Ana Paula Díaz Madero

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Los propósitos de la Filosofía

 

La filosofía es la actividad humana del pensamiento crítico y auto exploratorio que sirve para entender mejor las circunstancias del hombre y todo lo que implique conocimiento.

El propósito de la filosofía es incitar al hombre a reflexionar y pensar en su propia existencia y en todo lo que lo rodea, para entenderse mejor a sí mismo y así poder vivir de la mejor manera posible. El hombre que no piensa, que no se cuestiona y que es conformista sencillamente no sabe vivir.

Cada persona que sea capaz de pensar y tratar de despejar sus dudas preguntando es un filósofo ya que la filosofía se basa en preguntas que al parecer son muy sencillas pero que no tienen una sola respuesta sino tantas como seres humanos hay en el mundo.

Los problemas de la filosofía son preguntas como: "¿qué es el ser?", "¿cuáles son las causas del ser?" y "¿qué podemos conocer?". Son éstas las que hacen que el hombre reflexione, se cuestione y se motive a sí mismo a adquirir conocimiento y enriquecerse cada día.

Es muy improbable que algún día se encuentren respuestas universales a estas preguntas porque antes de encontrar una respuesta definitiva ya se han planteado nuevas preguntas de las cuales luego se derivarán muchas otras. La filosofía no tendría ningún sentido o peor aún, no existiría, si se encontraran las respuestas a los problemas de esta materia porque el conocimiento sería finito y exageradamente limitado.

Una de las virtudes del hombre es que es curioso por naturaleza, le gusta descubrir. Con descubrir no me refiero a ser el primero en saber o inventar algo, sino a entender y darle un sentido útil a lo que lo rodea. Es por esto que se puede decir que los niños pequeños son filósofos porque todo el tiempo preguntan cosas que para un adulto pueden resultar absurdas e irrelevantes, pero que para ellos son muy importantes para descubrir y comprender de alguna manera el mundo que los rodea, preguntan para aprender a vivir.

El filósofo pregunta, se cuestiona y piensa. Reflexiona para satisfacerse a sí mismo, para compartir sus experiencias y razonamientos con otras personas, para escuchar otro tipo de justificaciones, para enriquecer sus primeros pensamientos y complementarlos con otros argumentos, para tratar de alcanzar un conocimiento, un aspecto que lo haga seguir adelante buscando cada vez más respuestas y así darle sentido a su propia existencia.

Para un filósofo una vida no es suficiente para seguir aprendiendo y cuestionándose porque nunca se cansará de preguntar ni de razonar.