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La obra
La GRAN VIA se estrenó en el Teatro Felipe de Madrid el 2 de julio de 1886, destacando de entre su primer reparto, Julio Ruiz en el Rata tercero y otros papeles, Joaquín Manini en el Caballero de Gracia, Lucía Pastor en la Menegilda y en el Eliseo Madrileño, José Mesejo en el Rata primero y otros papeles, Emilio Mesejo en el rata segundo y otros papeles. Se cuenta que el estreno fue uno de los mayores éxitos de toda la historia del teatro español, sobreviviendo a la clausura del teatro Felipe pasando al Teatro Apolo en donde permaneció cuatro temporadas seguidas y su triunfo hizo que el género chico se afirmara en Apolo reinando en ese escenario durante más de treinta años. Además LA GRAN VIA se paseó por todo el mundo y se sigue escuchando sin que haya perdido su gracia y original frescura.
Todos los números de la obra alcanzaron un éxito inusitado desde el estreno. Ya la introducción, un poco a la manera de una obertura de ópera, es una página airosa que sirve de presentación a la conocida polka confiada al coro “Somos las calles, somos las plazas y callejones de Madrid”. El número siguiente es una bella y elegante romanza de barítono “Caballero de Gracia me llaman” con acompañamiento de coro femenino y grácil ritmo de vals. Siguiendo en este desfile de ritmos distintos, la pieza siguiente es un tango y corresponde a una soprano, una “Menegilda” que canta la célebre canción “Pobres chicas las que tienen que servir”. El sexto número es la no menos famosa Jota de los ratas “Soy el rata primero, y yo el segundo y yo el tercero” que tras su presentación y explicación de su currículum termina con la intervención “fallida” de unos guardias con acento gallego. El octavo número es una pieza para coro femenino “Somos los marineritos que venimos a Madrid” con una amplia introducción hasta que se llega a la mazurca que empieza con la frase “Y nuestro barco….”. El décimo número, prácticamente concebido como final, es el célebre chotis “Yo soy el Elisedo” cantado por una mezzosoprano, un caballero, un paseante y el coro. En las diversas reformas que de la obra se hicieron, se añadieron un vals de la seguridad) cuya música me recuerda al cuarteto de Agua, Azucarillos y Aguardiente “¿Está dormida? que vio la luz once años después) y un marcial pasacalle de sargentos.
Los compositores
Federico Chueca Robles nació en Madrid (Casa de los Lujanes en la Plaza de la Villa, donde se cuenta que estuvo preso Francisco I de Francia tras su apresamiento en 1520 en la batalla de Pavía) el 5 de mayo de 1846 y murió en la misma capital el 20 de junio de 1908. Desde su niñez en el Conservatorio Chueca, con sus dotes naturales extraordinarias, no comprendía que hubiera que estudiar para ser músico, le molestaba escribir música y admiraba a quien escribía con soltura en el papel pautado como Barbieri o Bretón. Lo primero de Chueca que se llevó al pentagrama fueron unos valses titulados “El lamento de un preso” que compuso cuando lo estuvo por mor de los incidentes de “La noche de San Daniel” (La noche del 10 de abril de1865 la policía cargó contra las manifestaciones de estudiantes dejando nueve muertos y muchos heridos. Los estudiantes se manifestaban a favor de Castelar que había sido separado de su cátedra por un artículo titulado “El Rasgo” sobre la decisión de Isabel II de vender la mayor parte de su patrimonio regalando el 75% al Tesoro y reservándose el 25%, interpretando que tras su aparente generosidad se escondía un despojo a la Nación propietaria legítima de todo el Patrimonio.), liberado corrió a ver a Barbieri quien le hizo repetir la música y los pasó al pentagrama. Barbieri fue pues su primer colaborador con el que luego estrenó la zarzuela HOY, SALE HOY, el segundo Bretón con el que estrenó BONITO PAIS, siendo el habitual, hasta 1890, Joaquín Valverde, que le escribía la música y aportaba algún elemento