22 
- LA ARQUITECTURA EGIPCIA.
 
SU 
EVOLUCIÓN DESDE EL IMPERIO
ANTIGUO 
HASTA EL IMPERIO NUEVO.
 
 
 
por   SOFÍA 
SÁEZ
 
 
 
 
 
 
INTRODUCCIÓN 
A LA ARQUITECTURA.
 
La 
arquitectura egipcia es, en el contexto de la historia general de la humanidad, 
uno de los ciclos arquitectónicos más largos y con menos influencias exteriores; 
tanto es así que durante los casi treinta siglos de su trayectoria histórica, 
apenas se registran en ella cambios de importancia. Esto se debió a dos hechos 
fundamentales: uno, de índole geográfica (Egipto, - por su situación estratégica 
- se mantuvo excluido de las influenciass exteriores, comerciales, culturales y 
religiosas, que se desarrollaron en los pueblos alrededor del Mar Mediterráneo). 
El otro, de carácter religioso y social: la religión en Egipto tampoco tuvo 
cambios significativos a los largo de esos tres milenios y su rigidez condicionó 
la vida de su pueblo. El objetivo básico fue garantizar la vida en el más allá, 
circunstancia de la que se derivó  
una doble consecuencia arquitectónica: la primera sería la obsesiva 
preocupación mostrada por las clases privilegiadas en garantizar la preservación 
del cuerpo humano y de los objetos que deberían acompañarlo en su viaje hacia el 
más allá, y la segunda, la práctica ausencia de edificios rituales o destinados 
a la liturgia colectiva.
 
 
TIPOLOGÍAS 
SIMBÓLICAS.
 
En 
el Antiguo Egipto se desarrollaron dos de las tipologías relativas a la 
arquitectura pública para honrar al dirigente (edilicias). Éstas son las 
pirámides y las salas hipóstilas que, a pesar de ser muy diferentes, comparten 
una serie de características sustanciales que contribuyen a la identificación de 
este singular repertorio arquitectónico : una ,la capacidad expresiva de ambos 
tipos, unida a un elevado nivel de abstracción (especialmente en la pirámide), 
forma pura en su elemental geometría , otra su  escasa entidad arquitectónica .La 
manifestación de tales características se traduce :
 
* 
EN LA PIRÁMIDE, por la ausencia casi absoluta de espacio interior, limitado a 
una caverna de muy pequeñas dimensiones, excavada en el interior de la 
gigantesca masa edificada; y destinada sólo a contener el cuerpo del difunto 
junto con los objetos y enseres que debían acompañarlo en su viaje al más allá. 
 
* 
EN LAS SALAS HIPÓSTILAS, su fin era tener un espacio para albergar el misterio, 
prácticamente prohibido al acceso de los fieles, y los innumerables soportes 
estructurales que irrumpen en el interior, restan entidad arquitectónica a estas 
salas.
 
 
ARQUITECTURA 
FUNERARIA MONUMENTAL.
 
LA 
PIRÁMIDE COMO ARQUITECTURA FUNERARIA MONUMENTAL.
 
LA 
PIRÁMIDE EGIPCIA.
 
El 
primer aspecto que hay que destacar en las pirámides egipcias, son sus colosales 
dimensiones.
 
La 
monumentalidad de las pirámides de Giza resulta asombrosa no sólo por su 
gigantesco tamaño, sino también por la forma en que están construidas, por los 
materiales utilizados, etc. Resulta espectacular cómo están distribuidas las 
cámaras en los interiores, sobre todo en la de Keops, que es la que posee 
mayores dimensiones, y además los revestimientos exteriores en piedra pulida, 
muy diferentes a la apariencia rústica que presentan en la 
actualidad.
 
Para 
los medios humanos, tecnológicos y arquitectónicos de la época, las pirámides 
son, sin duda, manifestaciones artísticas monumentales. Ellas son construcciones 
de carácter funerario, y las de Giza, sin duda su ejemplo más representativo, 
constituyen el estadio más perfecto de una evolución histórica madurada 
lentamente con el transcurso de los siglos.
 
 
 
ARQUITECTURA 
FUNERARIA MONUMENTAL.
LA 
CONSTRUCCIÓN DE LAS PIRÁMIDES.
 
La 
construcción de las pirámides fue todo un reto para los egipcios; sin embargo, 
los arquitectos lograron resolverlo mediante tecnologías y recursos muy 
primarios, propios de una cultura que disponía de un repertorio muy reducido de 
herramientas, siendo la dificultad mayor elevar los grandes bloques de piedra 
hasta alturas superiores a los 100 metros.
 
 
EL 
LUGAR.
 
Las 
pirámides debían levantarse siempre en la orilla occidental del Nilo, dado que 
este era el territorio de los difuntos, en una zona ligeramente elevada próxima 
a la orilla, para facilitar el transporte de los materiales por el río. 
 
