POR SINDICATOS HECHOS DESDE ABAJO

 

      El dirigente sindical de los trabajadores de San Pedro, Rafael Reyes Montemayor tiene el salario mas alto de los representantes de burócratas de los municipios del área metropolitana de Monterrey con $51,773 mensuales; más las ganancias que obtiene gracias a que traicionó a los compañeros trabajadores de la recolección de basura cuando el municipio le vendió al sector privado el monopolio del servicio y no hizo nada por defenderlos ni por movilizarlos ya que era obvio un despido masivo. Incluso su salario supera el del alcalde de San Pedro Alejandro Páez Aragón que es de $49,293.

    

     Los demás lideres de burócratas no se quedan atrás con salarios muy superiores a los de los verdaderos trabajadores que dicen que “representan” con sumas que oscilan entre $9,617 hasta los $31,500 y no hablemos de los lideres de los demás sindicatos como los de la CTM o de la CROC pues mantienen salarios semejantes o incluso mayores y no se diga del poder que detentan para hacer y deshacer dentro del sindicato sin que nadie les pida cuentas.

    

     Estos lideres no pueden representar a los trabajadores por el simple hecho de que no tienen las mismas necesidades económicas, estos parásitos pierden todo contacto con las masas, están vendidos a la patronal además su calidad de vida es igual a la de algunos burgueses ¡es claro que son oceánicas nuestras diferencias tanto económica como moralmente!

    

     Estos líderes solo velan por sus intereses y no por los del proletariado. Los trabajadores ya no nos sentimos representados ni defendidos y mientras ellos se dan lujos y una gran vida al lado de los patrones, a nosotros no nos alcanza para pagar el agua, luz, gas, la renta de la casa, las deudas, los camiones y muy apenas para comer. Y mientras  ellos están en su oficina con clima, en comidas con los patrones, con todo un grupo de personas a sus ordenes, su único “trabajo” es firmar los contratos de trabajo, nosotros los trabajadores tenemos jornadas de hasta doce o más horas, a veces en pleno sol; ¡pero  es mucha nuestra responsabilidad por eso tenemos esos salarios!, -es lo que dirían argumentando que esas comodidades son justificables, ¡claro tienen su gran responsabilidad frente a los patrones pues tienen que apaciguar a los trabajadores descontentos y hacer que se conformen con las migajas con las que les pagan!. Ellos en autos de último modelo, Nosotros en camión; ellos vistiendo ropa elegante y cara, nosotros comprando ropa usada; ellos de vacaciones en Europa, nosotros tenemos que esperarnos a ver si para la próxima hay dinero para ir aunque sea a la casa de la abuela. ¡Es hora de que desenmascaremos y echemos a estos líderes parásitos de nuestros sindicatos! Ellos no están de nuestro lado.

    

     Apoyamos totalmente el sindicalismo y estamos por que todos los trabajadores que no estén afiliados a uno lo estén o que formen el suyo, solo que hay que cambiar la forma de hacer los sindicatos; hay que transformar los nuestros para que realmente nos sirvan a los trabajadores, que reconozca la lucha de clases, que se pronuncie por una total e incondicional defensa de la clase obrera, que fomente la solidaridad entre los trabajadores y entre los sindicatos, además de que sean totalmente independientes del Estado y de cualquier partido político burgués. En España existen los anarcosindicatos donde los trabajadores toman sus propias decisiones ya que no existen líderes sindicales que las tomen por su propia cuenta pues no tiene cabida en el anarcosindicalismo. Aquí en México los  existieron después de la revolución: ¡hay que ponerlos en práctica de nuevo!

    

   Hagamos sindicatos clasistas formados desde abajo que se basen en el asamblearismo osea que todas las decisiones sean tomadas en asambleas donde participen todos los trabajadores por medio de la democracia directa; que significa que todos los trabajadores tienen derecho a votar libremente por alguna propuesta; además que los trabajadores tengan una verdadera participación activa; que los delegados elegidos democráticamente sigan siendo trabajadores como nosotros y ejerzan un papel de representantes y no de mandatarios; que su salario sea igual al nuestro pero que no dejen su puesto de trabajo para que no tengan beneficios que nosotros no tengamos y sobretodo que no se conviertan en sindicalistas profesionales; que estén obligados a darnos cuentas de sus actos y es muy importante que puedan ser revocados en cualquier momento. Solo así podemos evitar que se formen castas burocráticas dentro del sindicato y que sea vendido a la patronal. Solo así nosotros los trabajadores tendremos el poder de decidir sobre nuestros problemas y nuestras posturas frente al enemigo, porque ya estamos hartos de que nos utilicen como objetos electorales. Porque somos explotados tenemos derecho a defendernos. Los anarcosindicatos son las escuelas prácticas de los trabajadores. ¡Hagamos sindicatos clasistas! ¡Hagamos sindicatos Revolucionarios! ¡Hagamos anarco sindicatos!