técnico de su cosecha. Chueca se servía de “monstruos” (en el argot teatral son unas palabras, más o menos absurdas, pero que siguen una rítmica y que sirven para componer la música) y escribía la letra de muchas partes de sus obras, obviando al libretista. En 1875 estrenó su primera obra EL SOBRINO DEL DIFUNTO, y desde entonces se suceden los éxitos de los que me limito a detallar BONITO PAIS en 1877, LA CANCION DE LA LOLA (en colaboración con Valverde) en 1880, FIESTA NACIONAL en 1882, HOY, SALE HOY y CARAMELO en 1884, LA GRAN VIA y CADIZ (ambas en colaboración con Valverde) en 1886, DE MADRID A BARCELONA en 1888, EL AÑO PASADO POR AGUA y DE MADRID A PARIS en 1889 (ambas también en colaboración con Valverde), LA CAZA DEL OSO O EL TENDERO DE COMESTIBLES en 1891, LOS DESCAMISADOS en 1893, AGUA, AZUCARILLOS Y AGUARDIENTE, en 1897, LOS ARRASTRAOS en 1899, LA ALEGRIA DE LA HUERTA en 1900 y EL BATEO en 1901. Cuenta Rafael Mitjana que Camilo Saint-Saëns gustaba de asistir a las zarzuelitas de Chueca y que el le regaló un ejemplar de la partitura de una de ellas, DE MADRID A PARIS (en que se cantaba aquello de “A mi me llaman la Pelos, a mi la de Lavapiés”) no quiso el gran músico el obsequio seguramente para no “contaminarse” con algo hecho sin la disciplina debida, pero cuando echaba a la estufa la partitura, volvió a cantar la picaresca melodía para terminar diciendo “Qué clase de talento tiene este demonio de compositor que, casi sin saber música, la crea de tal fuerza que no se la puede olvidar cuando una vez se la oye”. Se lee en el Espasa que no eran sus composiciones la más depurada expresión del espíritu nacional, en el sentido que en todas partes se da a la música popular: eran más bien la inspiración de una musa callejera, bastante artificial, que venía a ser como los couplets en Francia, con el mismo descoco, la misma alegría y la misma facilidad que aquellos, que pronto se convertían en música para los organillos callejeros, para los cafés y, en general, para el pueblo. Fue más que un músico español comprensivo para toda España, un madrileño que improvisaba sus canciones, sin grandes conocimientos de técnica pero dotado de extraordinaria facilidad y exquisita sencillez. Este madrileñismo tuvo sus excepciones, pues CARAMELO y CADIZ, son de puro estilo andaluz, LA ALEGRIA DE LA HUERTA, murciana y el tercer cuadro de LA CAZA DEL OSO O EL TENDERO DE COMESTIBLES, es asturiano neto. Comenta Arnau que a Chueca no se le puede analizar pues antes de que intentemos analizar la construcción de la frase el pensamiento del autor se ha apoderado de nosotros y le seguimos en volandas por los giros inigualados de sus castizos pasacalles. En su creación las cosas fluían de repente o no salían. Lo mismo da en la música que en la letra, si le faltaba una palabra española para llenar su frase musical la inventaba si era necesario en francés macarrónico y se quedaba tan pancho, porque además, el resultado tenía asegurado el éxito.
Joaquín Valverde Durán, nació en Badajoz el 27 de febrero de 1846 y murió en Madrid el 17 de marzo de 1910. Inició sus estudios musicales en su ciudad natal formando parte de bandas militares y orquestas y los prosiguió, a partir de 1862, en el Conservatorio de Madrid bajo la dirección de Arrieta y Aranguren. En 1867 y 1870 obtuvo primeros premios de flauta y composición. Dedicado a la dirección de orquestas y a la composición de más de 200 obras, teatrales sobre todo. Muchas de ellas en colaboración con Bretón, Rogel, Julian Romea, Fernández Caballero, López Torregrosa, su hijo Quinito y sobre todo con Chueca. Sus obras más afamadas fueron LA CANCION DE LA LOLA (1880), LA GRAN VIA y CADIZ (1886), ), DE MADRID A PARIS (1888) y EL AÑO PASADO POR AGUA (1889), todas ellas junto con Chueca con quien colaboró desde 1876 hasta principios de los 90 aportando Valverde sus mayores conocimientos musicales a la intuición, originalidad y gracia de Chueca.
