- Diario El Chubut
- Sabado 23 de junio de 2001
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- LA JOVEN CANTANTE CAUTIVO AL PUBLICO CORDILLERANO.
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Soledad
en Esquel
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La
joven cantante Soledad Pastorutti cautivó ayer a los habitantes de la cordillera aún
antes de presentarse en el escenario del Promer Festival de Invierno.
Un centenar de personas que la esperaban a su arribo en el Aeropuerto de Esquel, fueron
testigo de la cálida sencillez con que esta artista del canto devolvió el afecto
recibido en esa oportunidad.
Soledad llegó al aeropuerto poco después de las 14,40, junto a otras doce personas que
integran su equipo de músicos y representantes. Allí era aguardada por casi de un
centenar de fans, en su mayoría jóvenes, quienes dieron a la artyista una calurosa
bienvenida, más allá de las bajas temperaturas que se registraban en esos momentos.
Muy abrigada y con la garganta bien protegida, Soledad ingresó al hall del aeropuerto y
atendió todos y cada una de las solicitudes de autógrafos que le requerían los
jóvenes,
incluso
posando para diversas fotografías seguramente destinadas a ocupar un lugar destacado en
más de un álbum de recuerdos.
En el Salón VIP de la aeroestación local, Soledad atendió a los medios de prensa en una
improvisada ronda de preguntas que fueron una antesala de la conferencia de prensa que
posteriormente ofreció en el Salón Blanco del Hotel Tehuelche.
- Ante los medios, la joven cantante folclórica
confirmó su carácter de artista de nivel internacional, desplegando una serie de
conceptos e ideas que demostraron una imagen madura pese a sus 20 jóvenes años.
''No me considero entre los primeros lugares, aunque sea una de los artistas que más
discos han vendido en este país (dos millones de placas en conjunto con todos sus trajos
discográficos)'', dijo Soledad a ELCHUBUT al ser consultada sobre cúal consideraba era
su lugar dentro de la música argentina.
''Creo
que hay que darle lugar a los que tienen experiencia'', sostuvo. ''Simplemente me gusta lo
que hago y tuve mucha suerte de haber sido empujada al tren del éxito, aunque sin saber
qué asiento me iba a tocar, a dónde iba ese tren, qué hacer allí arriba... y eso me
perjudicó en muchas cosas, porque yo no era una profesional aunque muchos me consideraron
así''.
''Ahora estoy en esa etapa de mi carrera en la que quiero precisamente convertirme en una
artista profesional -dijo-, crecer día a día y en el día de mañana pasara esa línea
que le dicen 'del bien y el mal', cuando uno ya sigue siendo respetado por su trayectoria
y no tiene que pasar tantas pruebas''.
Menuda, con apenas una remera de mangas largas, una sencilla banda elástica sujetando
parte de su cabello, y su rostro sin maquillaje, Soledad ocupó su lugar en la mesa ante
los periodistas.

''Creo que en esto no hay
límites -sostuvo respecto de sus sueños-: como en la vida de cualquier persona,
cualquier sueño es utópico. Es como crecer: más allá de los físico, se peude crecer
mucho a nivel personal y yo espero llegar lo más alto posible en ese camino, para poder
seguir viviendo de ésto que es lo que me gusta. Espero que nunca tenga que dejar de
cantar algún día para dedicarme a otra cosa y que así pueda vivir mi familia''.
Llena de gestos frescos y una personalidad sencilla, la adolescente -ahora casi una mujer-
que revoleó el folclore argentino como si fuera un poncho fue poco a poco desgranando sus
verdades.
Esas
que, también poco a poco, va recogiendo en el intenso viaje hacia el éxito, como abordo
de aquella 'combi' en que su padre , junto a su familia, comenzó a llevarla pueblo a
pueblo, para hacerse grande de escenario en escenario.
''Me
gusta mucho el Sur, la gente de estos lugares que siempre nos espera con un fervor
especial, ya que los artistas no tenemos posibilidades de venir muy seguido'', dijo La
Sole.
Luego de la conferencia de prensa, Soledad se retiró a descansar y preparar el
espectáculo que al cierre de esta edición daba comienzo en la Sociedad Rural de Esquel.
Allí actuaron además 'Los Vecinos de Silveria' y 'Walter Alejo', artistas locales que se
presentaron como grupos soporte.