poseídas directamente por la 
Corona;      b) pertenecientes a las Fundaciones 
Piadosas (cuya relación con la Corona era muy sutil);      c) las que se hallaban en manos de 
individuos, privadas, y que estaban sujetas a impuestos. El aspecto más importante en la recaudación de los impuestos, 
era la estimación de la riqueza del país. Una serie de Decretos de Exención del 
Imperio Antiguo, muestran que las exigencias del Estado afectaban a todo tipo de 
bienes, de forma que los impuestos podían calcularse, sobre la base de los 
"canales, lagos, pozos", etcétera. Asimismo, de podía obligar a las personas a 
trabajar para el gobierno y posiblemente, a realizar el servicio militar. Cabe pensar, que existía una red de agencias del gobierno, 
difundidas por todo el país, que intentaban por métodos burocráticos la 
estimación y administración total de los recursos, y supervisando en diferentes 
grados el funcionamiento de las fundaciones religiosas y de las propiedades 
privadas. El segundo aspecto importante del gobierno, era la 
administración de la Ley y la Justicia, obligación para la que se encontraba 
justificación en el concepto egipcio de MAAT. Una vez más, parece típico del 
sistema egipcio, que la función judicial, no fuera prerrogativa de un cuerpo 
profesional, especialista, reflejado en una categoría claramente definida de 
títulos oficiales; sino que la capacidad básica de juzgar, parece haberse 
extendido en general a todos aquellos individuos que ocupaban una posición de 
autoridad, incluso en los casos en que esos títulos parecen principalmente 
administrativos. Otras veces, las decisiones judiciales y administrativas 
(distinción moderna que no corresponde a la antigüedad), se realizaban de forma 
colectiva. No se ha podido saber con certeza, si realmente existía un Código 
Legal o Consuetudinario, que rigiera en general la conducta, un Código 
Criminal. La forma en que actuaban los diferentes agentes del gobierno 
central, fue variando con el tiempo, por consiguiente los nombres que reciben 
los cargos y departamentos en el Imperio Antiguo, difieren notablemente de los 
del Imperio Medio. El cargo más importante que se perpetúa a lo largo del 
tiempo, es el de Visir.   Las Fundaciones Piadosas Constituían estas, un rasgo fundamental de la Sociedad del 
Antiguo Egipto y su objetivo era, el de asegurar el mantenimiento perpetuo de 
los cultos de las estatuas: de los dioses, de los Reyes y de los Individuos 
Privados. Se trataba de otorgar a las fuentes de riqueza, una permanencia 
e inviolabilidad mayor de la que la Ley Terrenal podía conseguir. A corto plazo al menos, las Fundaciones Piadosas en el Imperio 
Antiguo y en el Imperio Medio eran los Templos de las Pirámides para el culto de 
la Estatua Real, poseían calidad de gran relicario, prestaba una enorme 
autoridad respecto de lo que era, en esencia, un culto a los antepasados y un 
factor importante en la estabilidad del gobierno. Las Fundaciones Piadosas eran también, la base en la que se 
apoyaban los Templos Provinciales, y al implicar a los administradores locales, 
se convirtieron en otro aspecto importante de la autoridad provincial.   Los Cementerios Reales Menfitas Una primera impresión acerca del Imperio Antiguo, se debe en 
gran medida a los Cementerios Reales, y en especial a la complejidad de las 
Pirámides. Ciertamente, parece imposible referirse al Imperio Antiguo sin 
utilizar de alguna forma, los Cementerios Reales como indicador del Poder 
detentado por el Rey. Esta actitud es válida, desde el punto de vista de los 
propios egipcios, pues la gradación en el tamaño de las tumbas, simbolizaba y 
reforzaba los modelos existentes de autoridad. Dado que su construcción y equipamiento, era la principal 