El libretista
Felipe Pérez y González, poeta, autor dramático y periodista nació en Sevilla el 15 de mayo de 1854 y murió en Madrid el 16 de marzo de 1910. De niño comenzó a desplegar su afición en los periódicos de Sevilla “El tío clarín” y “La mariposa”, escribiendo a los 15 años un juguete cómico-político y a los 18 su primera colección de versos EL LIBRO MALO. Estudió con brillantez Derecho, fue secretario del Ayuntamiento sevillano, cargo del que dimitió en 1884 fecha en la que se dedica en exclusiva al periodismo y a la literatura. En Madrid colaboró en “El Motín”, “El Progreso” y “El Liberal” entre otros. Obtuvo algunos laureles con obras como EL OSO Y EL CENTINELA, CON LUZ Y A OSCURAS, RECURSO DE CASACIÓN y CASI…CASI…., pero su gran triunfo lo obtuvo con la zarzuela LA GRAN VIA.
Sinopsis
La Gran Vía es una obra compuesta de cinco sainetes cortos, y trata de los comentarios surgidos en Madrid por la eminente aparición de una nueva avenida: La Gran Vía. Durante ese año se iniciaron una serie de derribos para construir esta Gran Vía que saneara y transformara el centro. La reforma afectaba a gran cantidad de calles.
Cuadro primero: Al levantarse el telón aparece la escena sola. A poco se presenta en la puerta del foro la calle Mayor, que baja hasta el proscenio. Detrás salen por parejas las calles de la Sartén y de la Libertad, de la Primavera y de la Paloma, del Reloj y de la Luna, de la Priora y de la Caza, del Espejo y del Pez, de la Rosa y del Soldado, de la Montera y del Turco, del Tesoro y del Oso, del Ave María y de Válgame Dios y los callejones del Perro y del Gato. Hacen una pequeña evolución, quedando al terminar formando un semicírculo frente al público; las primeras de cada pareja a la derecha de la calle Mayor, empezando por la de la Sartén y terminando en la del Ave María, y a la izquierda las demás comenzando por la de la Libertad y concluyendo por la de Válgame Dios. Los callejones del Perro y del Gato quedarán en los extremos junto a la embocadura del escenario. Las calles y plazas de Madrid, soliviantadas por el anuncio de la creación de una Gran Vía en el corazón del viejo casco urbano, se reúnen alarmadas. Las calles se preguntan quién podrá ir a una calle que lleve ese nombre y amenazan con sublevarse para dar un susto a la Municipalidad que con tan poco respeto las trata. En el diálogo siguiente, un Paseante que recorre Madrid dialoga con algunas de las calles que llevan parte principal en la discusión, como la calle de Toledo, intervienen la calle del Candil, la calle de la Sartén y varias calles y plazas que responden o hablan de acuerdo con sus características: la plazuela de los Afligidos solloza, las calles del Ave María y de Válgame Dios, intercalan exclamaciones con sus nombres, la calle de la Libertad hace propuestas políticas liberales. Entre todas sobresale por unos momentos la calle de Sevilla, la cual, lógicamente, se expresa con vivacidad y un marcado acento andaluz. Seguidamente entra el Caballero de Gracia jactándose de las conquistas amorosas que la leyenda popular le atribuía. Los demás personajes critican en voz baja al presumido personaje. Luego continúa el diálogo sobre la reforma urbanística de Madrid, insistiendo en los chistes a cuenta de los nombres de las calles que intervienen. La entrada de la Plaza de la Leña hace callar a todos. A continuación entra el Comadrón, de cuyas palabras se deduce que el nacimiento de la Gran Vía va para largo. Finalmente las calles vuelven a su ubicación ciudadana excepto la del Caballero de Gracia, que se va a dar una vuelta con el Paseante.
