Triste final... triste y cruel final,
el de aquella anciana...
de piel aterciopelada, de mirada clara,
de sonrisa alegre y corazón herido,
pues la muerte la llamaba...
con fuerza, con tiranía... su hora marcaba. 

 Hora de partida, hacía un lugar desconocido.
Ella solo deseaba una mano calida...
una caricia... un último beso de despedida,
de aquella hija, por la que dio su aliento...
velo sus sueños de niña querida,
de aquella hija que no sabía, que ella moría.
 

Caminando junto a ella, en su hora de partida
solo tuvo una enfermera que su mano sostenía,
acariciando su cabello, suave y plateado,
diciéndole con dulce voz, entrecortada...
Déjate llevar...coje de mi, la luz hacía un bello lugar,
donde ya no hay dolor, donde ya no hay rencor.
Déjate llevar... coje de mi, la fuerza para caminar,
sin miedo, sin demora, el infierno... lo viviste aquí.

Déjate llevar... coje de mi, todo el coraje,
para poder vislumbrar que en el cielo tienes tú lugar.
 

Caminando junto a ella, en su hora de partida
solo dos personas tuvo... una enfermera...
y una falsa cristiana, que a golpes de pecho,
el nombre de Dios en vano pronunciaba.

Ella creía tener en posesión el poder de ajusticiar,
jugando a ser diosa implacable de un juicio final,
dictando sentencia, de lo que solo  Dios tiene el poder.
 

Triste final...triste y cruel final
el de aquella anciana...
Era su última hora de partida... agonizaba y sufría...

Sólo tenía a su izquierda la voz luciferina,
de la falsa cristiana, que aún viendo su agonía..
una y otra vez le repetía, con pausa y sin medida...
¡Arrepiéntete mala mujer... hoy vas a dejar de existir!
¡Arrepiéntete, antes de tú último suspiro!
¡Arrepiéntete, has profanando en vida sus mandatos!
¡Arrepiéntete, pues el Ángel caído es el que viene por ti!
A las tinieblas estas condenada, a ellas ha de llevarte.

Triste final... triste y cruel final
el de aquella anciana...
Solo tenía a su derecha la mano calida...
que su cabellera plateada acariciaba... a una enfermera,
agonizando de sufrimiento junto a ella,
regalándole su última y más preciada sonrisa.
Ofreciéndole... luz, fuerza y coraje,
pues toda alma, tiene su lugar en el cielo,
donde solo el Gran Dios en su infinita bondad...
              ¡No juzga, solo perdona!

¡Déjala, déjala ya partir en paz!
¡No tienes derecho ni a juzgar, ni a sentenciar!
El Gran Dios lo hará.... y sabrá perdonar.

Triste final.... triste y cruel final,
el de aquella anciana...
que en su última hora de partida cruzo su mirada clara,
con la clara mirada de la enfermera,
encontrando en ella, el motivo de su último suspiro,
encontrando en ella.... la escalera hacía el cielo.

Un día venturoso, mi mundo iluminaste,
con promesas y buenos augurios,
pero de pronto te transformaste,
en "Verduga", de mi alma, de mis sentidos.

Con enfermiza mente, haces de un bonito día
un día de dolor, llanto e injusticia,
solo heridas y sinsabores
que poco a poco, día a día,
te anulan y martirizan...
haciéndote sentir culpable, de algo inexistente,
ya que tu sola idea, es vejar y humillar,
pues no sabes, ni sabrás jamás...
lo que es conjugar el verbo "Amar".

Cada día buscaba en los ojos de mi "Verduga",
la respuesta a un ¿porque? de tanta humillación,
la respuesta a un ¿porque? de tanta vejación...
buscando algo donde se viera la pureza,
para poder unir el perdón, la belleza y el amor.
 

Te crees ganadora de todo combate...
la Judas Iscariote de la falsa verdad
por cuyas venas corre a borbotones,
el veneno que te lleva a Humillar y Vejar,
para de ésta forma tapar tus complejos,
rabia, inseguridad y celos...
haciéndote escupir... tu ira a raudales.
 

Pero ¡No "Verduga"!, conmigo no has podido,
de tu máscara te he desprendido,
porque no te tengo miedo... tengo manos amigas,
No estoy sola...
Tengo Familia
Tengo Amigos
Tengo Buenos Consejeros,
que me quieren que me arropan y me dicen:
¡Enfréntate a ella, sin demora, ni miedo !
Levantaré mi copa junto a ellos,
haciendo un brindis lleno de orgullo y unidad
contra tu infame boca putrefacta,
pues eres un ser despreciable, un ser inferior,
el cual siente solo placer y felicidad,
conjugando verbos tan atroces como:
"Humillar y Vejar"
 

No callaré, no callaré mi voz, "Verduga"
por mí, por mi familia y mis amigos,
porque el destino nos unió,
pagándome tú con un "Salario de Lágrimas",
recogiendo yo un paraíso perfumado de Octubre,
donde la Calandria, de alas fuertes y firmes,
me ofrecerá su canto de libertad,
y de esta forma mi voz redunde... para otros...
en ecos de "Justicia y Libertad" .

Jean de la Bruyere dijo:
Un alma grande está por encima de la Injuria y del Dolor
Por ello te dedico estas letras Maltratadora porque mi     alma es grande y de todas sus heridas sanó, gracias a     todo el amor, cariño y respeto que tengo a mi alrededor.
Tu alma es negra y enfermiza "Ya no tienes curación".   

Somos dos almas

que un dia decieron buscar la felicidad.

Cada uno llevabamos nuestros caminos

pero la vida nos unió

Han pasado los años,

hemos envejecidos juntos,

hemos sido cómplices perfectos,

que nadie ni nada...

ha percibido nuestro amor escondido.

Yo deseo seguir siendo tu amante

querida

y tú anhelas que lo sea.

Este amor escondido para todos,

traspasará lafrontera de la muerte

y desde donde nos encontremos,

nos volveremos amar

con la misma intensidad

Estrellas adoradas,
mi corazón aun os llora.
Cuanta soledad y tristeza
sigue quedando
aún a pesar del tiempo,
que partisteis.
Almas blancas
Almas sin pecados,
Almas de angeles.

Estrellas adoradas,
mi corazon aun os llora.
Mi vida nunca
volvio a ser la misma,
sin vuestras sonrisas,
sin vuestras miradas,
sin vuestros corazones
repletos de esperanzas.
Almas blancas,
Almas sin pecados,
Almas de angeles.

 Estrellas adoradas,
mi corazon aún os llora.
Me pregunto....
¿porque tuvo que ser asi?
perderos sin
poderlo evitar,
sin poder luchar.
Hoy me quedan los recuerdos
de lo que pudisteis
haber sido,
mi alegria, mi orgullo,
el goce de mi fuerza.
Almas blancas,
Almas sin pecados,
Almas de angeles.

Estrellas adoradas,
mi corazon aun os llora.
Pero mi alma sonrie
porque vosotros, mis tres
estrellas, mis luceros,
acompañais en
los caminos oscuros,
al que hoy es
toda mi vida
todo mi orgullo,
toda mi fuerza.
El que arranca mi sonrisa,
el que hace sentirme
aun una con vosotros,
mi hijo y vuestro hermano.
Almas blancas,
Almas sin pecados,
Almas de angeles.

   

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