AFRICA FRENTE A LA GLOBALIZACION
(Algunas Reflexiones Generales)
Por Prof. Dr. Franz J. T. Lee
Resumen de la Ponencia
A L A D A A
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AFRICA FRENTE A LA GLOBALIZACION
(Algunas Reflexiones Generales )
Por Prof. Dr. Franz J. T. Lee
Resumen de la Ponencia
A. Introducción
A mi modo de ver, Africa frente a la
Globalización es una tragedia,
históricamente peor que el Tráfico de Esclavos Transatlántico. En
aquella era del tráfico de esclavos, se trataba de la edificación de la
división del trabajo físico internacional y de la venidera revolución
democrático-burguesa, hacia el capitalismo liberal en la primera mitad
del siglo XIX. Este proceso histórico aniquiló toda la infraestructura
africana, las bases socioeconómicas de los diversos modos de produccion
allí
existentes, y dejó el continente presa fácil para la explotación,
dominación, discriminación y deshumanización de todo índole por parte
de Europa.
No es ningún secreto que la fuente de
la riqueza, del poder y del
"progreso" es simplemente la fuerza de trabajo humana, física o/e
intelectual. También es de amplio conocimiento, que es la fuerza de
trabajo, y no el trabajo en si, que es el generador del capital y de
las giga-ganancias, pero al mismo tiempo también de la miseria y
pobreza más horrenda y abominable. Todos los problemas humanos giran
alrededor del fenómeno del trabajo, quiere decir, de la fuerza de
trabajo explotada.
No tomar este hecho universal en
cuenta equivale a no entender, que
precisamente por medio de la explotación de la fuerza de trabajo
primordialmente físico, se estaba saqueando y se sigue saqueando al
Continente Africano y a sus habitantes discriminados y deshumanizados
ya por los siglos de los siglos. En Europa, desde el siglo XII hasta
hoy, el trabajo se transformó progresivamente en el capital, y son
sencillamente estos dos lados lógico-formales, dualísticos del mismo
Trabajo -- el trabajo y el capital -- que dominan todos los
acontecimientos globales.
En su libro "How Europe Underdeveloped
Africa", el científico y
historiador guyanés Walter Rodney, explicó todo este brutal y bestial
proceso que fue el "descubrimiento", la
"cristianización" y la militarización, en fin la conquista del
continente africano. El saldo de las victimas humanas africanos,
causado por el tráfico de esclavos a lo largo de cinco siglos, no sólo
fue el masacre y la explotación brutal de 210 000 000 de africanos,
cifra estimada por la Organización para Educación, Ciencia y Cultura de
las Naciones Unidas, UNESCO (New African, Abril 2000), sino en términos
de reparaciones financieras, el equivalente de más de 777 trilliones de
dólares américanos.
(N.A. noviembre 1999).
De este "Holocausto" y de su legítimo
reclamo de reparaciones nada
quieren saber el FMI, el Banco Mundial, Europa, las Naciones Unidas y
los Estados Unidos, y el Holocausto Africano ni siquiera figura entre
los temas de mínima consideración democrática global, ni mucho menos en
el
"perdón" que recientemente pidio el Papa Juan Pablo II en nombre de la
iglesia católica por las atrocidades cometidas a lo largo de su
historia, inclusive el rol activo que desempeño en el tráfico de
esclavos africanos.
Desde la mitad del siglo XX el
capitalismo imperialista experimentó una
reestructuración a nivel mundial, iniciando la fase actual de la
globalización, que principalmente tiene que ver con la explotación de
la mente humana, de la fuerza de trabajo intelectual, dentro del
contexto de la actual época de la informática y de la computarización
de la produccion, distribución y consumpción. Este proceso de
globalización cambiará todo el panorama económico, político y social en
el planeta; también lo que fue el Estado, los Estados nacionales y el
significado de las regiones geográficas con sus fronteras será
transformado. En realidad, toda la producción y reproducción humana con
su correspondiente orden económico--social será sometida a este proceso
de transformación, el cual incluye y afecta hasta los ámbitos físicos y
mentales de la misma especie humana. Con respecto a la modificación del
ser físico y mental, del comportamiento y del pensar, son Aldous
Leonard Huxley and George Orwell, quienes en sus respectivos libros
"Nineteen Eighty Four" (Orwell 1948) y "Brave New World" (Huxley 1932)
anticiparon de una manera única los detalles de un proceso, cuya
actualidad sólo acabamos de empezar a vivir en carne y hueso.
B. Algunos Aspectos
Sobresalientes del Continente Africano y su "Futuro"
1. La destrucción económica
Por el momento, la taza de crecimiento
poblacional actual de Africa es
el 3%; más que el de China. Si continuára así, en 20 años la población
Africana sobrepasára la cifra poblacional de China. Todo el mundo está
hablando ya desde hace tiempo del peligro de la explosión demográfica,
y de la futura crisis de alimentación. Casí nadie se preocupa de la
crisis de miseria, pobreza y hambre ya existente.
