- Diario Los Andes (Mendoza)
- Domingo 30 de enero de 2005
-
-
Sé
que no soy la mejor artista... lo mío es energía
-
- En ojotas, minifalda de jean y remerita, Soledad
Pastorutti descuelga la ropa y prepara -una vez más- su valija. En eso, suena el
teléfono. Es mediodía, y cae un sol que triza sobre Arequito.
- Tu agenda es afiebrada. Sólo en Mendoza programaste
cuatro fechas en muy pocos días. ¿Te ha pasado subirte a un escenario y no saber dónde
estás?
- -Sí, por supuesto. También despertar en los hoteles
sin saber si estoy en casa o no. Siempre duermo con mi hermana, y en la cama que da a la
ventana (una costumbre que tenemos desde chicas), lo que provoca confusión.
- -¿Y en algún festival saludaste a la gente de un
pueblo pensando que era de otro?
- -Me pasó una sola vez, no recuerdo dónde. Enseguida
me di cuenta, y pedí disculpas sobre el escenario: ¡Cierto que en ese pueblo
estamos mañana! (ríe). Trato de ser muy responsable con eso, porque para nosotros
es una anécdota, pero para la gente que te ve una sola vez es un error grave. Si no estoy
segura del lugar, no lo nombro... Como para no errar.
- Soledad es el rostro de un país festivalero. Con su
actuación de esta noche en Rivadavia canta al país inicia una seguidilla que
se prolongará en El Festival de Alta Montaña, La Tonada y San
Rafael. Enfrentará, en pocas horas, a miles de espectadores impacientes de escuchar el
plato fuerte de las fiestas populares. Algo que, después de más de diez años de
carrera, la tiene sin cuidado.
- -¿Te sobrepasó el éxito? ¿Hacés algo que en tus
inicios no te hubieras permitido? Por ejemplo, no firmarle un autógrafo a alguien
- No, en general tengo un gran sentimiento de culpa. Si
hay diez personas y saludo a nueve, me quedo preocupada. Nunca le falté el respeto a
nadie ni le fallé -hace una pausa-. Una sola vez, pero porque empezó él. Recuerdo que
fue en Cutral Có... Me quedé después del recital a firmarles a todos los que estaban, y
entonces me encuentro con un hombre de la edad de mi viejo que había hecho toda la cola
sólo para putearme. Me decía que yo no me acordaba de la gente grande, que él había
mandado una carta y que no se la había contestado. Esa actitud no la entendí y se lo
hice saber. También más de una vez me he enojado cuando en el medio del tumulto alguien
te pellizca la cola. Lo correcto sería seguir, porque atrás tenés mil personas y no
sabés a cuál darle el bife. Pero un par de veces tiré igual el manotazo.
-
- Quiero dinero
-
- De cantar en peñas y reuniones familiares, la Sole
se encontró (sin mediar respiro) con el título de chica mimada del folclore argentino.
Tenía 15 años. Tal vez fue mucho para la propia cantante, su familia... Y hasta para su
pueblo. Al comienzo, algunos se acercaban para pedirme plata, por ejemplo. Hasta que
tuve cierta edad, el que sufrió todo eso fue mi viejo. Antes llegábamos de gira,
cobrábamos al toque y veníamos con el dinero a la casa. Hoy tenemos una empresa y otro
manejo. Y sí, nos han mentido muchas veces. Le he dado plata a gente por equis operación
o por viajes de salud que cuando investigás un poco te das cuenta que son falsos. Tengo
una fundación que se creó para poder ayudar de una manera organizada.
- -¿Cuál fue la propuesta de trabajo más insólita
que recibiste?
- -Al principio me quisieron cambiar el nombre por uno
autóctono, como Irupé, que yo no quise. También hay un personaje que nos sigue, que
quiere hacer conmigo un recital en la luna...
- -Eso sí es insólito.
- -Lo envía por escrito y todo. Y me han querido
contratar para cantar en casamientos, cosa que no acepto porque eso es medio de caradura.
Me parece que es robarle la plata al tipo.
- Cambiando de tema, ¿te gusta el buen cine...?
- - Me gusta, pero no soy de salir. Alquilo películas,
pero prefiero las charlas con amigos.
- -¿La Edad del Sol te gustó?
- -Como película tiene sus limitaciones. Es una
película que aprovechó el momento mío como artista y tuvo un éxito sorprendente de
taquilla. Rescato la experiencia en cine, algo que hoy disfrutaría mucho más. Igual, no
hay planes por el momento para volver a la pantalla.
- -¿Hasta qué punto te molestan las malas críticas
de tu película o de tus recitales?
- - No me joden. El otro día estuve leyendo las
críticas de Jesús María, donde me dieron con un caño. Era un diario en el que se
notaba que había arreglado publicidad con Cosquín y no con Jesús María. Admito que
desafiné, pero hubo un problema real: el sonido; nunca me escuché, ni a la primera
guitarra, ni el tono que tenía que cantar. No me jode la crítica, me molesta cuando no
refleja la realidad. Sé que no soy la mejor artista, ni me jacto de cantar de diez; lo
mío es energía, ida y vuelta con el público. Por eso me interesa que se diga la verdad
de cuánta gente convoco en los festivales.
