Diario Clarin
Domingo 23 de noviembre de 2003
 
VIDAS PRIVADAS
                          La nueva Sole o el look gaucho-fashion que se viene
 
La Sole ya no parece La Sole. ¿La vieron? Está divina. Es como si fuera otra. Creció, es cierto. Pero también pasó por la máquina embellecefamosos que ataca a todo aquel que tiene más de diez puntos de rating o que vende más de un millón de discos. A algunos no les hace nada, claro (no voy a dar ejemplos hoy). No es el caso de Soledad Pastorutti, nueva belleza nacional.
Gracias a su paso por Rincón de Luz (Cris Morena factory), Soledad conoció a Susana Pérez Amigo, ex vestuarista de las Bandana que se inspiró con Soledad (y no con las Bandana, por cierto) y le recomendó adoptar un look de gaucho fashion. La Sole la escuchó y lo consultó con su asesora de vestuario number one: su hermana Natalia. Aunque parezca que está relegada, la Nati tiene vital importancia en la carrera de Soledad. Y sobre todo en la ropa: como tienen el mismo talle, Natalia va de shopping por su hermana. La Sole confía ciegamente en el gusto de ella.
La cosa es que Natalia aprobó lo que la vestuarista recomendó: bombachas de colores crudo, negro y tostado, confeccionadas especialmente por la tienda Sylo y camisas con mangas japonesas hechas en nobuk. ¿Las botas? Del zapatero de las famosas: Ricky Sarkany. Y el pelo lo dejó en las manos de Alberto Sanders, el rey de las extensiones. La Sole tiene muchas. Y ahora, por primera vez, se hizo unos reflejos clarísimos en la zona interna, cerca de la nuca, lo que le da una luminosidad única.
Así se la verá a Soledad a partir de ahora, en sus shows, en la vida. Así se le apareció un día a su novio, Jeremías Audoglio. Dicen que el chico tragó saliva y agradeció ser parte de su equipo y estar siempre cerca de ella. Es que para poder verla, Jeremías tuvo que abandonar Arequito y asumir un rol en el engranaje de la empresa que mueve Soledad. Desde hace un año, está encargado de la venta, producción y armado de los shows de su chica.
Con ella va, de esa manera, a todas partes. Eso sí —perdón, Sole, pero este dato suena raro en el año 2003—: no viven juntos ni nada de eso. De lunes a viernes pernoctan en Buenos Aires, pero en casas separadas. Soledad comparte su departamento con su hermana (que ya tiene 21 años, se peleó con su novio Andrés y estudia Derecho porque quiere ser escribana) y Jeremías se las arregla solo.
Igual, se tienen confianza y aunque la Sole esté más linda que nunca, ya dijo que quiere casarse con él, su primer novio. Lo dijo públicamente, lo gritó a los cuatro vientos. Y Soledad Pastorutti, la de Arequito, no parece de esas mujeres que no cumplen sus promesas.