La pena de muerte: Una atrocidad mas del Capitalismo.

¡Abajo la sentencia de muerte contra Osvaldo Torres y todos los demás condenados!

 

El mexicano Osvaldo Torres Aguilera, permanece injustamente preso y condenado a muerte en un centro penitenciario del Estado de Oklahoma en los Estados Unidos. Osvaldo será ejecutado el 18 de mayo de este año, mas sin embargo sus familiares siguen luchando para que se revoque la sentencia de muerte y poder salvar así su vida.

 

Osvaldo fue injustamente sentenciado por un delito, que ha quedado completamente comprobado, el nunca cometió. Osvaldo fue detenido el 12 de julio de 1993, por el supuesto homicidio de una pareja de esposos, pero la defensa legal de Torres Aguilera ha demostrado que no fue él quien cometió el doble asesinato y aún así las racistas autoridades norteamericanas quieren quitarle la vida.

 

 Además, el juicio llevado en su contra esta lleno de irregularidades, siendo violados todos sus derechos legales para su defensa, por ejemplo, una ley internacional señala que todo gobierno que detenga a una persona extranjera deberá notificar al gobierno del país de origen del detenido, pero el gobierno norteamericano jamás notifico al gobierno mexicano del caso de Osvaldo. El gobierno mexicano supo de su caso años después cuando el detenido ya había sido condenado a la pena capital.

 

Pero hay que dejar algo muy claro, ninguna autoridad mexicana se intereso por ayudar a Osvaldo, pasaron los años y nunca movieron un solo dedo por tratar de salvar su vida, es hasta ahora y gracias a la presión que ha hecho su familia y organizaciones de derechos humanos, cuando el gobierno de Fox hipócritamente aparece como preocupado con lo que pueda pasar con el detenido. Y realmente no han hecho nada importante, solo enviaron una carta al gobernador de Oklahoma para que simplemente se postergara la ejecución por 30 días más. Para que la defensa pueda presentar más pruebas a favor de Osvaldo.

 

Lamentablemente, el de Osvaldo es solo uno de los miles de casos de inmigrantes latinos que permanecen injustamente presos y condenados a muerte en los Estados Unidos. Y la vida de todas estas personas no le importan en los absoluto ni a las autoridades norteamericanas ni a las mexicanas. A diario son detenidos y maltratados cientos de latinoamericanos que buscan llegar a los Estados Unidos con el sueño de poder alcanzar un mejor nivel de vida, muchos de ellos mueren a cuesta de las balas de la racista y asesina policía migratoria.

 

 Pero la mejor prueba de que tampoco al Estado mexicano le importa ni la vida ni los derechos de los inmigrantes, es que, a diario, también en México, son detenidas grandes cantidades de personas de origen latino, que vienen de Centroamérica con la intención de poder cruzar como indocumentados a Estados Unidos, todos ellos son tratados como delincuentes peligrosos y se les maltrata tanto física como psicológicamente en las cárceles mexicanas. En la ciudad de Monterrey, recientemente se detuvo a algunos centroamericanos y algunos de ellos fueron acusados de pertenecen a pandillas criminales  y otro más de ser supuestamente un guerrillero.

 

El movimiento obrero y los inmigrantes

 

Si hablamos de transformar la sociedad y organizarla sobre otras bases económicas y sociales, que nos garanticen a todos el bienestar y la libertad sin importar nuestra raza o nacionalidad, entonces es trascendental analizar la cuestión de los inmigrantes. Hoy en día esta es una de las cuestiones mas importantes en el mundo, los inmigrantes son maltratados y marginados en casi todos los países del planeta. Este gran problema tiene su raíz en el capitalismo, pues este sistema origina desigualdad y pobreza extrema en la mayoría de los países del planeta, de los 6 mil millones de seres humanos en el mundo mas de 4 mil quinientos millones viven en la pobreza y sin ninguna esperanza real de mejorar su triste condición, esto lleva a los obreros y los campesinos de los países mas atrasados a la desesperación total por ver hambrientos a sus hijos y no poderles brindar ni siquiera la educación mas esencial, es esto lo que los conduce a dejar su país y familia y marcharse a otro país, donde piensan, le puede ir mejor. 

 

Lo que le espera al inmigrante son duras jornadas arriesgando su vida, ya sea, en medio del océano o caminando por el desierto y eso es solo el comienzo, pues al llegar a su destino el inmigrante se tiene que enfrentar a muchas otras dificultades, como buscar donde vivir, cuidarse de la policía migratoria y encontrar un empleo lo mas digno posible. Al conseguir el empleo casi siempre, el trabajador es victima de todos los abusos posibles por parte del patrón, pues al no ser legal en ese país, no cuenta con ningún derecho laboral.

 

Por otra parte, los patrones y su gobierno utilizan el nacionalismo para lograr dividir a los obreros e impedir que estos puedan organizarse y pelear juntos contra sus explotadores en común. Nuestra lucha es por dejarle claro al obrero que su enemigo es el patrón, aunque haya nacido en la misma nación que él y su mejor aliado es cualquier otro trabajador, sin importar en que lugar del mundo se encuentre, lo que lo une a ese otro trabajador es su condición de explotado, de oprimido. Por eso luchamos por la unión de los trabajadores sin importar las diferencias nacionales o raciales que existan entre ellos.

