Cuando llega Jean Valjean a la buhardilla, Thérnardier se descara ante él preguntándole si no lo reconoce: él es Thérnardier, a quien le “robó” a la hija de Fantine. Mario queda anonadado al oír el nombre de Thérnardier. Está ante un dilema. No puede permitir que le suceda nada al padre de su amada, pero tampoco puede perder a Thérnardier, con quien se siente obligado a saldar la deuda de su padre. Los maleantes tienen atado a Jean Valjean. Mario, en el último momento, ve la nota de Eponina en donde dice "Ahí están los polizontes" y se la arroja a Thérnardier dentro del cuarto. En esos momentos entran Javert y sus hombres y en la confusión Jean Valjean escapa. Thérnardier, su esposa, su hija Azelma y sus cómplices son apresados. Sólo Eponina se salva.
Mario se cambia de casa, por lo que Javert no puede localizarlo. En la cárcel, Thérnardier y sus cómplices no declararn nada a Javert. Uno de ellos, recibe un mensaje de un compinche, diciéndole que piensa robar la casa de un hombre que vive sólo con su hija y una ama de llaves.
A pesar de amar a Mario, Eponina le consigue la dirección de Cosette, lo que lo hace feliz.