- Diario Clarin
- Domingo 10 de septiembre de 2006
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Blanca
y radiante irá la Sole (a su boda)
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- "Sí, me caso", dice Soledad Pastorutti, la chica que
creció profesionalmente frente a todo el país, identificada por el aire renovador que le
dió al folclore, de la mano de sus ponchos al viento. A punto de cumplir 26 años, afirma
con madurez y tranquilidad que está dispuesta a abandonar la soltería. Y que será en
abril del año que viene, cuando termine con sus compromisos laborales que incluyen dos
shows en el Gran Rex (el 7 y 8 de octubre) y varios festivales durante el verano.
- El futuro marido es su novio de toda la vida, Jeremías Audoglio,
29 años y de Arequito, como ella. "Hace seis años que estamos juntos y hace cuatro
que además, Jere trabaja conmigo en la productora. Tenemos una relación muy tranquila,
nunca hubo sobresaltos, somos muy parecidos", comenta la Sole, con un aire más sexy
que delata su madurez.
- Soledad confiesa que la decisión la tomaron hace mucho tiempo,
casi cuando recién se conocieron. "Pero no encontrábamos el momento justo. Estoy
muy tranquila, es algo que hago porque siento, no hay que analizar tanto las cosas".
El entorno familiar de Sole, siempre acompañándola, también está presente en este
momento importante de su vida: la primera en enterarse fue su mamá, su hermana Natalia la
está ayudando a organizar todo ("ella es más disciplinada que yo") y su papá
está tratando de asimilar semejante paso que va a dar la nena.
- "Por suerte Jere sabe lavar, cocinar, planchar. No es típico
nene de mamá. Sólo hay un punto a discutir: el cigarrillo, que yo detesto".
Después vendrá la convivencia, que será la primera vez para los dos. Feliz pero sin
exaltaciones, se nota que Soledad tomó su decisión absolutamente convencida. "Es
lindo llevarse bien con alguien y además, a Jere lo adoran en mi familia, es muy
querible."
- Soledad tiene ganas de festejar con todo. "Los dos somos muy
sociables y tenemos muchos amigos. Yo siempre festejo mi cumple con todo y nunca hay menos
de 150 personas. Así que para el casamiento, no sé cómo vamos a hacer", se ríe.
Todavía no decidieron si la boda se hará en Buenos Aires o en Arequito. O con un pie en
cada lado. Después, Soledad piensa tomarse un descanso. "Quiero disfrutar un tiempo
de la pareja. Y después, retomar el trabajo porque yo no voy a dejar de cantar
nunca."