Construida 
la plataforma de asentamiento, se procedía a la medición de los lados de la base 
y a su orientación exacta, labor en la que con toda probabilidad participaban 
representantes de las castas sacerdotales y, tal vez, el propio 
soberano.
 
 
LOS 
MATERIALES.
 
Se 
utilizaban dos tipos diferentes de materiales: para el núcleo de la 
construcción, piedras extraídas de canteras próximas al lugar elegido; y para la 
realización de elementos singulares, como los revestimientos exteriores, las 
cámaras interiores, etc., piedras de mayor calidad, procedentes en algunos 
casos, de canteras muy lejanas.
 
 
EL 
PROCESO CONSTRUCTIVO.
            
El 
transporte de los materiales, desde la orilla del río, hasta la base de la 
construcción, se realizaba mediante técnicas muy primitivas; haciéndolo tal vez 
por medio de rodillos que se desplazaban sobre pistas 
empedradas.
            
Los 
bloques de piedra eran cuidadosamente tallados y desbastados dado que se exigía 
una gran calidad de acabado.
            
La 
elevación de los bloques y las cubiertas se resolvía por medio de una rampa 
perpendicular  a una de las caras de 
la pirámide que se estaba construyendo.
 
 
 
ARQUITECTURA 
FUNERARIA MONUMENTAL.
 
EL 
COMPLEJO DE ZOSER, LA PRIMER PIRÁMIDE.
 
El 
complejo funerario del rey Zoser (quien gobernó en la III dinastía, 2690 - 2670 
a.C.), se encuentra en Saqqara y representa el primer intento de expresar en 
conjunto las tradiciones arquitectónicas y rituales que provienen del Alto y del 
Bajo Egipto. Lo construyó el arquitecto - médico - sacerdote Imhotep, luego 
divinizado.
 
Al 
complejo lo rodea una larga muralla de 10 m de altura, que presenta entrantes y 
salientes continuamente en todo su recorrido; definiendo un recinto de planta en 
forma de rectángulo, que mide 540 x 278 m, orientado con gran precisión en 
dirección norte - sur. Sin duda, es la construcción arquitectónica en piedra 
labrada más antigua del mundo.
 
En 
el centro del conjunto se sitúa la monumental tumba del rey en forma de una gran 
pirámide escalonada que está rodeada por capillas, edificios de culto y patios 
procesionales de piedra. Es éste un escenario creado para perpetuar eternamente 
el culto al rey como mediador entre el mundo humano y el divino: es, por lo 
tanto, una representación de lo que era el Egipto Antiguo y su 
sociedad.
 
El 
complejo consta de: a) un muro perimetral o muralla, b) una entrada, c) una 
tumba o sepultura sur, d) la pirámide escalonada, e) un patio de ceremonias, f) 
una "Casa sur", g) una "Casa norte", h) un templo, i) un Altar, j) un gran 
patio, k) el recinto del complejo, y por último l) la cámara funeraria que se 
encuentra dentro de la pirámide.
 
 
LA 
GRAN PIRÁMIDE DEL REY ZOSER.
 
La 
pirámide escalonada situada en el centro del recinto es panteón y palacio real 
para el más allá; y a su vez, su forma escalonada constituye una representación 
de la sociedad egipcia con el rey en la cúspide, la corte, los funcionarios, la 
administración del Estado, los artesanos y los habitantes del 
país.
 
 
 
ARQUITECTURA 
FUNERARIA MONUMENTAL.
 
EL 
GRAN CONJUNTO DE GIZA: KHEOPS, KHEFRÉN Y MICERINO.
 
Este 
conjunto arquitectónico representa en su construcción la estética, la 
monumentalidad, la técnica constructiva y el rito funerario, así como también 
los avances científicos logrados, sobre todo en matemáticas y 
astronomía.
 
Estas 
tres pirámides resistieron el paso del tiempo, y son sin duda, la imagen misma 
del Egipto faraónico.
 
 
LA 
GRAN PIRÁMIDE DE KHEOPS.
 
El 
faraón Kheops (IV dinastía, 2604 - 2581) fue hijo y sucesor del faraón Snofru 
(IV dinastía, 2639 - 2604). Kheops mandó construir esta colosal pirámide, para 
lo cual, probablemente fue necesaria la mano de obra de todo Egipto, tardándose 
casi 20 años para terminarla. Fue saqueada hace ya mucho 
tiempo.
 
El 
significado de esta pirámide tiene una estrecha relación con las creencias 
religiosas y la vida después de la muerte: el faraón ascendía por la pirámide 
hacia el cielo para juntarse con el sol, el principio de la vida para los más 
antiguos.
 
La 
pirámide por dentro consta de: a) un pasaje interno, b) la gran galería, c) el 
sitio donde se encuentra la segunda cámara sepulcral, d) el lugar donde se 
encontraba el sarcófago, e) un pasaje de acceso a la tumba, f) un pasadizo 
secreto, g) diferentes pasajes internos y h) un ingreso a la fachada norte de la 
pirámide.
 
