- Diario La Voz del Interior (Córdoba)
- Lunes 12 de febrero de 2001
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Soledad se adueñó de Villa Allende
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- La amenaza de la lluvia no pudo con los fanáticos
que se acercaron a Villa Allende para ver a Soledad. El cierre del festival más
importante de las Sierras Chicas estuvo en manos de la joven de Arequito que convocó a
una multitud al anfiteatro municipal de Villa Allende.
Con sus conocidos movimientos sobre el escenario y un repertorio similar al que presentó
en los diferentes festivales del verano quedó demostrado que el folklore actual tiene
mucho que ver con el espectáculo y que Soledad es una de las estrellas fundamentales de
ese fenómeno.
Noche de éxito
Confirmando lo que esperaban los organizadores, pese a la amenaza constantes de la lluvia,
la última de las noches fue la más exitosa de todas y permitió que cerraran los
números de la edición 2001 del festival de la solidaridad.
Con la presentación de Soledad se completó un fin de semana de categoría que tuvo sobre
el escenario Humberto Mariani la destacada actuación de Cuti y Roberto Carabajal en la
madrugada del viernes y el despliegue de Víctor Heredia y del Dúo Coplanacu, que
brillaron el sábado a la noche, también frente a una multitud.
Otros destacados fueron Los Guaraníes y los locales María Ester Aliaga y Emiliano
Zerbini. Este último despertó la pasión de las adolescentes de la Villa.
Además, en la memoria de todos quedará grabado el espectacular despliegue de fuegos
artificiales del viernes a la noche y las meditadas palabras del cura párroco Humberto
Mariani quien, además de cantar la primer canción del festival, se tomó el tiempo de
cuestionar el peaje.
Otro espectáculo para destacar fue la energía y la gracia del ballet oficial Chakay
Manta que fue ovacionado cada vez que subió al escenario.
Una costumbre saludable
Durante las tres noches del festival quedó claro que este emprendimiento solidario
impulsado por el municipio de Villa Allende es, ante todo, una fiesta con perfil
eminentemente local de la que puede participar toda la familia sin otra preocupación que
la de encontrar el lugar indicado para presenciar el espectáculo.
Llegar a la edición número 16 sin dejar de enarbolar los principios solidarios que
inspiraron el festival, le permite a Villa Allende afirmarse como una plaza importante en
el contexto de los festivales de la provincia. El equilibrio logrado entre la oportunidad
que se les ofrece a los números locales y la presentación, todas las noches, de
espectáculos de categoría permite augurar un futuro pleno de música en Sierras Chicas.