Hay fuertes suposiciones de que
existen planes en el "alto mando
internacional" para reducir la población mundial de 6 billiones a unos
"controlables" 2 billiones para la mitad de este siglo, en el año 2050
aproximadamente. Entre tantas explicaciones y pruebas que pueda haber
para la existencia de tales planes, nadie menciona con ninguna palabra
que en realidad se trata de una dinámica del mismo capitalismo en su
fase post-industrial, post-trabajo físico, que con la explotación de la
fuerza de trabajo intelectual deja al margen del proceso de producción
a billiones de trabajadores, que no tienen otra cosa que ofrecer en el
mercado, que su obsoleta fuerza de trabajo física. La liquidación de un
"ejército global de reserva" de las fuerzas de trabajo físico, inútil
para el sistema en su totalidad, será efectuado en primer lugar por
medio de la misma pobreza, miseria y enfermedad en que necesariamente
van a caer, y por la manipulación de alimentos y el lanzamiento
deliberado de enfermedades como el SIDA, que es un "virus" sintético de
los laboratorios de guerra Estadounidenses, que llegó al Africa
precisamente a través de los programas de vacunación de la Organización
Mundial para la Salud (WHO). (N.A., October, 2000)
Echemos un vistazo a la participación
de Africa en el mercado mundial,
en términos de fuerza de trabajo y comercio de bienes. Africa
suministra a escala mundial principalmente la fuerza de trabajo física,
en este caso agrícola y minera, y sólo participa en el comercio del
mercado mundial con el 1%, que es por debajo de América Latina, que
participa con tal vez el 2 o 3% del volumen total del comercio mundial.
El volumen del comercio interafricano, es decir entre las naciones
africanas, expresado en US dólares, es menos que las ganacias anuales
de una empresa multinacional como por ejemplo Mitsubishi basada en el
Japón, o Exxon-Mobil basada en los EE.UU. (New African, Marzo 2000). En
contraste, no hay ninguna empresa multinacional basada en un país
africano lejanamente competitiva dentro de este escenario.
El Banco Mundial, el Fondo Monetario
Internacional, la masiva deuda
externa de los países africanos y la política económica del
neoliberalismo, todos embocando en la famosa globalización, ya han
acabado con todos los esfuerzos económicos africanos. En las últimas
décadas,
finalmente, estos organismos, inclusive las reglas formales y legales
del intercambio comercial establecidas por medio de la OMC
(Organización Mundial del Comercio, antes GATT), cumplieron con la
destrucción de las delicadas bases económicas agrícolas y mineras
africanas, ya inhibidas desde un principio por la imposición forzosa de
estructuras económicas ajenas en la infortunada historia Africana.
2. La aniquilación militar
Parece una ironía, que en la actual
crisis de Sierra Leone el país esté
inundado por armas de guerra de todo tipo, donde al mismo tiempo no
está en condiciones económicas para poder producir ni una sola bala.
Resulta igual de irónico además, que los cinco miembros permanentes del
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, supuestamente vigilantes y
guarantes de la "paz mundial", son los más grandes productores y
vendedores de armas a escala mundial. Sus armas por igual atacan y
defienden a la "democracia" en Africa, haciendo florecer el negocio del
nuevo siglo en el continente Africano. En este escenario de negocios de
armas ha entrado la misma Sudáfrica post-apartheid, democrática y
reconciliadora, produciendo y vendiendo armamento bélico en todas
partes de Africa. Nelson Mandela y Thabo Mbeki, que tanto han criticado
la "carrera armamentista" y los crecientes conflictos armados
interafricanos, presiden a uno de los mayores productores y vendedores
de armas en todo el continente Africano. Parece que han aprendido
demasiado rápido del maravilloso mundo de los negocios á la EE.UU.,
Francia, Alemania e
Inglaterra. ¡Que viva la democracia reconciliadora sudáfricana, que
vivan los muertos y asesinados de la era del regimen de Apartheid, en
el nombre de las ganancias
capitalistas! ¡Esto es el Sudáfrica, por lo cual han muerto y arruinado
sus preciosas vidas!
En Africa, igual como en el caso
económico, el ámbito militar no tiene
peso comparado con la panorámica internacional. La totalidad del equipo
de armamento de todas las fuerzas armadas nacionales en el continente
africano no vale nada a la hora de una invasión militar foránea por
cualquier gran potencia. Los pueblos africanos, a pesar de los mitos de
Chaka, históricamente no estaban preparados para las guerras, ni en
Egipto Antiguo, ni en los Imperios Africanos de Zimbabwe, Ngola, Mali,
Bakongo, etc., ni mucho menos durante el colonialismo europeo y el
neocolonialismo yanqui. La guerra fue un monopolio exclusivamente
europeo, ya desde Grecia Antigua y la Edad Media.