Las 
pequeñas pirámides que se encuentran cerca de la misma eran para las esposas del 
faraón, y las otras tumbas, para el resto de la 
familia.
 
 
EL 
CONJUNTO DE KHEFRÉN: LA GRAN PIRÁMIDE Y LA ESFINGE.
 
El 
faraón Khefrén (IV dinastía, 2572 - 2546) fue uno de los hijos menores de 
Kheops. Tras la muerte repentina de su hermano, asumió el reinado de Egipto, y 
por su condición de faraón tuvo derecho a ordenar inmediatamente que se 
comenzase a construir su pirámide. Ésta se construyó con todos los elementos 
característicos: 
 
EL 
TEMPLO DEL VALLE: tiene una entrada de dos puertas con una esfinge a cada lado; 
un vestíbulo de forma rectangular desde donde nace un corredor que lleva al 
templo; y el templo en forma de T invertida, con soportes de base cuadrada sin 
decoración y estatuas del rey adosadas a los muros.
 
CAMINO 
ASCENDENTE: sus dimensiones son de medio kilómetro de largo y cuatro metros y 
medio de ancho.
 
TEMPLO 
DE LA PIRÁMIDE: posee una entrada, un vestíbulo, dos salas hipóstilas (con 
columnas), un patio porticado, y dependencias 
privadas.
 
PIRÁMIDE: 
con esta construcción, Kefrén quiso competir con su padre, erigiendo una 
pirámide más grande. Para conseguirlo, la ubicó en un lugar más elevado, y le 
dio una mayor pendiente a sus lados, aún así no consiguió su propósito. En su 
interior, sólo se construyó una cámara funeraria muy amplia con techo a dos 
aguas.
 
ESFINGE: 
se sitúa al lado del Templo Bajo, y su nombre árabe Abu el - Haul (padre del 
terror) anticipa su aspecto feroz y monumental. Esta maravillosa construcción 
lleva la cara del faraón y el cuerpo de un león.
 
 
LA 
PIRÁMIDE DE MICERINO.    
 
El 
faraón Micerino (IV dinastía, 2539 - 2511) ordenó construir una pequeña pirámide 
situada al sudoeste de la gran pirámide de Keops; es la menor de las tres 
pirámides.       
 
Posee 
dos cámaras funerarias subterráneas, y su exterior se realizó con piedras de 
puna y granito.
 
Parece 
ser que en algún momento se realizó una ampliación de la misma; y por lo tanto 
su aspecto actual es diferente al que tenía cuando la construyeron. En sus 
orígenes estaba acompañada por dos templos y un camino ascendente, y por tres 
pequeñas pirámides que no llegaron a terminarse. Su importancia también es por 
el hallazgo de numerosas estatuas del monarca y de las 
divinidades.
 
 
 
ARQUITECTURA 
FUNERARIA MONUMENTAL.
 
LOS 
TEMPLOS: MONUMENTOS ETERNOS QUE 
DIERON 
LUGAR A LA RENOVACIÓN ARQUITECTÓNICA.
 
Sabemos 
poco de la arquitectura en el Imperio Medio, de la que tan contados ejemplos has 
sobrevivido. En el Imperio Nuevo, se abandonó la utilización de las pirámides 
para luego comenzar a ocultar las sepulturas en el interior de grandes montañas. 
Fue así, que los templos dedicados a las divinidades llegaron a su máximo 
esplendor.
 
 
LA 
ÉPOCA DE LA EXPANSIÓN.
 
Cuando 
el faraón Ahmosis (XVIII dinastía), expulsa a los Hicsos de Egipto, se empieza a 
hablar de un nuevo imperio, el Imperio Nuevo. A partir de éste momento, Egipto 
comenzó a tener contacto con otras civilizaciones del exterior, incrementándose 
las relaciones con los países asiáticos y sobre todo, con la región de Nubia, 
rica en tierras y minerales. Esta expansión afectó de manera importante a la 
producción artística de la zona. En éste momento, la mano de obra no sólo 
procedía de Egipto, sino también del exterior. La sociedad mejoró su calidad de 
vida, y con ella, diversos ámbitos como la arquitectura, entre 
otros.
 
Los 
faraones daban gracias a los dioses por sus victorias, dedicándoles numerosos 
templos, ya que al hacerlo su autoridad sobre el pueblo aumentaba.  
 
 
DIOSES 
Y TEMPLOS.
 
