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CAPITULO 16

FORMACION DEL MILITANTE DE LA ACCION CATOLICA

OBJETIVO: Intensificar la formación Integral de todos los militantes, para que respondan más eficazmente a su vocación y cumplan más responsablemente su misión de Evangelizadores laicos.


"HASTA QUE SE FORME CRISTO EN VOSOTROS". (Gal. 4,19).

Uno de sus objetivos más importantes en la Acción Católica era la formación de sus militantes; objetivo que se alcanzó con éxito en la mayoría de los casos. Las personas que se formaron en la organización se han identificado como cristianos comprometidos, creativos y corresponsables con las realidades de nuestro tiempo y tuvieron y siguen teniendo una proyección social destacada.
Actualmente la formación de nuestros militantes1 en muchos casos no es lo que debería ser, pero sobre todo debemos unificar nuestros criterios para saber concretamente que tipo de formación cristiana es la que queremos. Cada una de nuestras organizaciones y movimientos deben crear nuevos instrumentos (ediciones, cursos, talleres, actividades apostólicas) que ayuden eficazmente a la formación integral de sus miembros. Los militantes y dirigentes deben superarse no sólo humanamente sino proyectarse como verdaderos apóstoles de Jesús.

La exhortación Apostólica "Los fieles cristianos laicos" de su santidad Juan Pablo II nos da luces muy claras sobre la formación de los laicos. La formación cristiana nos dice en "un continuo proceso personal de maduración en la fe y de con figuración con Cristo según la voluntad del Padre, con la guía del Espíritu Santo". La formación de los fieles laicos se ha de colocar entre una de las metas más urgentes e importantes de alcanzar.

El objetivo de la formación cristiana es el descubrimiento, cada vez más claro, de la propia vocación y la disponibilidad para vivirla en el cumplimiento de la misión de cada quién. Es indispensable que la formación nos lleve no sólo a saber cual es nuestra vocación sino que es necesario hacer lo que Dios quiere.

Para lograr lo anterior hay que formar en: la comunión, la pobreza, el diálogo y el servicio.

Formación Integral.

La formación cristiana debe ser integral y nos debe de llevar a una unidad de vida. Evitar la separación entre vida "secular" es decir la vida de la familia, trabajo, compromiso político, relaciones sociales y la vida "espiritual" que tiene ciertos valores y exigencias.

Es necesario formar hombres y mujeres de Iglesia comprometidos desde el evangelio y capaces de cumplir las tareas temporales con competencia profesional, solidaridad en el trabajo, amor y entrega a la familia y la educación de los hijos, servicio social y político, ya que todo lo anterior son ocasiones providenciales para un "continuo ejercicio de la fe, de la esperanza y de la Caridad" (CF. # 59).

La formación debe abarcar:

1.- La maduración en el crecimiento espiritual hacia la santidad; el crecimiento de la vida según el Espíritu.

2.- El descubrimiento progresivo del designio salvífico de Dios sobre cada uno y sobre la historia, pues el Plan de Dios se nos reveía sólo a través del desarrollo histórico de la vida y de sus acontecimientos y por lo tanto sólo gradualmente, en cierto sentido, de día en dia1 para lo cual es indispensable:

a) La escucha pronta y dócil de la Palabra de Dios y de la Iglesia.

b) La oración filial y constante.

c) La referencia a una sabia y amorosa dirección espiritual.

d) La percepción en la fe de los dones y talentos recibidos.

e) El conocimiento objetivo de las diversas situaciones sociales e históricas en las que se está inmerso (Ch. L No. 58)

La AC debe reconocer humildemente que ella no puede dar toda la formación que un laico debe tener, pero sí debe ofrecer una formación profundamente injertada en su misma experiencia apostólica y compíetar1 concretar y especificar la formación que sus miembros reciben de otras personas y comunidades (Ch. L No.62)

De una manera muy especial me parece que la AC debe procurar por los medios que tenga a su alcance la formación de sus formadores pues sólo así logrará asegurar la formación general y capilar del mayor número de fieles laicos.

La AC y sus militantes deben hacer suyas las convicciones que como necesarias y fecundas nos recuerda "Los fieles cristianos laicos" No. 63

1.- No se da verdadera y eficaz formación si cada uno no asume y no desarrolla por sí mismo la responsabilidad de la formación - Autoformación -

2.- Cuanto más nos formamos más sentimos la necesidad y la exigencia de proseguir nuestra propia formación, y cuánto más somos formados más nos hacemos capaces de formar a los demás.

3.- La formación es tanto más eficaz cuando sin descuidar los medios y métodos de las ciencias humanas se deja llevar por la acción de Dios.

Aspectos de la Formación

Los aspectos de la formación son tres:

Formación espiritual:

Esta debe de ocupar un lugar preferente y manifestarse por una relación íntima con Cri8to a través de la oración y meditación, de la participación activa en los sacramentos y aceptación de la voluntad del Padre y que todo lo anterior se concreta y se lleva a cabo en la entrega a los hermanos por la práctica de la justicia y caridad.