Fueron Patrice Lumumba del Congo -- el
José Martí y Simón Bolívar de
Africa -- y Kwame Nkrumah de Ghana en los años 50 y 60 del siglo
pasado, quienes, por primera vez en la historia de Africa, sugirieron
la construcción de un ejército continental africano, idea poca
agradable para Europa, Estados Unidos y las Naciones Unidas. Así que a
través de sus respectivos organismos de inteligencia y operaciones
cubiertas, se sofocó cualquier esfuerzo de este índole, por medio de la
inhibición o el asesinato de los promotores de tales ideas. Hoy día, la
estéril Organizacion de la Unidad Africana (OAU) empieza a recobrar su
memoria y, cuando ya es tarde, está tratando de resuscitar los sueños
de una defensa militar común de Africa. Lo que no sabe la OAU es, que
ya ha perdido su cupo en el "Challenger" hacia la época de la
informática, hacia el trabajo intelectual, hacia el militarismo
globalizado. También los "sagrados" deseos panafricanos de Patrice
Lumumba y de Kwame Nkrumah para fundar Los Estados Unidos de Africa han
desvanecido en la nada de la era del capitalismo globalizado, en cuya
agenda no está precisamente la unificación de Africa, sino al
contrario, la desaparición de Africa del mapa mundial.
3. La Liquidación Política
El Nacionalismo Africano, que nació
después de la Primera Guerra
Mundial y que todavía sobrevive en el Sudáfrica de Mandela y de Mbeki,
siempre se caracterizó por ser "anti-imperialista", "pro-capitalista",
"pro-estalinista", "pro-liberal", "pro-democratico", "pro-gandhista" y
"anti-trotskista". Es la política contemporánea africana más atrasada,
obsoleta y reaccionaria.
Después de la Segunda Guerra Mundial,
en la época de la
descolonización, que fue en realidad la era de la neocolonización -- de
la independencia política fraudulenta y de la dependencia económica
yanqui --, surgió el otro lado, la
"negación" del Nacionalismo Africano, el Pan-Africanismo, con su
extrema izquierda, el Socialismo Africano (Nkrumah, Nasser, Sekou
Touré, Obote). En su libro, "Africa Must Unite", Nkrumah explicó los
objetivos esenciales del Panafricanismo:
a) Un Mercado Común de Africa;
b) Una Moneda Común de Africa;
c) Una Zona Monetaria de Africa;
d) Un Banco Central de Africa;
e) Un sistema de comunicación
continental;
f) Una Fuerza Armada Continental.
Como en el caso de Lumumba y otros
líderes africanos radicales, Nkrumah
fue atacado en la prensa burguesa mundial, fue reducido a un político
megalomaniático y autoritario, y finalmente, en una operación conjunta
de diversas agencias de inteligencia como la CIA, y organizaciones de
conspiración militar fue derrocado en un golpe. Tristemente, todos los
movimientos de liberación en el continente Africano -- en el Congo,
Sudáfrica, Angola, Mozambique, Guinea-Bissau, Zimbabwe, Namibia, etc.,
-- terminaron en la misma corrupción políticca, económica y social
virulenta, contra la cual pretendían luchar.
C. CONCLUSION
Terminamos concluyendo con el
siguiente ejemplo clásico, de lo que se
trata en Africa, y cual es su futuro vis-a-vis la Globalización:
En los años cincuenta, varias empresas
multinacionales europeas y
americanas colaboraron con las Naciones Unidas, con diversos paises del
"mundo libre" y con sus servicios secretos para frustrar los esfuerzos
emancipatorios de Patrice Lumumba de liberar y de independizar
politica- y economicamente el Congo. Lumumba, el líder popular, fue
fríamente masacrado, siendo reemplazado por el notorio tirano y títere
imperialista, Mobuto Sese Seko, quien, en la época de la Guerra Fría,
tenía el orden de sofocar cualquier intento revolucionario comunista en
Africa Central.
Después de más de 30 años de fiel
cumplimiento de su trabajo de
desestabilización, cuando había caido el Muro de Berlín y Mobutu dejó
de ser políticamente útil, sus amos lo dejaron caer como papa caliente.
Los intereses de las potencias Europeas y Estadounidenses enviaron a
Mobutu al basurero de la historia neocolonial, operando militarmente
desde Rwanda y Uganda para apoyar al nuevo sustituto, Laurent Kabila.
Cuando Kabila no resultó un buen jugador de su papel de payaso
político, los intereses occidentales se tornaron en contra de él,
operando una vez más desde y a través de los mismos paises, Rwanda y
Uganda con fines de derrocar a Kabila.
Se desató una Guerra Panafricana a
finales del milenio, involucrando al
Congo, Ruanda, Uganda, Zimbabwe y Angola, (New African, Octubre, 1998).
Probablemente, como en el caso de Sierra Leone, la fuerza militar de
actuación rápida de las Naciones Unidas, los cascos azules, tendrán que
intervenir en el futuro más cercano. El cuidadosamente fomentado caos
económico, político, social y militar reinante en el continente
africano puede ser un espejo de lo que le espera a otras partes del
antes llamado "Tercer Mundo", hoy "Mercados Emergentes", más bien
mercados en emergencia. Para América Latina, tanto como para Africa, ya
es tarde para revisar las prioridades en su agenda de integración.
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