EL IDEAL DEL MASON Si usted ve a un hombre que reservado y se mueve respetuoso en la esfera de su vida; quién libremente y sin defecto, cumple su deber como un hombre, su trabajo, como marido y padre; quién es piadoso sin hipocresía, benévolo sin ostentación, y ayuda a sus compañeros fraternos sin interés propio; de quién corazón late animosamente para la amistad, con mente serena está abierta para los placeres de vida y correctos, que en las vicisitudes no se desespera, ni en la fortuna es presumido, y que siempre está resuelto en la hora del peligro. El hombre que está libre de la superstición y libre de infidelidad; quién en naturaleza ve el dedo del eterno Maestro; quién siente y adora el destino más alto del hombre; a quién la fe, la esperanza y la caridad no son palabras meras sin ningún significado; quién caracteriza su vida uniforme y sabe que no es demasiado querida contra la protección de la inocencia y de la virtud, y para a la defensa de la verdad. El hombre que hacia si es un juez severo, pero es tolerante con las debilidades de su vecino; quién se esfuerza para señalar errores sin arrogancia, y para promover inteligencia sin impaciencia; quién entiende correctamente cómo estimar y emplear sus medios; quién honra la virtud sin embargo puede vestir la ropa más humilde, y quién no favorece el vicio aunque este esté revestido en púrpura; y quién administra la justicia para merecer morar en palacios o cabañas. El hombre que, sin cortejar aplausos, es amado por todos los hombres nobles, respetados por sus superiores y querido por sus subordinados; el hombre que nunca proclama lo que él ha hecho, puede hacer, o hará, pero donde está la necesidad pondrá su asiento. Y con valor desapasionado, resolución circunspecta, esfuerzo infatigable y con extraordinaria potencia de su mente, no cesará hasta que él ha logrado su trabajo, y entonces, sin pretensión, se retirará en la multitud porque él hizo un buen acto, no para si, sino para la causa del Eterno! Si ustedes, mis Hermanos satisfacen a tal hombre, ustedes verán la personificación hermandada del amor fraterno, de la relevación y de la verdad; y ustedes habrán encontrado el ideal de un Francmasón. Escrito en 1876 por el Muy Resp.•.H.•. Otto Klotz, Gran Past Master de la Gran Logia de Canada en la Provincia de Ontario. |