Cuadro segundo: En las afueras de Madrid dialogan el Paseante y el Caballero de Gracia, su diálogo versa en torno a la política cuyos defectos, concluyen, son generales en todo el mundo. Terminada la discusión, entra la Menegilda, una criada (desde entonces en Madrid e incluso en otras ciudades de España se empezó a llamar "menegildas" a las criadas, abandonando el nombre más clásico de "maritornes", de origen cervantino), nos explica cómo se las ingenió para salir adelante con su escuálido sueldo de sirvienta: sisando. Y aunque acabó el ama echándola de la casa, su carrera ha continuado y no se puede quejar de su actual colocación: "… sirvo a un abuelo, que el pobre está lelo y yo soy el ama … y punto final". Cuando termina su explicación la Menegilda empieza a buscar a su novio, y traba conversación con el Caballero de Gracia. Después de coquetear un poco llega el novio, un soldado, y se van los dos. En este punto se intercaló posteriormente, y en vista del éxito del tango de la Menegilda, una escena que hiciera contrapunto y en la que una ama de casa, Doña Virtudes, se queja del servicio aduciendo la frescura de las criadas y su carácter respondón. Siguiendo también un diálogo de Doña Virtudes con el Caballero de Gracia. Entran a continuación el barrio de la Prosperidad, vestido de pobre, y pidiendo un tranvía como limosna, y el barrio del Pacífico, dispuesto a armar camorra por un quítame allá esas pajas. Luego, viendo venir a unos rateros (los Ratas), el Paseante y el Caballero se alejan. Los Ratas entran jactándose de la comodidad y productividad de su oficio, también entran dos guardias, colocan una especie de ratonera enorme y capturan a los ladrones, quienes entran por la puerta de la jaula. Al cerrarse ésta, automáticamente se abre la del lado opuesto, por la que salen los Ratas como si tal cosa. Los guardias después de su intervención se van, tirando de la ratonera vacía, y los Ratas se van por el otro lado, muertos de risa.
Cuadro tercero: Ahora estamos en la Puerta del Sol. Sale doña Sinceridad, que intenta ir al Congreso pero no lo logra porque tiene que cuidar de sus yernos, dos niños díscolos que piden turrón y se portan mal. Luego aparecen el Caballero de Gracia y el Paseante, observando este cuadro familiar. Seguidamente entran un señor y tres señoras. Ellas se vanaglorian de los lugares de veraneo a donde piensan dirigirse, y él se burla. Luego se burlan ellas de él. Cuando se han ido, se oye un lamento: es la Fuente que se queja de que la quieren quitar de su emplazamiento, porque estorba a los Ripperts y tranvías. La Fuente recuerda sus muchos servicios a la causa de la convivencia ciudadana, ante la sorpresa de un paleto maravillado de que las fuentes de Madrid hablen. Mientras tanto la fuente se hunde lentamente y desaparece. El paleto finge haber sido estafado por un caballero que le pidió cambio pero en realidad aprovecha el relato para robar el reloj del Caballero de Gracia, que sale corriendo tras el avispado raterillo. Aparecen unos Marineritos, Se vuelve a oír luego la Jota de los Ratas, pero ahora, en su lugar, pasan, ante la mirada asombrada de los guardias, tres caballeros de elegante etiqueta que pasean frente a ellos. Los guardias saludan respetuosamente. La alusión a la similitud de moral entre Ratas y caballeros importantes queda claramente establecida
Cuadro cuarto: En una Travesía, aparecen un Sietemesino y una niña Gomosa, que cantan brevemente su pertenencia a lo más "chic" de Madrid y su próxima visita al Skating Ring, la pista de patinaje que era entonces la última novedad deportiva. Entre tanto, aparecen La Lidia y El Tío Jindama, dos personajes que representan a dos periódicos taurinos muy conocidos en la época. Retornan el Caballero de Gracia y el Paseante, criticando en su diálogo el teatro del momento. Pero ven llegar al Elíseo madrileño, "baile de chachas". En la introducción sitúa el local en el Madrid de entonces y luego se describe a sí mismo como "baile de criadas y horteras". Entra corriendo el Comadrón, está próximo al nacimiento de la Gran Vía, el nuevo parto de la Municipalidad. Y tras enumerar la lista de condiciones que hacen falta para que el país funcione, acaba situando la fecha del próximo nacimiento de la Gran Vía… el 30 de febrero. Sin embargo, como anticipo de lo que será, muestra a los concurrentes una visión de futuro.
