Diario Clarin Martes 24 de octubre de 2000 La Sole volvió al pago Dios me ha convertido en su fiel seguidora; me convenció con música. A El le debo también este nuevo trabajo", dice la cantante de Arequito sobre Soledad, su flamante disco de chacareras, zambas y valses, que está en las disquerías desde el viernes. No es casual esta vinculación religiosa. Y es que este quinto CD en su carrera implica, para Soledad Pastorutti, un religarse también con sus orígenes, con sus raíces —el folclore argentino— luego de la experiencia más internacional de su trabajo anterior, Yo sí quiero a mi país, producido por Emilio Estefan. En rigor, ya desde el arte de tapa Soledad (el disco) es una especie de tour por los pagos de la cantante de recién cumplidos veinte años. Además del tema De mi pueblo (de su autoría y con música de Palito Ortega), el disco ofrece una galería de fotos de su pueblo santafesino: casas, silos y arboledas, la escuela y los graffitis que le dedican sus fans, vecinos con nombre propio. Y, claro, las canciones. "Palito es muy abierto. Me mandó el tema terminado y me dio la posibilidad de cambiarlo, si quería", le cuenta Sole a Clarín. "Ponelo a tu nombre, no hay problema", me dijo. Y aunque me encantaba como era quise meter algunas cosas que conozco muy bien: los nombres del Chanca y Don Saggioratto, los de algunos pueblos cercanos, las historias que ocurren abajo de sus calles llenas de túneles que conectan la iglesia con el boliche, la escuela con las casas y así. Este es el disco más mio, el que siempre quise hacer, el que más siento", asegura. En Soledad suena Chacarera del cardenal, con el violín de don Sixto Palavecino y precedido por unas palabras en quichua del veterano músico santiagueño: "Noga yanasu kani tukuy mositoqkunapa, kunan gaanakuni ancha alli atis kuskayayta ka chacarera qamuan Soledad". "Yo soy amigo de toda la juventud; ahora me siento muy feliz de poder compartir esta chacarera con vos, Soledad", quiere decir. "Su participación fue una ocurrencia de César Isella y fue algo muy lindo. Nos conocíamos de un show en el que él me cantó La iluminada por todo lo que venía pasando conmigo. Don Sixto es un tipo excelente que no se agranda con toda su sabiduría", se entusiasma la cantante. La nueva producción incluye, además, Amutuy-Soledad (de Marcelo y Marité Berbel), una canción sobre la conquista y el despojo, que cuestiona la justicia de los poderosos y reivindica la dignidad del indio; el chamamé de Horacio Guarany, Carta a un amigo; y ese tema lleno de garbo que es José Antonio, de Chabuca Granda y Oscar Rovira. El primer corte de difusión del disco, Propiedad privada, es un vals romántico que supo hacer famoso Rosamel Araya. También se escuchan en Soledad esa zamba del fuellista que es El que toca nunca baila (de Eleodoro Horacio Aguirre-Hugo Alarcón); la canción de amor Cantaré (de Gabriel Ogando); Luna cautiva (del Chango Rodríguez) y Garza viajera (de José Larralde), entre otras. "Ya no me importa tanto cuánto vendo", asegura Soledad. "Casi podría decir que a este disco lo produje yo: me metí en la grabación, le busqué la vuelta, opiné so bre cada instrumento. Y no dejé nunca de ser natural y espontáneamente la Sole".