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Bodega Rocío II
Localización: Calle Churruca. San Fernando.
Calificación: Dos palaustres
Los albores del verano muestran a los caminantes
taberneros de la red, el frescor de la hacienda
cañailla que circunda esa esquina tan emblemática de
la calle Churruca. 

Dulzor acaramelado durante varias decadas como tienda
golosa, recupera la actividad comercial como auténtico
recinto recreativo del buen vino y la buena mesa.

Decorativamente hablando, sus escasos metros cuadrados
encierran en sí lo rústico de sus barricas frente al
conservadurismo, alrededor de los 0º, de especímenes
charcuteros provinciales.

Su aceitunitas preludicas del posterior ágape, hacen
del refrán "el comer y el rascar, to es empezar" la
realidad palpable del goce provincial. Representado
Conil con su morcilla, Chiclana con su moscatel o
Sanlucar con su manzanilla, "Rocio II" abarca en su
interior toda una colección de quesos y jamones de
calidad reconocida en el globo.
Destacar la colección vinagrera, así como sus aceites, tanto científicos como ingenieriles, pues de la actividad tecnológica olivarera se presenta ante la afición un queso en el jugo de condiciones biblicas; de la época de Abrahan me atrevería a decir.

Toda esta conjunción de "material" no grifero, permite la combinación con ahumados, harina fermentada, o simplemente cata a pelo de todo derivado grasiento encuestión.
Lo mejor del cerdo ibérico en una esquina bodeguera con oferta amplia y dedicación de su regente, el cual ofrece lo mejor del repertorio musical en forma de radiocasete del piojito. Nuestra recomendación para el mes de agosto. No se agosten ustedes y vayan de tabernas y bares, por Dios...
Lo mejón: El queso bíblico de connotaciones pentateucas y los casettes más apocalípticos que otra cosa.

Lo peón: Faltan muchos años para que el local adquiera solera tabernaria.