- Pop o folclore, ésa es la cuestión
- En Arequito se encuentra su casa familiar. Tiene
pileta, unos cuantos árboles recién plantados y un jardín que es el comentario de los
vecinos. Soledad está sentada en un sillón, frente a la Virgen de Luján. Una
virgencita que llevamos a todos los recitales. Dice que tiene la malla lista, porque
tomará una hora de sol antes de partir. Simpática, claro, cuenta todo con tono campero.
Algo así: las primeras palabras a medio tiempo, y luego una oración o dos sin pausa. Sus
sentencias terminan, invariablemente, con che o viste. Como si a
la distancia tirara un golpecito al hombro.
- -¿Es verdad que vivís con Jeremías, tu novio?
- -No, no... Él vive a media cuadra de mi casa. Está
ahora en Buenos Aires porque trabaja en nuestra oficina, en la parte de ventas. ¿Vivir
con él? No, me matan mis viejos. Casate primero, diría mi papá.
- -¿Estás peleada con tu hermana?
- - No (ríe). Nunca nos peleamos. Natalia es muy
callada, lo contrario a mí; está siempre con los libros, estudiando, pero es muy
divertida. En el escenario, durante una época, yo contaba que era feliz cuando era hija
única, y la gente se reía. Pero es un juego con los fans.
- -¿No notás una tensión entre tus aspiraciones pop
y las de la gente, que quiere que vuelvas a Don Ata?
- -Creo que esto es más cosa de la prensa que de la
gente. El público que es fanático, me ha dicho que aunque cantase el Arrorró
me seguiría. Y después está el público que quiere sólo a la Sole cantando folclore, y
el 70 por ciento del show es de este género. Busco temas como El tren del cielo
que cubre a todos los gustos. Eso es lo que quisiera: que no se cuestione el arte.
- Siempre incluí temas que escapaban del repertorio
folclórico y hoy acentúo un poco eso
Porque me gusta a mí, porque tengo 24 años,
y porque sé muy bien los códigos para difundir un disco en las FM.
- La cantante que admite sin vueltas que puede llegar a
desafinar, se despide atenta. Agrega, a modo de postdata, que no nos olvidemos de citar
todas sus fechas en Mendoza. ¡Porque si no me matan!, suelta. Cuelga apurada,
y no es para menos. La esperan -en este orden- el sol de Arequito, un largo viaje y una
multitud cautiva.
-
- Su plan para Mendoza
-
- La inquieta vocalista adelanta que sus presentaciones
en Mendoza no diferirán mucho de los shows que realizó, con todo éxito, en Jesús
María o Cosquín.
- Promete uno o dos temas nuevos, y concretar
finalmente en la provincia la presentación de Adonde vayas. Quise venir
a hacer ese espectáculo a Mendoza, algo que se truncó varias veces, comentó
- La edición festivalera de Soledad incluye una
selección de temas relativamente nuevos y los hits de estos diez años de carrera: Tambores
del sur, El tren del cielo, Entre a mi pago sin golpear,
Chacarera de un triste y por supuesto A Don Ata.
- El cronograma de sus recitales: hoy en Rivadavia
canta al país; el jueves en Festival de La Tonada, Tunuyán; el viernes
en el Festival de Alta Montaña, en Uspallata; y el 6 de febrero en San
Rafael.
- Todo listo, entonces, para el revoleo del poncho.
-
- Soledad básico
-
- 1995. Con 15 años, se inicia profesionalmente. Fue
en Escobar, Buenos Aires.
- 1996. Tuvo su momento de gloria: Cosquín. Se
consagra como revelación. Luego, edita Poncho al viento.
- 1997. Aparece el álbum La Sole y todo el
país habla del fenómeno. Llena diez Gran Rex.
- 1999. Filma La Edad del Sol, un film
despreciado por la crítica pero visto por un millón de personas. Conoce a Emilio
Estefan, quien sería el productor artístico de su cuarto álbum, Yo sí quiero a
mi país.
- 2000 y 2001. Salen a la venta Soledad y
Libre, este último producido por Alejandro Lerner.
- 2002. Produce un homenaje a Horacio Guarany; ambos
cantan en el estadio Luna Park. Surge el disco en vivo Sole y Horacio juntos por
única vez.
- 2003. Debuta en la telenovela Rincón de Luz,
de Cris Morena. Produce su último disco Adonde Vayas. Siete de las canciones
están compuestas por ella.
-
- Una chica rock
-
- En el programa Música para soñar
(Telefé), Soledad sorprendió cantando De música ligera, de Soda Stereo.
Es un tema que me gusta mucho. En verano, suelo armar un escenario con el equipo de
sonido, vienen mis amigos a comer asado y suben todos a cantar. Me gusta jugar a poder
cantar otras cosas, dice entusiasmada.
- -¿Cuáles fueron los últimos discos que compraste?
- -El de Abel Pintos (Sentidos), el de
Vicentico (Los Rayos) y uno viejo de La Renga.
- -O sea que más de una vez has cantado La Renga...
Aunque sea para amigos.
- -Sí. No me cierro a nada.
-
- Todo pasado fue peor
-
- -A la distancia, ¿no fue un error alejarse del
folclore y embarcarse en la propuesta de Emilio Estefan?
- -Ese disco es más folclórico que el último.
Quizás fue un cambio prematuro. Significó un montón de cosas más allá de lo musical.
Soy una persona muy identificada con lo argentino... Ir a grabar a Miami significaba una
deslealtad terrible. Pero yo creo que dentro de la música la globalización es algo que
no se puede parar.