Diario Los Andes (Mendoza)
Miercoles 2 de febrero de 2005
 
             Soledad ofreció un show a pura energía
 
x417.jpg (7351 bytes)Con un marco de público que rondó las 8.000 personas y una actuación a pura energía de Soledad como artista principal cerró, en la madrugada de ayer, la XIX edición del festival Rivadavia Canta al País.
El frío, además de una llovizna que cayó de a ratos sobre el predio, volvió a estar presente durante la última noche, pero eso al público poco le importó y asistió en gran número a una fiesta en la que hubo de todo: cuecas, chacareras, tonadas, gatos, tangos y ritmos mexicanos. Lo mejor de la noche llegó cerca de la una de la madrugada con la actuación de Soledad quien, una vez más, demostró el buen manejo que tiene del escenario y la excelente llegada que consigue con su público.
 
El inicio
 
Tal como había sucedido en las dos noches anteriores, la fiesta arrancó minutos pasada las 21 y, mientras algunos degustaban una porción de asado en los puestos de comida y otros paseaban por los puestos de artesanías, subió al escenario para arrancar con el show el grupo folclórico Raiquen. Y así, al tiempo que la gente iba llegando al lugar y se acomodaba en alguna de las sillas dispuestas en el predio, se presentaron luego en escena los grupos Hayra y Los Cantores del Andes.
Posteriormente llegó un cálido homenaje, a cargo del dúo Encuentro Cuyano, al fallecido artista local José Luis Molina, un cantante muy recordado en el ambiente festivalero de Rivadavia, y que consiguió pasear su música por alguno de los escenarios más importantes de la Argentina.
Más tarde ofrecieron su música Los Herederos del Norte, Cacace Aliaga y Enrique Salazar y sus Mariachis grupo con el que arrancó la primera gran ovación de la noche. A puro ritmo mexicano y con clásicos como “Cielito lindo” o “El rey”, un carismático Enrique Salazar se llevó, en aplausos, el reconocimiento de la gente.
El tango también estuvo presente en esta tercera luna del festival con la buena actuación y voz de Luis Lucero, tras lo cual llegó el humor del Trío Buena Onda que sirvió de amena antesala a la presentación de Soledad.
 
El cierre
 
Finalmente y en medio de una llovizna que por fortuna no pasó de eso, se presentó ante el público la cantante de Arequito y los aplausos no se hicieron esperar. Soledad fue recibida con una cálida y fuerte ovación que se mantuvo viva a lo largo de todo el show, gracias a la buena química que la joven artista consiguió establecer con la gente. Temas como “El Bahiano”, “Tambores del sur”, “A don Ata” y “Que nadie sepa mi sufrir” formaron parte de un repertorio que fue fundamentalmente folclórico y con el que Soledad -acompañada en algunas interpretaciones por su hermana Natalia- demostró una vez más que sus presentaciones se caracterizan por la fuerza y la energía que baja del escenario.
"Les pido que nos sentemos para que la gente que no puede estar parada, también vea el espectáculo. Gracias por respetar al que tienen al lado", dijo la Sole, en uno de los tantos diálogos que mantuvo con el público y que llevaron al show a ser un espectáculo muy íntimo, casi como una reunión de amigos.
Cerca de las 2 de la madrugada, y cuando su show llevaba poco más de una hora, Soledad comenzó a despedirse de la gente. "Si defendemos a la familia y al amor será difícil que alguien haga una maldad", había dicho momentos antes, y mientras hablaba sobre la inseguridad en uno de los tantos pasajes en los que dialogó con la gente. Para los bises quedaron “El tren del cielo” y “Las moras”. Finalmente, y sobre el cierre del festival, volvió a escena el Trío Buena Onda y también actuaron Los Pereyra y Vale Cuatro.
 
Lo que dejó el festival
 
- Pese al frío que reinó durante las tres noches festivaleras y a la lluvia que acompañó en más de una oportunidad, la convocatoria de público fue muy buena: más de 13.000 personas en la primera noche, unas 10.000 en la segunda y otras 8.000 para la tercera.
- Una buena decisión fue convocar a Piñón Fijo y a la Banda XXI en la denominada “previa” del festival.
Con ellos se cubrieron las expectativas de muchos niños y jóvenes, ampliando de este modo el espectro de público a esos sectores de la población.
-Lo que dejó algo que desear fue la disposición del sector para la prensa, que estuvo ubicado muy sobre el costado izquierdo del escenario. Pese a que se intentó resolver el problema corriéndolo algunos metros, la visibilidad desde allí siguió siendo deficiente.
Debido a la lluvia también tuvieron problemas las radios y, en el caso de algunas, hasta llegaron a quemarse parte de sus equipos. "Podrían haber armado algún techo para prevenir estos problemas", comentó uno de los locutores radiales, mientras transmitía el espectáculo cubriendo sus equipos con nylon.
- La seguridad fue otro de los aspectos que merece destacarse por su buena organización.
Más de 110 efectivos controlaron todos los accesos y caminos cercanos al Complejo Deportivo. Pese a la masiva convocatoria durante todas las noches, no se registraron incidentes de ningún tipo