Las 
construcciones arquitectónicas más importantes de este período se dieron dentro 
del ámbito religioso, en los templos dedicados a la divinidad. Éstos se situaban 
en la orilla oriental del Nilo y, al lado, se edificaba un pequeño templo para 
albergar las "barcas divinas". El camino que estaba flanqueado por esfinges, y 
que unía este pequeño templo con el templo en sí, se llama dromos. Se accedía a 
través del pilón después del cual se encontraba un patio (generalmente porticado 
con columnas). Las salas más importantes eran: la sala hipóstila, la sala de la 
barca, y el  sanctasanctórum 
(capilla con la imagen divina). A medida que se iba penetrando en las salas del 
templo la luz iba disminuyendo debido a que cuanto más privada y sagrada fuese 
la sala, el espacio debía ser cada vez más reducido y casi oscuro.  Al fundarse un templo se realizaban 
diferentes celebraciones rituales. Primero, se organizaba una procesión en 
compañía del dios, faraón y sacerdotes hacia el lugar donde se erigía el templo. 
Por la noche, se marcaba con una cuerda tensada el perímetro del terreno 
excavando la tierra y llenándola con tierra blanca (símbolo de pureza). 
Finalmente, se sacrificaban animales, de los cuales sus restos se enterraban con 
arena blanca junto a algún amuleto o recordatorio.
            
En 
esta época, dos fueron los templos más importantes: Luxor (que fue construido 
por Amenofis III, y después continuado por Tutmosis III y Ramsés II, XVIII 
dinastía. Estaba dedicado a la "Tríada de Tebas" formada por Amón, Mut y Khonsu) 
y Karnak (construida por diversos monarcas).
 
 
EL 
VALLE DE LOS REYES.
 
Tebas 
fue la capital del Imperio Nuevo. En consecuencia, fue necesario buscar algún 
lugar cercano, en la orilla occidental del Nilo, para situar las sepulturas de 
los monarcas y que éstas estuvieran protegidas de los numerosos profanadores. 
Así surgió el Valle de los Reyes.
 
Tutmosis 
I fue el primero en separar la tumba del templo funerario y erigir su morada en 
el nuevo valle. Las tumbas se encuentran en el interior de la montaña y sus 
entradas estaban disimuladas con bloques de piedra que arrancaban desde el 
suelo, simulando un desprendimiento. Las entradas conducían, a través de largos 
pasillos, a lujosas cámaras que poseían pinturas y relieves. Pese a ello, las 
tumbas son poco importantes desde el punto de vista 
arquitectónico.
 
Esta 
necrópolis alberga a reyes de las XVIII, XIX y XX dinastías. En total se 
encuentran cincuenta y ocho hipogeos repartidos entre dos zonas, siendo la tumba 
de Seti I la más compleja ordenación arquitectónica.
 
 
EL 
VALLE DE LAS REINAS.
            
Situado 
en la cordillera de la meseta libia, es un lugar más accesible que el Valle de 
los Reyes. Fue el lugar preferido para la sepultura de las reinas, princesas y 
príncipes de las XIX y XX dinastías. Hasta la actualidad se han localizado 
noventa y ocho tumbas, aunque su estado de conservación es muy inferior a las 
del Valle de los Reyes. 
 
 
 
ARQUITECTURA 
FUNERARIA MONUMENTAL.
 
LOS 
TEMPLOS DE KARNAK.
 
Se 
trata de uno de los conjuntos arqueológicos más extensos y complejos del Antiguo 
Egipto, en el que se combinan diferentes edificaciones desarrolladas durante un 
largo período.
 
 
RECINTOS.
 
En 
el complejo de Karnak existen tres recintos amurallados, construidos con 
ladrillo crudo. El recinto de Amón es el de mayor dimensión (trescientos mil 
metros cuadrados).
 
En 
el centro de cada uno de los tres recintos básicos se eleva el templo principal. 
Junto a él se encuentra el lago sagrado destinado a las celebraciones 
religiosas.
 
Los 
tres templos principales están dedicados a Montu, Amón y Mut, y los secundarios 
a Khonsu, Ptah e Ipet.
 
Existe 
una característica común a los tres recintos: todos ellos no fueron obra de un 
único soberano; hasta la época romana todos los faraones quisieron dejar su 
huella construyendo de nuevo, reformando o inscribiendo el nombre sobre los 
muros preexistentes.
 
 
EL 
RECINTO DE AMÓN.
            
En 
el conjunto del dominio de Amón - Ra está presente un recinto amurallado en 
forma trapezoidal, que proviene quizás de la XXX dinastía, en el que se abren 
unas nueve puertas de las cuales hay dos que responden a los dos ejes básicos de 
la estructura de los edificios principales. 
            
La 
puerta más importante era la que se abría en la pared occidental, flanqueada por 
dos grandes pilones, a la que se accedía desde el Nilo, a través de una avenida 
de esfinges.
            
La 
segunda de las puertas más destacadas del recinto era la situada en la muralla 
meridional, que se comunicaba con la avenida  que enlazaba con el dominio de 
Mut.
            
En 
el ángulo sudeste se situaba el lago sagrado, que era un estanque rectangular de 
grandes dimensiones, flanqueado por los almacenes destinados a las ofrendas y 
los talleres de preparación de cerveza y cocción del 
pan.
 
 
 
 
ARQUITECTURA 
FUNERARIA MONUMENTAL.
 
LOS 
TEMPLOS DE MENTUHOTEP Y 
HATSHEPSUT 
EN DEIR EL BAHARI.
 