Cuadro quinto: Aparecen todas las calles y plaza de Madrid, fuentes y personajes, y en medio de la algarabía general por el nacimiento futuro de la Gran Vía madrileña acaba la obra.
Índice de escenas
Zarzuela denominada “revista madrileña cómico-lírica, fantástico-callejera en un acto y cinco cuadros, distribuidos en los siguientes números musicales:
1. Introducción y polka de las calles “Somos las calles, somos las plazas”. 2. Vals del Caballero de Gracia “Caballero de Gracia me llaman”. 3. Intermedio orquestal. 4. Tango de la Menegilda “Pobre chica la que tiene que servir” y tango de Doña Virtudes “Pobres amas las que tienen que sufrir”. 5. Orquesta. 6. Jota de los ratas “Soy el rata primero”. 7. Coro de niños “Yo de la yernocracia” y orquesta. 8. Mazurca de los marineritos “Somos los marineritos”. 9. Gomosa y Sietemesinos “Somos la crem”. 10. Schottis del Elíseo Madrileño “Yo soy el Elisedo”. 11. Final: Coro general “La ra la ra la”. 12. Vals de la seguridad “Soy salvaguarda de la sociedad”. 13. Pasacalle de los sargentos “Ustedes, por lo visto, han comprendido ya”.
La obra terminaba con el nº. 11 y aunque el Diccionario de la Zarzuela señala que los números 12 y 13 son recuperados por la edición crítica de la ICCMU de 1996, “ya que eran desconocidos” no comparto esa opinión pues la versión discográfica de Columbia-Orlador 1972 incluye ambos números. Los números 3, 5 y 9 tampoco figuran en ninguna de las grabaciones con que cuento.
Personajes
Algunos de los innumerables, son:
Calles, plazas y callejones de Madrid:
El comadrón: Actor
El caballero de Gracia: Barítono
El paseante en corte: Actor
La Menegilda: Soprano
Los ratas: Tenor cómico, tenor cómico y barítono cómico
El Elíseo Madrileño: Mezzosoprano
Discografía
Basado sobre todo en la sección discográfica de esta página web, y buscando más bien el dato de identificación que la rigurosidad a veces difícil por la disparidad encontrada en las distintas fuentes consultadas, detallo las versiones siguientes:
Odeón-Blue Moon 1930 - Dirige Antonio Capdevila y cantan Amparo Saus, Marcos Redondo, R. Blanca, S. Garrido y Angel de León.
Alhambra 195? - Dirige Ataulfo Argenta y cantan Ana María Iriarte, Toñy Rosado, Manuel Ausensi, Gregorio Gil y Carlos S. Luque.
Zafiro 1956 - Dirige Enrique Estela y cantan Inés Rivadeneyra, Luis Rodrigo, Santiago Ramalle, Pascual Bloise y Granado. El catálogo de la Biblioteca Nacional data la grabación de Zafiro en 1959 pero es la misma que la del sello Hispavox de 1956.
Hispavox 1963 - Dirige Pablo Sorozabal y cantan Teresa Tourné, Renato Cesari, José Ramón Henche, Juan del Castillo y Luis Gómez.
