Esta buena voluntad de ver en todo algo nuevo

este entregarme a tus maneras a pesar de las mías,

la infinita paciencia de descifrar los imposibles,

el sutil y resignado arte de deshilvanar lo habitual,

hurgando en el tupido pastizal de mis ensueños

forman el tejido de mis apegos cotidianos...

Son los mismos que ignoro cuando me hablan de ti,

un menguar constante de mis mejores atributos

es dar la vida en gotitas de entrega voluntaria,

allanar las rocas rebeldes de la orilla,

y  fluir desde el corazón hasta el destino...

Mis apegos cotidianos ya no tienen contornos,

son renuncias, dádivas  y entregas por ti,

mariposas andariegas que abanican las flores

son mis bellas libertades rescatadas al olvido,

y daciones permanentes de mi yo almibarado

Mis apegos cotidianos son delicias que comparto

transformando mi vida en un oasis intangible,

resbalando en tu piel y mis antojos de verano,

en la débil voluntad que sin malicias yo atesoro,

voy sorbiendo esos tus labios cada instante…

Mis apegos cotidianos se hicieron caricias

cuando mis besos rozaron tu alma…

Hoy encontré los pétalos marchitos

de aquella rosa que me regalaste.

Hoy encontré tu recuerdo encerrado

en las hojas amarillas de mi libro preferido.

Hoy comprendí mirándolos con tristeza

que el ayer fue mucho más bello,

que este hoy de pétalos marchitos, casi secos...

Ayer fueron hermosos y tiernos,

rojos de deseos y aromados de dulzor,

vivos y palpitantes como fue nuestro amor.

Estos pétalos marchitos tienen la magia

de volver atrás el tiempo ido

y encender de pasión el alma mía.

Tienen ese halo de nostalgia

que se mece dentro del corazón

acelerando sus latidos..

Tienen en su aroma suave y añejo

el secreto de momentos ayer vividos,

de recuerdos no olvidados, sí, dormidos.

Estos pétalos marchitos hoy regresan a mi vida

Para llenarla de tiernos arpegios;

escucha el mensaje que habita en ellos: “aquí estoy”...

Aquí estoy,para revivir el encanto,

aquí estoy,para vivificar tu alma,

aquí estoy,  para no dejar morir el amor...

Los pétalos marchitos de la rosa que ayer me regalaste

Mi historia es un bello y dilatado poema

de policromos pastizales sedientos,

donde el destino escribió su teorema

y un hado modeló mis sentimientos.

Tiene amplios espacios nunca explorados,

escarpados abismos, llanuras y valles

donde se hospedan misterios no develados,

en espera del duende que pinte los detalles...

Mi historia es un libro de virgen memoria,

poeta de andariegos versos y pasos cansinos,

Pluma y tinta en mano, girando como una noria,
en sus páginas voy escribiendo poemas peregrinos...

Entre líneas van quedando los retazos de mi vida.
Son jirones de amores y recuerdos de dolores,

que en páginas de historia la tienen prohibida,

sin que sepan que son mías, las lleno de colores...

Mi historia es un vasto imperio bravío;

se mueve entre altas cumbres y profundos abismos.

Pero, cuando ama, lo hace con mucho brío

y entierra en oscuras cimas los aforismos...

No conoce mentiras, dobleces, ni maldades,

tiene páginas limpias y renglones comenzados,

palabras tiernas de postergadas ansiedades,

enterrando los poemas de amores forzados...

Mi historia no es un recuerdo, ni es relato,

es auténtica vida vivida de a gotas, con intensidad,
es marea de flujo y reflujo que va sin recato

a ocupar tu alma con ternura y autenticidad...

Mi historia es un bello y dilatado poema de amor

Hay una serena majestad en tu mirada.

Para ti, mi arpa ensaya celeste melodía

y algún verso que es manojo de primores.

Este simple poema

lleva el suspiro ilusionado que se acuna en mi estro,

hasta posarse suavemente en el azul de tus pupilas,con mi imagen repetida hasta el infinito.

Es un poema que eterniza tu recuerdo...

Es un poema que retrata mi esperanza...

Un recuerdo que es historia en tu mirada..

.

La serena majestad de tu mirada

derramó mieles en mis entornos

para endulzar la noche de mi alma.

Mis poemas aman, suspiran,

cantan alboradas y ensueños de poetas,

en recuerdo de unos versos muy amados.

En mis noches de lujuria y desvarío

tu mirada está presente en mi almohada

para espantar al duende del olvido...

Amor de medianoche y alboradas

estás vigilante en mi ventana

esperando el milagro deseado...

El suspiro ilusionado que se acuna en mi alma

va a posarse suavemente en mis versos

que retratan el azul de tus pupilas,

con mi imagen repetida hasta el infinito.

En amor no hay olvido, ni hay ausencia,

siempre está ahí donde lo pones tú,

mi amor está preso en tu mirada,

estoy en tus pupilas... no lo puedes evitar...

http://www.oocities.org/es/missentires2004/