P
ara
cualquier persona, debe ser algo difícil imaginar una empresa en
donde no existan jerarquías. Siempre se piensa en el individuo
responsable, con autoridad y capacitado para la toma de
decisiones, y no en un conjunto de personas que pueden en un
momento dado resolver los problemas. Se requiere entonces,
comprender y asimilar una forma diferente de ver la
organización.
Empowerment
no es una moda o un nuevo término más atractivo para ser utilizado
por los gerentes. Es algo más que una herramienta, más que un
concepto, es toda una filosofía, una nueva forma de administrar la
empresa que integra todos los recursos, capital, manufactura,
producción, ventas, tecnología y personas haciendo uso de
comunicación efectiva. En la forma más directa y simple, su
significado es "empoderar"1 u otorgar poder a los
empleados en las organizaciones para la toma de decisiones. Las
personas en forma natural poseen poder, el cual viene dado por sus
conocimientos, experiencia y motivación, por tanto empowerment no
significa darles un poder que ya tienen, sino proporcionarles la
oportunidad para que liberen ese poder que está oculto. De esta
forma, una empresa con empowerment deberá tener una estructura de
red y no piramidal como las tradicionales, donde cada nodo de la
red representa equipos de trabajo y no gerentes de área como en el
caso de las estructuras piramidales. En estas últimas, la gente
tiende a hacer de su trabajo una competencia en donde importan más
los logros individuales, a diferencia de un lugar de trabajo con
empowerment, donde la gente colabora con los demás para que las
labores se ejecuten.
Si
observamos algunas de las siguientes afirmaciones:
-
Las
personas se ayudan entre sí.
-
La
gente trabaja en conjunto para resolver problemas difíciles.
-
A
las personas le importan los demás.
-
La
gente lucha por el equipo, no sólo por sí misma.
Seguramente
diremos que se trata de características de los equipos de trabajo.
Sin embargo, si trasladamos estas características a una
organización, veremos que las mismas aplican a propiedades de la
gestión de empowerment, lo que constituye uno de los pilares
fundamentales de la adopción de esta filosofía
en las organizaciones.
La
confianza y capacitación completan los elementos básicos para el
establecimiento de empowerment. Un gerente que no posee confianza
en su personal, difícilmente podrá facultarlo para que tome
decisiones y un empleado sin capacitación no tendrá la confianza
necesaria para utilizar su poder; por último sin confianza ni
capacitación, la gente no se encontrará dispuesta a trabajar en
equipo.
Para
implantar empowerment en una organización es necesario que exista
un cambio en la cultura de trabajo, y para esto es necesario
aprender a trabajar en equipo.
1Joaquín Segura, Asesor Editorial de
SpanSIG. España