TORTILLA ESPAÑOLA
Soy un joven español y me encuentro en la Republica Bolivariana de Venezuela. Mas concretamente en una casa de Artigas (Caracas) preparando una tortilla española para celebrar mis dos meses de llegado al país. Pretendía sorprender a los amigos pero he sido yo el sorprendido cuando me han dado la noticia de los atentados en las embajadas de Colombia y España esta noche. Así que me he puesto a pensar y a escribir sobre el tema en la misma mesa donde pelaba patatas.
            Para mi el asunto está claro, pero eso no es lo importante. Lo que me agrada es saber que para la inmensa mayoría del pueblo venezolano también está claro.
Si bien no es conveniente calificarlo (todavía) de autoatentado o golpe mediático. Lo que está claro es que el gobierno venezolano y el pueblo revolucionario nada tienen que con todo este teatro.
            Estos actos van a ser usados por la prensa y los enemigos de Venezuela en la guerra mediática mundial que estamos viviendo y que tiene uno de sus epicentros (yo diría que el más importante) en este país.
            ¿Que el gobierno de España es uno de los enemigos de Venezuela? Eso no lo duda nadie. Ya se han puesto al descubierto las implicaciones de éste en el golpe de estado de Abril y hay numerosos y muy completos artículos en la calle sobre el tema. Así que no repetiré sus conclusiones para no alargar este comunicado y centrarme en otro aspecto importante.
Al escribir esto me viene a la cabeza un pensamiento que podría parecer gracioso si no fuese por el recuerdo que tengo y por el respeto a las víctimas del 11-A: "Conocía bien los golpes y porrazos contra los jóvenes que luchamos por cambiar España. Pero de su responsabilidad en este otro golpe no sabia nada hasta que leí esos artículos. Parece que Aznar pasara a la historia como todo un experto en golpes...".
El aspecto importante al que me refería y que es el objetivo principal de este artículo es el siguiente:
Pese a que los medios de comunicación en mi país pretenden mostrar una imagen falseada de Venezuela, emulando a las televisiones privadas de aquí en el estilo, pero sin llegar a la desfachatez y terrorismo de estas (pues sus emisiones son ilegales en cualquier país de Europa). Pese a la manipulación mediática en la prensa, cuyos dueños son empresarios y a intereses empresariales o económicos responden. Pese a toda esta campaña para engañar y confundir a mis compatriotas. Puedo asegurar que la mayoría del pueblo español apoya este proceso, pacifico, democrático y transformador, que vive Venezuela y América Latina (Brasil, Ecuador...)
Y digo solamente la mayoría y no la inmensa mayoría por hacer un ejercicio de humildad, pese a que creo que así es.
Ahora bien, lo que sí tengo claro (por ser parte integrante de la juventud) y afirmo con conocimiento de causa, es el apoyo de la inmensa mayoría de jóvenes españoles al proceso revolucionario.
Los alumnos de bachillerato, los estudiantes universitarios, los jóvenes trabajadores victimas de la precariedad laboral... Todos ellos condenados a un futuro de explotación sin precedente en nuestro país, vemos el proceso venezolano y las medidas últimas de este gobierno con esperanza, con ilusión, como una ratificación del lema que coreamos en las calles, Madrid Barcelona... Oviedo: ¡Otro mundo es posible!
Por lo tanto, que nadie asocie la solidaridad de un pueblo a la bochornosa actuación de los miembros de un gobierno (cuyos apellidos de renombre coinciden casualmente con los de banqueros, grandes empresarios y ex militares franquistas).
Si bien alguien pudiera guardar alguna duda al respecto, el rotundo éxito (sin precedentes) de las recientes manifestaciones contra la guerra del día 15 de febrero, echan por tierra esas dudas.
El pueblo mostró un contundente y claro rechazo a la política belicista y de agresión del gobierno de Aznar hacia otros países (En este caso los ciudadanos iraquíes), denunciándolo como colaborador y siervo de Bush en sus campañas imperialistas.
Bien y ahora vuelvo a lo concreto, mientras se sofríe la cebolla. Al tema de las explosiones en las embajadas de España y Colombia. El hecho de que ya estén culpando a los "círculos del terror" y al presidente Chávez directamente, me llenaría de indignación y rabia si no fuera porque lo entiendo como un paso más en la conspiración, en la guerra sucia.
América Latina tiene una historia amplia y trágica de guerra sucia. Pero de esta historia se pude aprender, por eso es tan necesario estudiarla, y por eso los que defienden el régimen anterior se empeñaron en ocultarla el pueblo.
Esta guerra sucia, rastrera, inhumana, de sabotajes, de terrorismo, de paramilitarismo, de difamación mediática, de montajes y chantajes, de conspiración... tiene como objetivo no solo la ruina económica de un país, obligando al gobierno a invertir tiempo y recursos a subsanar los efectos de los sabotajes, sino también tiene como objetivo enfrentar a los pueblos, dividir las fuerzas progresistas y revolucionarias en el mundo.
Numerosos conflictos fronterizos o levantamientos nacionalistas han sido fomentados y financiados por la CIA y el Imperialismo en muchas partes del mundo con este fin. Pues sabe que la unidad y solidaridad entre distintos pueblos, la unión de la clase trabajadora y revolucionaria, es un peligro enorme para su propia existencia, yo diría que el mas grande en estos momentos.
Lo de la embajada de hoy responde a esta segunda estrategia u objetivo. Pero lo que no se dan cuenta los autores de estos hechos (o no quieren darse cuenta) es que, una vez que se descubren el porqué de las cosas, una vez entendido el mecanismo de la guerra sucia, objetivos que persiguen modo de funcionar..., una vez que el pueblo adquiere conciencia, los efectos de esa guerra sucia se revierten contra ellos.
Del mismo modo que el sabotaje petrolero y la falta de gasolina unió mas a los venezolanos contra los saboteadores, este intento de acabar con la simpatía del pueblo español hacia este proceso, no solo esta avocado al fracaso, sino que conseguirá efecto contrario.
Y es que a estas alturas de la historia la cosa esta clara. En la época que vivimos, con todos los avances tecnológicos y de comunicación, la llamada globalización, las guerras sufridas, los acontecimientos ocurridos, aprendiendo de la experiencia acumulada, el problema esta mas que definido.
Se trata ya de una lucha a escala planetaria. No existen conflictos aislados. Es la lucha de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta contra el Imperialismo. Una lucha por la verdadera libertad y prosperidad de los pueblos. La lucha global de toda la humanidad por su propia supervivencia.
Es posible cambiar las cosas, Venezuela es un ejemplo de ello. Hay que cambiar las cosas, como decimos en España: "hay que darle la vuelta a la tortilla..." que es lo que estoy haciendo en estos momentos.