            
Los 
grandes complejos de los soberanos Mentuhotep y Hatshepsut, levantados en Deir 
el - Bahari (Tebas), constituyen un caso excepcional en la arquitectura. 
            
Aunque 
con casi 600 años de distancia en el tiempo, el complejo construido por 
indicaciones de la soberana intenta reproducir el modelo de su lejano 
antecesor.
 
 
EL 
TEMPLO DE MENTUHOTEP.
            
Mentuhotep 
(XI dinastía, alrededor del año 2040 a.C.). Hacia el 2040 a.C. fundó el Imperio 
Medio al conquistar el norte y reunificar Egipto. Durante su reinado de 51 años, 
construyó su propio complejo funerario presentando éste una nueva manera de 
arquitectura que caracteriza al Imperio Medio, que se explica en los nuevos 
ritos litúrgicos y la utilización de los recursos formales 
anteriores.
            
Este 
templo se podría definir como una mezcla de elementos extraídos de los hipogeos 
y de las tumbas piramidales.
 
 
LA 
ARQUITECTURA DEL COMPLEJO FUNERARIO.
            
Se 
construyó en tres niveles diferentes. El nivel inferior era de planta cuadrada y 
contenía la sala hipóstila y un patio de pilares. Ambas estancias poseían en el 
centro una rampa que conducía al segundo nivel o cuerpo superior que era el 
verdadero templo de culto. Éste estaba flanqueado por patios de columnas en tres 
de sus lados (sudeste, noroeste y sudoeste).
 
 
INTERIOR 
DEL MONUMENTO.
            
Un 
largo corredor subterráneo de 150 metros de longitud conducía a una cámara en la 
que se encontraban depositados un sarcófago de madera y, junto a él, la estatua 
de un soberano con la vestimenta blanca (propia del Jubileo) el rostro y las 
manos de color negro y la corona roja, signos de la realeza del Bajo Egipto. En 
esta misma cámara estaban dispuestos en riguroso orden una serie de recipientes 
con diversas ofrendas.
 
Bajo 
esta cámara se encontraba un pozo de 30 metros de profundidad, comunicado a una 
segunda estancia, que poseía recipientes con ofrendas; luego, un segundo pozo 
(de menores dimensiones), que contenía un pequeño cofre de madera dedicado a 
Mentuhotep.
 
 
EL 
TEMPLO DE HATSHEPSUT.
            
Hatshepsut 
fue la primer mujer faraona que existió en el Antiguo Egipto. Soberana de la 
XVIII dinastía, 1479 - 1458 a.C., fue hija de Tutmosis I, y esposa de su medio 
hermano Tutmosis II. Gobernó primero junto a él, y luego en sustitución de su 
hijastro (en realidad sobrino), Tutmosis III debido a que aún era un niño. 
Hatshepsut gobernó Egipto hasta su muerte.
            
Ordenó 
construir su templo en Deir el Bahari, e hizo levantar dos obeliscos en 
Karnak.
 
El 
templo fue construido por su arquitecto de confianza: Senmut, que realizó un 
conjunto que destaca por la simetría de las proporciones y por su gran 
integración en el medio físico
 
El 
templo estaba consagrado al dios supremo Amón, pero algunas partes estaban 
dedicadas a Hathor (diosa del cielo y del amor), Anubis (dios de los muertos y 
de la momificación), y Ra (dios sol). Además, en él no sólo se le rendía culto a 
Hatshepsut, sino también a sus padres.
 
 
LA 
ARQUITECTURA DEL COMPLEJO FUNERARIO.
            
El 
primer nivel del templo estaba constituido por el patio, al cual se llegaba por 
una avenida flanqueada por esfinges que nacía en el Valle del Nilo. Éste 
consistía en un gran espacio abierto con dos posibles esfinges, dos estanques 
en  forma de T y una serie de 
árboles. Del centro nacía una rampa que conducía al segundo nivel, y que dividía 
en dos partes un pórtico de pilares. Este nuevo nivel era de planta cuadrada y 
repetía la característica del vestíbulo porticado. Éste conducía a dos grandes 
salas; la más importante consagrada era la del nacimiento divino de Hatshepsut. 
Ambas son importantes por los relieves que presentan y por tener la finalidad de 
alabar la figura de la reina por ser hija de Amón y la creadora de grandes redes 
comerciales. A los lados de estas dos grandes habitaciones construyeron el 
santuario de Hathor y la capilla de Anubis. En el tercer nivel, se encontraba el 
edificio de culto de la reina: la sala hipóstila, la sala de las estatuas, el 
santuario y la capilla funeraria.
 
 
 
ARQUITECTURA 
CIVIL.
LA 
CIUDAD EGIPCIA: ARQUITECTURA CIVIL.
 
            
De 
este ámbito han quedado pocas muestras arqueológicas, y quizá, por este motivo 
su desconocimiento por la población actual es mayor.
 
 
URBANISMO.
            