producción económica de la Corte, los Cementerios de las Pirámides constituyen 
el único índice constante y cuantificable de la actividad económica; lo que 
representó sin duda, la industria más importante que se desarrolló durante todo 
el Imperio Antiguo. La construcción de las Pirámides, debía ser un factor esencial 
para el desarrollo y la perduración de la civilización faraónica. El 
reclutamiento de una mano de obra tan numerosa, la preparación de tantos 
artistas y artesanos para la producción en masa con una gran calidad (rasgo muy 
notable de la civilización egipcia); la promoción y recompensas materiales 
concedidas a quienes pudieran alcanzar esos fines, explican los importantes 
resultados obtenidos. Había que poner al día las técnicas de extracción y trabajo de 
la piedra, conseguir un transporte adecuado, obtener los conocimientos 
suficientes para la manipulación y disposición de los materiales y para la 
planificación precisa del edificio y, lo que quizás era más importante, crear un 
aparato administrativo capaz de dirigir la mano de obra, la capacidad técnica y 
los recursos hacia un solo objetivo, identificado con la cabeza de la estructura 
de poder del país: el Faraón. Durante todo el Imperio Antiguo, los Cementerios Reales se 
constituyeron en localidades situadas al borde del Desierto Occidental, 
ubicándose ligeramente al Norte de Menfis, el núcleo fundamental de 
concentración. El abandono de la megalítica constituye en cierto sentido, una 
disminución de la calidad de la construcción, pero si analizamos a la luz de la 
historia más reciente la tecnología de dicha industria, en su búsqueda constante 
de formas más económicas de conseguir un determinado resultado, tiene una 
innegable base racional. Los recursos sobrantes, fueron absorbidos por las provincias, 
cuyo nivel de prosperidad y cuya identidad local, parecen haberse elevado a 
finales del Imperio Antiguo. La civilización del Imperio Antiguo y del Imperio 
Medio, giró en torno al aparato creado a través de la construcción de las 
primeras Pirámides, lo que permitió que los adelantos y la maquinaria 
administrativa se difundieran más ampliamente.     BIBLIOGRAFÍA   HISTORIA: -Jacques Pirenne: "Historia de la Civilización del Antiguo 
Egipto." Volúmenes I,II y III -Asimov Isaac: "Los Egipcios". -Cotterell Arthur: "Historia de las Civilizaciones 
Antiguas." -Trigger B.G.: "Historia del Egipto Antiguo" -Mishulin A.V.: "Historia de la Antigüedad" -Moret A.: "De los Clanes a los Imperios" CIVILIZACIÓN: -Lenormant Francois: "Histoire Ancienne de l' Orient" ARQUEOLOGÍA: -Márquez Miranda Fernando: "Siete Arqueologías, Siete 
Culturas" -Reinach: "Mélanges d' Archéologie et d' Histoire" ARTE: -Woldering Irmgard: "Egypte..." -Colección del "Metropolitan Museum of Art, of New York" GEOGRAFÍA: -L' Egypte: Apercu Historique et Géographique, Gouvernement et 
Institutions, Vie Economique et Sociale" DESCRIPCIONES Y VIAJES: -Marín Juan: "El Egipto de los Faraones" DESCUBRIMIENTOS Y EXPLORACIONES: -Speke John Hanning: "Diario del descubrimiento de las fuentes 
del Nilo" VIDA SOCIAL Y COSTUMBRES: -Montet Pierre: "La vie quotidienne en Egypte au temps de 
Ramsés" CONDICIONES ECONÓMICAS:  -Lecarpentler G: "L' Egypte Moderne"     La autora de 
la presente publicación es Licenciada en Relaciones Internacionales, egresada de 
la Facultad de Derecho de la Universidad de la República Oriental del Uruguay: 
agradezco a los lectores, que ante la posibilidad de intercambio de 
conocimientos, así como también ante el deseo de hacer llegar críticas y 
sugerencias se comuniquen vía email a la dirección que aquí se detalla:   
caropereira21@hotmail.com
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