Las pendientes se duplicaron
Claudia Delgado B.
El estudio de suelos realizado en Alto Prado por orden del Ministerio de Transporte y Comunicaciones reveló que, efectivamente, la zona presenta riesgos geológicos debido, entre otras cosas, a que en un período de 40 años las pendientes artificiales se duplicaron por la construcción de desarrollos habitacionales. El estudio permitirá tener un mayor control sobre las áreas problemáticas y emprender trabajos preventivos para evitar derrumbes, como el último, que afectó la zona el 30 de septiembre del año pasado.
El geólogo Piero Feliciani elaboró el informe que refleja la situación de toda Caracas: es decir, que existe un riesgo geológico natural de 40% en las áreas montañosas del valle. En las 600 hectáreas de Alto Prado, las pendientes artificiales se duplicaron entre 1954 y 1995, y el riesgo se incrementó 17%, pues las áreas planas artificiales corren el riesgo de verse afectadas por roturas de tuberías, que hace que los terrenos cedan.
En un mapa desplegado, mostró como 35% de la zona soporta construcciones hechas sobre rellenos, en los que se deben acometer programas de estabilización para evitar deslizamientos.
Luego de practicar perforaciones, el experto encontró que 80% del relleno ha sido mal hecho por los constructores, pues han dejado capa vegetal abajo. Recomendó que en las cuencas de Baruta, donde existe mucho relleno y corte en la zona desarrollada, se realicen obras de estabilización; mientras que en las áreas no desarrolladas aún se deben revisar con profundidad los permisos que serán otorgados.
Señaló que la zona más crítica es Alto Prado, por el número de intervenciones; seguida por Lomas de Prados del Este, donde hay una alta densidad poblacional; Lomas del Aguila y Condor y, por último, la parte baja de El Peñón.
En relación con la cuenca de Manzanares, donde es posible hacer más desarrollos habitacionales, exhortó a las autoridades locales a mantener una fuerte vigilancia para que se practique "buena ingeniería", y alertó sobre la disposición de las aguas servidas, que están convirtiendo a la zona en una gran cloaca.
La alcaldesa de Baruta, Ivonne Attas, dijo que ahora es necesario que la Cámara Municipal elabore una ordenanza de riesgo geológico para controlar las futuras construcciones, y así proteger a una población de 50 mil habitantes. De esta manera, se evitará la discrecionalidad de los funcionarios de turno en el otorgamiento de los permisos.
Como ejemplo, citó el deslizamiento ocurrido en la avenida principal de Alto Prado hace un año, que fue consecuencia de los trabajos mal realizados por el conjunto residencial 8. La rehabilitación de la pista norte, prevista para finales de octubre, tiene un costo de 1,4 millardos de bolívares; mientras que una intervención oportuna hubiese podido corregir la falla con apenas 30 millones de bolívares. El ingeniero municipal, Antonio Callaos, explicó que el estudio permite prevenir desastres con obras a realizarse en corto, mediano y largo plazo, de acuerdo con la urgencia de los trabajos, con aportes del gobierno local, gobierno regional y MTC.
Con relación a 35% de las zonas de terrenos en corte que no fueron compactados, dijo que el riesgo es que tienden a asentarse y producen fracturas a las tuberías, con lo que pueden ceder