Los 
restos arqueológicos hallados de esta arquitectura residencial son muy escasos 
debido a que en las construcciones se utilizaron materiales muy baratos y de 
baja calidad como el lodo secado al sol (extraído de las orillas del Nilo). A 
diferencia de las construcciones funerarias, estas viviendas no eran concebidas 
como moradas eternas, y por lo tanto, no eran necesarios materiales resistentes; 
además, dichas construcciones no eran de uso permanente ya que sólo se 
utilizaban para albergar a la comunidad de obreros que trabajaban en las 
construcciones funerarias cercanas; cuando éstas finalizaban, la ciudad se 
abandonaba.
            
Ya 
en los inicios dinásticos se empezaron a crear importantes núcleos urbanos; la 
mayoría estaban delimitadas por altas murallas de ladrillo, que, tuvieron un 
papel muy importante en la configuración de la ciudad. Los primeros edificios se 
adosaban a la muralla, siguiendo los mismos una dirección, y al mismo tiempo se 
marcaba el trazado de las calles; es decir que, si la muralla se constituía a 
través de tramos rectos, la organización de la urbe era mucho más 
regular.
            
Durante 
el Imperio Antiguo, se formaron las llamadas "Ciudades de las Pirámides", 
núcleos urbanos habitados por comunidades que mantenían tanto el culto como el 
estado físico de un templo o tumba real.
 
 
 
GRANDES 
COMPLEJOS URBANÍSTICOS.
KAHUN, 
LA CIUDAD PARTIDA.
 
Fue 
descubierta por Petrie (egiptólogo moderno) y la denominó Kahum (deformación del 
verdadero topónimo Lahun). Su antiguo nombre fue Hetep - Senwosre. Probablemente 
la vida activa de esta ciudad finalizó antes de la XVIII 
dinastía.
 
El 
conjunto presenta una planta general en forma de rectángulo de grandes 
dimensiones con un muro continuo que discurre en dirección norte - sur, 
delimitando dos sectores diferenciados muy notoriamente: el barrio occidental y 
el oriental
 
 
EL 
BARRIO OCCIDENTAL.
            
A 
este barrio se accedía por su frente meridional (sur), por una puerta que 
desembocaba directamente en una calle de alineación irregular, paralela al muro 
de separación de los dos barrios, y que lo recorría en toda su longitud hasta 
llegar al muro septentrional (norte). En esta vía principal la desembocaban 
numerosas calles transversales.
 
 
LA 
VIVIENDA.
            
Las 
casas de este sector estaban todas en un mismo plano, ocupando cada una entre 
tres y diez estancias, y una superficie raramente superior a los 100 metros 
cuadrados. Las casas eran de una planta sola, y disponían de una cubierta plana 
constituida por vigas de madera que sostenían un entramado de cañas y 
paja.
 
 
EL 
BARRIO ORIENTAL.
            
Este 
otro sector se organizaba de forma muy diferente al contrapuesto. Se accedía por 
una puerta del muro lateral de levante (este) que daba acceso a la vía principal 
que, en este caso, discurría en dirección este - oeste, culminando en el muro de 
separación entre los dos barrios. Entre esta calle y el muro norte se situaban 
seis grandes viviendas; y en el lateral contrapuesto también se disponían otras 
grandes unidades residenciales y, tras ellas, se encontraban viviendas similares 
al barrio occidental que se situaban sobre unas calles secundarias, aunque sin 
el rigor geométrico del anterior.
            
En 
la confluencia de esta vía principal y el muro de división se situaba lo que 
Petrie llamó acrópolis de la ciudad.
 
 
LA 
VIVIENDA.
            
Todas 
las residencias reproducían un esquema similar, con una planta rectangular que 
ocupaba casi trescientos metros cuadrados, y un total de setenta estancias entre 
corredores y habitaciones. Junto a la entrada, desde la vía principal, se 
encontraba la portería y los espacios de recepción, luego, se disponían los 
ámbitos de servicio y los establos, y, en el sector más profundo, se encontraban 
las dependencias privadas, organizadas en torno a un gran patio abierto 
porticado en el lateral meridional (sur).
 
 
TELL 
EL AMARNA, LA CIUDAD DE ATÓN.
            
Fue 
capital durante el reinado de Akhenatón (conocido también como Amenhotep IV o 
Amenofis IV), gobernó en el Imperio Nuevo (XVIII dinastía, 1351 - 1334). La 
ciudad constituye un verdaadero universo en miniatura. En sus orígenes el faraón 
la llamó Akhetatón (Horizonte de Atón). Fue habitada durante un tiempo limitado 
y después abandonada al morir Akhenatón, su fundador. Esta ciudad fue creada por 
y para el rey.
 
 
LA 
GRAN REVOLUCIÓN ATONIANA.
            
Amenhotep 
IV (Akhenatón) fue el segundo hijo de Amenhotep III y la reina Teye. A la muerte 
de su hermano Tutmosis, asumió como faraón. Transcurridos tres años de su 
reinado, el joven faraón introdujo cambios sustanciales en la ritualidad 
amoniana, acentuando el culto al sol, pero no como figura mitológica (el 
tradicional Ra), sino como verdadera estrella, denominado Atón y asumiendo en 
persona su condición de sumo profeta.
            