 

Como ya bien lo señalamos en “Carta Abierta de los Anarquistas Revolucionarios a la Clase Obrera mundial”  en este mismo número, la única manera de dejar atrás a esta injusta sociedad de explotadores es mediante la revolución social, destruyendo al capitalismo en todos los lugares del mundo, esa es la única vía real para acabar con las imágenes de latinos muertos en el desierto de Arizona ó a marroquíes ahogados en el mediterráneo intentando llegar a Europa.

 

Lejos de lo que piensan muchos, el inmigrante no deja a su familia y a su país por gusto, sino por necesidad, estamos seguros que los inmigrantes preferirían estar junto a sus hijos y sus familiares que estar en un lugar desconocido jugándose la vida. Por eso es necesario construir las bases de un movimiento revolucionario, socialista libertario e internacionalista, dirigido por la clase obrera mundial para barrer con la propiedad privada generadora de la pobreza y el hambre, para destruir este sistema y construir uno realmente justo y mucho más humano.

 

El imperialismo yanqui y la hipocresía de los derechos humanos.

 

La burguesía imperialista norteamericana, ha emprendido sus ataques asesinos sobre Irak y Afganistán y esta latente la amenaza contra varios países más, todo esto lo hacen hipócritamente en nombre de la libertad y la democracia y al mismo tiempo aplastan los derechos de todos dentro de sus propias fronteras. El caso de los condenados a muerte es muy claro, por ejemplo, desde 1973, 75 personas que se encontraban en el corredor de la muerte fueron puestas en libertad, después de que se lEs comprobara su inocencia, ahora nos podemos imaginar a todas esas victimas de las cárceles capitalistas que han sido ejecutadas siendo inocentes.

 

Los Anarquistas Revolucionarios nos oponemos y condenamos rotundamente  la pena de muerte, y no solo eso sino que nos oponemos al sistema carcelario en su totalidad, no solo porque es inhumano mantener a una persona viviendo en una celda, sino también porque estamos convencidos de que el sistema carcelario no puede rehabilitar a una persona, no la puede rehabilitar, porque en una prisión además de estar privado de la libertad, el preso es maltratado, humillado, mal alimentado y en esas condiciones lo único que puede formar es a una persona mucho mas resentida con la sociedad que lo mantiene en ese estado.

 

Esta comprobado que la aplastante mayoría de los mal llamados “delitos” que se cometen en el mundo, están relacionados con factores económicos, desde el robo hasta el asesinato, por eso estamos seguros que gran parte de los delitos desaparecerán al desaparecer este sistema asesino y hambreador llamado capitalismo, ¿o acaso alguien tendría la necesidad de robar en una sociedad que le retribuyera todo lo indispensable para desarrollarse material y moralmente?

 

Nos oponemos al sistema carcelario y admitimos que no podemos hacer nada contra él, mientras la sociedad siga estando dividida en clases, con una minoría rica y privilegiada y una inmensa mayoría pobre y marginada, es decir, no podremos hacer nada contra las cárceles mientras exista el capitalismo, porque el sistema carcelario es una parte clave y esencial del Estado para encerrar a todo aquel que pone en riesgo el dominio de la burguesía y que pelea contra este orden injusto de las cosas, la cárcel es para el capitalista una gran herramienta para mantener a las masas populares sometidas a su explotación. ¡Libertad a los presos políticos!

 

Por supuesto que somos conscientes de que aún en una sociedad completamente justa e igualitaria habrá personas que por problemas psicológicos ejecuten actos antisociales, como asesinar o agredir a otras personas, pero no propondremos que el agresor sea recluido en una celda por un largo periodo de tiempo, sino que propondremos que sea atendido científicamente por psicólogos en un ambiente completamente diferente al de una cárcel.

 

La fuerza proletaria en defensa de los oprimidos

 

Por lo tanto, como Revolucionarios Anarquistas, esperamos que la vida de Osvaldo Torres sea salvada y trabajamos en el día a día por llevar una conciencia clasista y revolucionaria a los trabajadores del mundo, una conciencia que ayude a construir desde abajo ese movimiento obrero revolucionario internacional, que se encargue de la defensa de todos los oprimidos. Lamentablemente hoy por hoy el movimiento obrero se encuentra infestado de dirigencias burocráticas que ayudan a sostener al capitalismo y que jamás convocaran a las bases obreras a involucrarse en estos casos y emprender acciones de defensa y solidaridad para con sus compañeros explotados y oprimidos.

 

Ante las burocracias que no luchan contra el capitalismo, nosotros proponemos la construcción de Sindicatos Anarquistas (anarcosindicatos), participativos, donde las decisiones las tomen directamente los trabajadores por medio de la asamblea, sin dirigentes oficiales, solo de esta manera lograremos eliminar todas las posibilidades de formación de burocracias y le daremos un rumbo revolucionario al movimiento obrero.

 

Sin duda el poder del proletariado es inmenso pues gracias a la fuerza de trabajo de la clase obrera esta sociedad funciona, esa es la gran diferencia entre los patrones y los trabajadores; los patrones necesitan de nosotros para poder existir y generar sus riquezas y privilegios pero los trabajadores no necesitamos en absoluto de ellos, somos nosotros los que elaboramos, producimos y construimos la riqueza social y muy lejos de necesitar patrones, nos estorban para edificar el socialismo libertario y con el la emancipación de la humanidad.

 

¡Libertad para Osvaldo Torres y todos los condenados a muerte!
¡Todos los derechos democráticos y laborales para los inmigrantes!
 ¡Obreros, Campesinos, Estudiantes Socialistas: Luchar contra la pena del muerte! ¡Si el capitalismo mata, matemos al capitalismo!