Columbia 196? - Dirige Rafael Frühbeck de Burgos y cantan Nati Mistral, Pura María Martínez, Antonio Blancas, Zorí, Santos, Codeso, Antonio Martelo y José Peromingo. Operadis la atribuye a Columbia y a la década de los 60 del pasado siglo; yo tengo una edición de Orlador (Círculo de Lectores) de 1972.
RTVE 2001 - Dirige Miguel Roa y cantan María José Montiel, Milagros Martín, Marta Moreno, Plácido Domingo, Luis Alvarez, Ricardo Muñiz, Miguel Sola, Gonzalo Burgos, Fernando Rubio, Miguel Roa y Francisco Matilla. Nuestra página atribuye esta grabación a Deutsche Grammophon, pero lo he comprobado con el catálogo del sello discográfico de RTVE.
Deutsche Grammophon 2004 - Dirige Victor Pablo Pérez y cantan María Bayo, María Rodríguez, Manuel Lanza, Emilio Sánchez, José Julio Frontal y Enric Martínez Castignani.
La revista “Tiempo” regaló hace años una serie de 15 CDs. de los que los 11 primeros correspondían a las zarzuelas grabadas por Alfredo Kraus para Carillón y los 4 últimos a una Antología (nº. 1 sin datos de orquesta e interpretado por Pedro Lavirgen, Angeles Chamorro y Sergio de Salas; nº. 2 con la Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por García Asensio y cantando Plácido Domingo, Teresa Verdera, Paloma Pérez Iñigo y Guadalupe Sánchez) y en los otros dos figuran como solistas Pedro Lavirgen, Mari Carmen Ramírez, Francisco Mudarra y Fernando Carmona acompañados de los Coros de la Agrupación Lírica de Madrid, la Orquesta Sinfónica Española con la dirección musical de Eugenio M. Marco y la Orquesta Lírica de Madrid dirigida por Federico Moreno Torroba. No está detallado quien interviene en cada selección o fragmento, pero “podría ser” que en la selección de LA GRAN VIA, Mari Carmen Ramírez cante el “Tango de la Menegilda” y Francisco Mudarra el vals del “Caballero de Gracia”, incluye además el preludio (versión instrumental de “El Caballero de Gracia”) y la Jota de los Ratas. A ver si el Foro contribuye a desentrañar el misterio de estos dos CDs.
Entre los fragmentos destaco, por orden cronológico a Marimí del Pozo (sobrina de Ofelia Nieto) en el chotis del Eliseo, a Victoria de los Angeles en el chotis y en el tango de la Menegilda para Odeón 1969, a Teresa Berganza, Ainhoa Arteta y Ana María Sánchez en el chotis, para terminar con las dos Galas del Aniversario del Teatro de la Zarzuela en octubre de 2006 en que intervinieron José Julio Frontal en la primera con el vals del Caballero de Gracia, y Josefina Meneses y David Menéndez en la segunda con el chotis y el vals respectivamente.
Videograbaciones
Aunque en el catálogo de la Biblioteca Nacional consten por separado, es posible que se trate de la misma actuación al coincidir los datos de producción (José Luis Moreno), Dirección Musical (José Antonio Irastorza) y lugar (Teatro Calderón de Madrid), el resto de datos difiere:
- Metrovídeo 1997. Mar Abascal, Ameliia Font, Pedro Pablo Juárez, David Muro, Enrique Ruiz del Portal y Santiago Muriente.
- Universal Pictures Iberia 2004. Carlos Marín, Pepe Ruiz y Santiago Muriente.
Bibliografía
He utilizado la siguiente:
“Diccionario de la Zarzuela”, coordinado por Emilio Casares Rodicio.
“El libro de la zarzuela”, de editorial Daimon.
“Historia de la zarzuela”, volúmenes I y III, de Juan Arnau (Zacosa).
Enciclopedia Espasa
“El mundo de la zarzuela” de Salvador Valverde.
Sección de cantables de esta página, realizada por Pepi y otros colaboradores.
Marbella, 18 de octubre de 2007
Firmado: Diego Emilio Fernández Álvarez
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