Para 
la nueva representación de la deidad solar, Akhenatón levantó una ciudad llamada 
Akhetatón (por el dios Atón). Tras la muerte del soberano herético y sus 
sucesores, su recuerdo y el de su ciudad fueron olvidados y eliminados para 
regresar a su antigua religión (la tradición del dios 
Ra).
 
 
LA 
CIUDAD.
            
La 
antigua ciudad de Akhetatón, más conocida actualmente como Tell el Amarna, fue 
construida en un terreno llano y desértico que se extendía en la margen oriental 
del Nilo, adaptada a la forma que traza en este punto el río. En las primeras 
exploraciones arqueológicas se encontraron restos del palacio real, del templo 
mayor, y de importantes residencias particulares, entre ellas las del general 
Ramose o la del visir Nakht. A pesar del alto nivel de destrucción de esta 
antigua ciudad  se pudo reconocer el 
carácter homogéneo del urbanismo de la ciudad, y que fue abandonada tras un 
período activo de apenas una generación.
 
 
EL 
TEMPLO DE  
ATÓN.
            
Este 
templo es una de las edificaciones más interesantes que se encuentra en la 
ciudad.
            
En 
un recinto rectangular de casi ochocientos metros de longitud y trescientos 
metros de ancho, delimitado por un elevado muro perimetral se disponían dos 
templos diferenciados. Tras el pilón se levantaba una sala hipóstila con 
dieciséis columnas que daba paso a seis patios descubiertos, separados por 
sucesivos pilones intermedios, en una secuencia que concluía en un segundo 
templo, dispuesto en la pared este del recinto 
general.
 
 
CASAS 
Y PALACIOS.
            
Pueden 
diferenciarse tres tipos de viviendas: las pequeñas casas, las grandes villas, y 
los palacios.
 
La 
población normal de Deir el Medina poseía casas de cuarenta a setenta metros 
cuadrados divididas, cada una, en tres partes: una zona de entrada, la 
habitación principal y, en la parte trasera, estaba la cocina y despensa donde 
también se encontraba la escalera para subir al segundo 
nivel.
 
Las 
grandes villas, propiedad de altos funcionarios, ocupaban un extenso terreno 
(trescientos cuarenta metros cuadrados) incluyendo la vivienda e instalaciones 
secundarias. El vestíbulo daba entrada a la sala de recepción, seguida de la 
habitación principal y, por último, la sala dormitorio de los 
familiares.
 
En 
el caso de los palacios, se destaca el de Ramsés III, en Tebas.  El palacio se localiza en el lado sur 
del primer patio del templo. En la parte delantera se ubica una antesala seguida 
por una "sala de audiencias". Mediante una entrada lateral se accedía a la 
segunda sala del trono, flanqueada por un dormitorio y una instalación 
sanitaria. Junto a la parte trasera del palacio, se encuentran tres viviendas 
tripartitas para los sirvientes. La función principal de este tipo de palacios 
era generar un espacio donde el monarca pudiese premiar a determinados 
funcionarios. Esto explica la importancia de la "ventana de las apariciones", 
situada en el centro de la fachada principal. En ella hacía aparición el faraón 
ante su pueblo (acontecimiento que muy rara vez sucede). Además, era el lugar de 
entrega del llamado "oro del honor", destinado a los funcionarios meritorios de 
él (sacerdotes y altos cargos próximos al monarca).
 
 
HIPOGEOS.
            
La 
situación política de ese momento era bastante difícil; los monarcas mantenían 
una cierta independencia respecto al poder del rey lo que hizo que muchos de 
ellos se convirtieran en "pequeños faraones" en diversos ámbitos, hasta en el de 
la arquitectura. Por eso, se hicieron construir hipogeos o bóvedas subterráneas 
para los cadáveres. Éstos se concebían como las mastabas del Imperio Antiguo, 
pero eran excavados en la roca y contaban de tres partes: 
 
- 
Dos habitaciones abiertas al público en donde se depositaban las 
ofrendas.
 
- 
Pozo excavado o corredor.
 
- 
Cámara funeraria en la que se colocaba al difunto y que se cerraba 
herméticamente para siempre.
 
Los 
primeros hipogeos datan de la época de Micerino (Imperio Antiguo); pero su gran 
momento se produjo en el Imperio Medio, en el que destacan dos centros de 
hipogeos civiles: Beni Hassan y Asuán, continuándose su construcción durante el 
Imperio Nuevo. Uno de los más importantes es el hipogeo de Sarenput II, en 
Qubbet el Hawa. En él destaca el recurso arquitectónico de ir disminuyendo la 
altura del techo, en contra del aumento del suelo, a medida que se acerca el 
núcleo; de esta manera se subraya su importancia.
 
 
  
ARQUITECTURA 
RELIGIOSA.
 
LA 
CAPILLA BLANCA DE SESOSTRIS I.
 
