La cultura empresarial
Ultimamente, empresarios, directivos y
consultores hablan de valores en la empresa, de cómo hacer que
todo el mundo tenga una forma de actuar según un estilo
establecido en la empresa.
POR qué está tan a flor de piel? Ha habido
tantos cambios que la velocidad con que los acontecimientos
van produciéndose, crean la necesidad de una cultura
común.
Siempre ha exisitido la cultura de
empresa, pero ahora necesitamos que no se forme por
casualidad, hay que dirigirla y crearla.
¿Cuál es nuestro objetivo como
directivo de una empresa?
Mejorar los resultados empresariales.
¿Cómo lo conseguiremos? Mediante buenos equipos. Para tener
personas que formen buenos equipos debemos tener claros los
objetivos, describir bien el puesto de trabajo, desarrollar el
perfil que debe tener la persona adecuada para el puesto:
conocimientos, habilidades; hacer una buena selección e
integrar esta persona en la cultura de la empresa con unos
valores anteriormente definidos y aceptados.
Todo ello parece sencillo sino fuera por
una serie de ingredientes con los que hay que trabajar. Cada
persona es diferente, por lo que hay que saber cuáles son sus
objetivos y ver si van alineados con los de la
empresa.
Los directivos repetimos hasta la saciedad
lo que deben hacer los demás, pero ¿predicamos con el
ejemplo?
Una empresa necesita una cultura propia,
con unos valores para que todo el mundo vaya en una misma
dirección y la energía de todos esté dirigida a un objetivo
común. Para que todo el mundo se involucre en su trabajo y se
entregue el 100%, la gente debe estar motivada, disfrutar
trabajando y entender su misión. Muchos estudios demuestran
que un 80% de los empleados no ponen cerebro y corazón al 100%
en su trabajo. ¿Cuándo cambia? Cuando la gente está
motivada.
Los factores que crean una cultura
positiva en la empresa son: satisfacción personal con el
trabajo realizado; toma de decisiones; delegación de
responsabilidades; definición de funciones; reconocimiento;
buena comunicación; relación con los compañeros; remuneración
adecuada; desarrollo personal; involucración; perspectivas de
progreso.
¿Por qué necesitamos que los equipos
estén satisfechos?
Debemos hacer que cada persona tenga
conocimientos técnicos e inteligencia emocional.
Inteligencia emocional es la última
corriente de pensamiento sobre la habilidad humana de dominar
el mundo de los sentimientos. Existen dos clases que se
dividen en: Inteligencia intrapersonal; conocer y controlar
las propias emociones, motivarse a sí mismo.
Inteligencia interpersonal; reconocer las
emociones en los demás, cuidar las relaciones
personales.
Una vez la gente se conoce, se controla,
se motiva, crea empatía y tiene competencia social trabajando
en una empresa con cultura y valores compartidos donde la
dirección esté involucrada conociendo y midiendo las mejoras
que efectúa la empresa se consigue el objetivo final que es
mejorar los beneficios empresariales.
Director general de Time Manager
International en España, Grupo CMR Para que la gente se
involucre en su trabajo al cien por cien, debe estar
motivada
Autor/Fuente:Expansión
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