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CAPITULO 11

LOS COMITES DIOCESANOS Y NACIONALES

OBJETIVO: Conocer el ver y quehacer de los organismos Diocesanos y Nacionales.


La Diócesis es una porción del Pueblo de Dios, definida por un contexto socio-cultural especifico en el que se encarna. Está presidida por un Obispo dotado en forma plena y sacramental del triple ministerio de Cristo. Es el Pastor en cada Iglesia Particular, principio y fundamento de su unidad.

El señor Jesús como pastor bueno y exigente formó a sus apóstoles y discípulos para guiar y acompañar el proceso de nacimiento, de crecimiento y expansión de la Iglesia.

La Iglesia, en su misión de servicio, debe ayudar a sus miembros para que desarrollen sus cualidades en su vocación personal al servicio de la comunidad humana, como Cristo hizo con sus apóstoles. La acción pastoral de la Iglesia prolonga el cuidado que tuvo Jesús con sus contemporáneos y actualiza su acción. Es medio por el que el Señor comunica hoy a su pues su amor y h expresa el cuidado y cariño que tiene a cada uno y a la comunidad. La Iglesia no puede renunciar a este encargo tan serio y necesario.

Los comités diocesanos de la ACM.

Como el fin de la Acción Católica Mexicana es proclamar la Buena Nueva, o sea el mismo de la Iglesia, se necesitan organismos diocesanos que la vinculen a la Iglesia Particular.

La Acción Católica es esencialmente diocesana, lo cual le exige:

  1. Estar siempre atenta a las orientaciones de su Obispo para ponerlas en práctica.
  2. Examinar la realidad social de la diócesis, como punto de partida de su apostolado.
  3. Integrarse a los planes pastorales de conjunto.

Los comités diocesanos son equipos integrados por militantes, preferentemente con experiencia parroquial, cuya función consiste en:

  1. Promover el establecimiento, la consolidación y el crecimiento de los grupos de base, proporcionando los servicios necesarios.
  2. Fomentar el intercambio de experiencias entre los grupos de base para crear conciencia de comunidad diocesana.
  3. Buscar con los grupos de base los instrumentos adecuados para que se cumplan los compromisos asumidos en las Asambleas Diocesanas.
  4. Ser corresponsable y solidario de la integración y funcionamiento de la Junta Diocesana.
  5. Mantener una comunicación permanente con los Organismos Nacionales de la Acción Católica Mexicana, para que éstos conozcan las necesidades diocesanas, reciban sus aportaciones y puedan ofrecer los servicios adecuados.
  6. Avivar en los militantes el espíritu de unidad nacional de la Acción Católica, que enriquezca con sentido de Iglesia, los esfuerzos de la base y la diócesis.

 

Los representantes regionales de la ACM.

Las diócesis se encuentran agrupadas en regiones pastorales para facilitar el intercambio de experiencias y servicios mutuos.

También las organizaciones y movimientos de la ACM se relacionan de ésta manera y nombran representantes regionales. Estos a la vez que prestan servicios especiales en la región son miembros de los organismos nacionales.

Los organismos nacionales de la ACM.

La Acción Católica, como organización de servicio para la Iglesia en México, tiene carácter nacional, que le ha sido otorgado por el Episcopado, y por esa razón promueve la unidad de vida, esfuerzos y propósitos entre los militantes de las diversas diócesis.

Las Organizaciones y Movimientos tienen su propio Organismo Directivo Nacional, cuyas funciones principalmente consisten en:

  1. Promover la investigación de la realidad social a nivel nacional para que sea conocida por todos los militantes.
  2. Ofrecer los servicios adecuados a los organismos diocesanos para su propio crecimiento.
  3. Fortalecer la unidad nacional mediante la búsqueda de objetivos comunes y de contactos frecuentes con los dirigentes diocesanos.
  4. Avivar entre los miembros de los organismos nacionales el interés y la corresponsabilidad por el logro de los objetivos de la Junta Nacional.
  5.  
  6. Mantener una comunicacén con los señores Obispos, con los Asistentes eclesiásticos Asesores Diocesanos.
  • Estar en contacto con la Comisión Episcopal para el Apostolado de los Laicos, e informarle oportunamente sobre las actividades, los problemas y las perspectivas de la propia Organización o Movimiento.
  • IMPORTANTE RECORDAR:

    La diócesis es una porción del pueblo de Dios, difundida por un contexto socio-cultural y regida por un Obispo.

    La ACM es esencialmente diocesana, el Organismo encargado de la integración a la diocesis en el respectivo Comité Diocesano para cada asociación y la Junta Diocesana para todas las Organizaciones y Movimientos que integran a la ACM.

    PREGUNTAS:

    1.- ¿Cuáles serían los medios más indicados para que los

    Comités y Juntas Diocesanas cumplan con sus funciones?

     

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