De 
este ámbito, únicamente se conserva una pequeña construcción: el pabellón, 
templo del faraón Sesostris I (XII dinastía, 1956 - 1911 a.C.), más comúnmente 
llamada "Capilla Blanca". Ésta es una pequeña edificación muy simple, abierta a 
los cuatro vientos; fue destruida y sustituida tiempo después por las nuevas 
construcciones realizadas por Tutmosis. El proceso de recomposición de los 
fragmentos hallados tardó treinta años, culminando la reconstrucción en el año 
1938.
            
En 
esta reducida construcción están presentes dos de los elementos característicos 
en el paso del tiempo de la arquitectura egipcia: los sistemas adintelados 
estructurales y la cubierta plana. Tenía dos funciones: conmemorar el Heb Sed de 
Sesostris I (fiesta real en la que, mediante una serie de actos rituales (cuya 
duración se prolongaba por varios días), el monarca renovaba sus fuerzas físicas 
y mágicas con el fin de perpetuar su tiempo de reinado. La celebración de las 
"fiestas sed" (nombre egipcio), se transfería también al más allá, con lo cual 
se aseguraba el reinado del monarca para toda la eternidad), y proteger en su 
interior la imagen de la divinidad en el camino procesional que iba de Karnak a 
Luxor. Durante este recorrido se iba parando en diferentes templos para realizar 
pequeñas celebraciones litúrgicas.
 
 
 
ARQUITECTURA 
MILITAR.
LA 
ARQUITECTURA MILITAR.
 
Fue 
un ámbito arquitectónico de escaso desarrollo dado la estabilidad en las 
relaciones políticas y militares entre Egipto y los pueblos vecinos. Tal 
circunstancia volvió innecesarias la construcción de estructuras defensivas 
complejas. Sólo la frontera con Nubia requirió la construcción de 
fortificaciones de importancia, que albergaran a las tropas. Un ejemplo de lo 
expuesto es la fortaleza de Buhen, la que presenta las características típicas 
de esta arquitectura: dos niveles de murallas a distinta altura, baluartes y un 
foso seco. 
 
 
 
CONCLUSIONES
 
La 
arquitectura del Antiguo Egipto es una de las manifestaciones artísticas que más 
ha perdurado con el paso del tiempo en la historia de la humanidad; 
constituyendo uno de los elementos más representativos de esta importante 
civilización.
 
Su 
evolución fue extremadamente lenta a lo largo de los tres milenios que perduró 
ésta maravillosa civilización, ya que no contó casi con aportes exteriores. Tuvo 
su más alta expresión con las construcciones funerarias, debido a que fue una 
civilización extremadamente religiosa, dedicándole estos monumentos a los dioses 
y faraones. Tales características dominaron completamente todos los aspectos de 
este arte y constituyen el gran legado de egipto a la 
posteridad.
 
 
BIBLIOGRAFÍA.
 
 
"ARQUITECTURA 
EGIPCIA", 1ª Edición, Jesús Araújo, Editorial Parramón S.A., Barcelona, 
2000.
 
"ARQUITECTURA 
EGIPCIA", Enciclopedia Microsoft Encarta 98.
 
"ARTE 
EGIPCIO", 1ª Edición, Jesús Araújo, Editorial Parramón S.A., Barcelona, 
1999.
 
"EGIPTO. 
EL MUNDO DE LOS FARAONES", Regine Schulz - Matthias Seidel - colaboradores, 
Editorial Könemann, Italia, 1997.
 
"ENCICLOPEDIA 
DE ARQUEOLOGÍA", 1ª Edición, Mick Aston - Tim Taylor, Editorial El Ateneo, 
Italia, 1999.
 
"HISTORIA 
DE LA FORMA URBANA. DESDE SUS ORÍGENES HASTA LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL", 4ª 
Edición, A.E.J. Morris, Editorial Gustavo Gill S.A., Barcelona, 1992. 
 
"HISTORIA 
DEL MUNDO", 12ª Edición, José Pijoán, Editorial Salvat S.A., Zaragoza, 
1979.
 
"LA 
CULTURA DEL ANTIGUO EGIPTO", 1ª Edición, Quantum Books L.T.D. - Rebecca 
Kingsley, Editorial Edimat Libros S.A., Madrid.
 
"LOS 
FARAONES. LA ALTA SOCIEDAD IMPERIAL". Lionel Casson, Editorial Folio S.A., 
Barcelona, 1999.
 
"MINIGUÍA 
DEL ANTIGUO EGIPTO", 1ª Edición, Scott Steedman, Editorial Molino, Barcelona, 
1996.
 
"THE 
GREAT PYRAMID AT GIZA", www.oocities.org/athens/delphi/3499/page1.htm, 
1999.               
                               
 
"THE 
SPHINX", www.oocities.org/athens/delphi/3499/page1.htm, 1999.   
 
 
 
 
 OPRIMA AQUÍ PARA IR A LA PÁGINA PRINCIPAL