Horacio Uribe Duarte

 

 Nació en el Distrito Federal en 1970. Estudió en el Centro de Investigación y Estudios Musicales (CIEM) con María Antonieta Lozano, Víctor Rasgado, Juan Antonio Rosado y Enrique Santos. De 1989 a 1995 realizó sus estudios de composición en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú, en la cátedra del Profesor Román S. Lediñov. También cursó las clases de Análisis y Forma con Yuri B. Borontzov, Armonía Contemporánea con Yuri Jolopov, y Orquestación con Yuri M. Butzkó. En 1995 se recibió de dicho conservatorio obteniendo el grado académico de Maestro en Bellas Artes. De 1994 recibió por parte del FONCA, una beca para la finalización de sus estudios en el extranjero, esta misma institución le otorgado en dos ocasiones la beca de Jóvenes creadores (1996-1997 y 1998-1999). En 1999 recibió el segundo lugar en el concurso Silvestre Revueltas en la ciudad de Durango por su Trío núm. 4. De 1995 hasta el 2000 fue profesor en la Escuela Nacional de Música de la UNAM, en las materias de composición, formas musicales y orquestación. Desde 1996 trabaja en la Escuela Superior de Música del INBA como maestro de composición, contrapunto, armonía y orquestación. En 2000 recibió la Medalla Mozart que ofrece el Instituto Cultural Domecq a jóvenes destacados en el ámbito de la composición musical.

 

 Preludio y toccata: "El ciclo, dedicado a Águeda González, fue terminado en noviembre del 2000. El primer movimiento se basa en la utilización de los dos teclados del clavecín para conseguir unísonos que al ser generados por cuerdas distintas nos dan la impresión de dos instrumentos superpuestos. "Los motivos comienzan desde la región aguda del instrumento y durante todo el preludio nos van llevando al registro grave. Mi idea al momento de la composición era brindar al oyente un movimiento perpetuo que se fuera transformando de una manera casi imperceptible y a través de la repetición de motivos, ir preparando un tipo de magia hipnótico para llegar a la toccata. Al pensar en la textura que debería tener la Toecata, se me ocurrió en tratar al clavecín como un instrumento de percusión y decidí usar diferentes tipos de ritmos cubanos que poco a poco deberían irse volviendo más intensos y estridentes hasta llegar a tocar el instrumento no con los dedos sino con las palmas de las manos, esto magnifica el contraste entre las dos piezas y forma un círculo complementario entre las dos partes."