Formación doctrinal:

La urgencia que tiene el cristiano de profundizar cada vez más en su fe y de "dar razón de la esperanza" frente al mundo. Esto exige una sistemática acción de catequesis y un conocimiento más exacto de la doctrina social de la Iglesia ya que es necesario ofrecer la debida formación de la conciencia social.

Formación para el crecimiento personal en los valores humanos:

Más que nunca es necesario enseñar a descubrir, amar y buscar los valores que hacen al hombre más hombre, que lo fortalecen y lo ayudan a apreciar y reconocer la dignidad de todo ser humano.

"Los laicos tengan también muy en cuenta la competencia profesional, el sentido de la familia, y el sentido cívico, y aquellas virtudes relativas a las relaciones sociales, es decir, 'a honradez, el espíritu de justicia, la sinceridad, la cortesía, la fortaleza de ánimo, sin las cuales ni siquiera puede haber verdadera vida cristiana". (CF. #60).

No podemos descuidar aquellos valores que en México es indispensable hacer hincapié, aprender y en los que es necesario formar: responsabilidad, austeridad, salud, solidaridad, laboriosidad.

En resumen la formación de los laicos y por lo tanto de los militantes de la ACM debe tener en cuenta los tres aspectos: conocimiento y amor a Cristo, Iglesia y Hombre.

Cada uno de nosotros es a la vez formadores de los demás y estarnos en un continuo proceso de formación.

La formación cristiana sólo se puede lograr a través de la oración y del estudio, del trabajo y del servicio a los demás.

Método para la formación.

"Habrá que superar métodos de formación meramente teóricos y pasivos que por sí solos nos comprometen en acciones concretas y elaborar nuevos instrumentos de formación capaces de crear una nueva mentalidad de compromiso cristiano ante el mundo de hoy. La formación implica, necesariamente una reflexión grupa!, comunitaria y una vida y acción en el corazón del mundo, pues de lo contrario sólo se propiciará un divorcio más, entre la formación y la vida» (81nuestro pensamiento sobre 'a ACM' Consejo Nacional de asesores 1983).

En la Acción católica hemos utilizado el método de ver, valorar y actuar que es el que sigue teniendo en la actualidad eficacia ya que se nos pide que:

1.- Se parta del análisis de la realidad. (ver)

2.- Encuentro con la Palabra de Dios, se acoja, reflexione y se haga oración. (Valorar)

3.- Cambio de actitudes frente a la vida con compromisos concretos. (Actuar)

A continuación presentamos algunos criterios básicos para iniciar el proceso de formación cristiana que se han propuesto y que creemos pueden orientar en el trabajo.

Pasos en el proceso de formación.

El formador, que continúa formándose en su relación con el que forma, vive en el Encuentro con Cristo, se reviste de Cristo y actúa como Cristo y ANUNCIA a CRISTO como alguien que vive, que forma parte de su propia vida, que ha cambiado su propia vida.

1.- El que se forma debe propiciar primero

un encuentro consigo mismo. Descubre su Identidad:

- Se valora como persona, hombre o mujer, niño, joven, adulto.

- Descubre sus potencialidades para desarrollarlas y servir a su familia, comunidad, Patria, Iglesia.

2.- El que se forma se encuentra con Cristo.

- descubre en el Evangelio, analiza sus actitudes y sus valores.

- Estudia las actitudes y valores de sus discípulos.

- Lo encuentra en la ORACION personal y comunitaria.

- Lo encuentra en los SACRAMENTOS.

- Lo descubre en la comunidad FAMILIAR, de BASE y en la comunidad ECLESIAL juntamente con los demás miembros del Pueblo de Dios.

3.- Crecimiento en La Fe.

Este nuevo encuentro con Cristo (múltiple y multiforme, cotidiano y omnipotente) lleva al crecimiento de la admiración por Cristo, a conocerlo mejor, a amarlo más, a crecer más en Él.

 4.- Profundización en la relación con Cristo.

El mayor conocimiento y amor trae consigo una relación más honda de IMITACION, de IDENTIFICACION progresiva que abarca la vida del cristiano en su totalidad.

5.- Encuentro con el mundo.

En Cristo, Redentor del mundo, el cristiano redescubre el MUNDO, con sus miserias y su grandeza, obra de Dios y de los hombres.

6.- Mística cristiana de lo temporal.

El cristiano asume una óptica de amor al mundo concreto, histórico. completo, actual. Sólo se salva lo que se ama. Salvar al mundo es poner al servicio del hombre la materia, las ciencias, las instituciones, las relaciones; es reorientar la universidad, la escuela, el trabajo, la producción, la política, la comunicación social, la familia, etc.; es continuar la obra salvadora de Cristo.

7.- Transformación del mundo a semejanza de Cristo,

el cristiano siente el impulso de transformar el mundo conforme a la voluntad del Padre. Se sabe capaz con Cristo Salvador.

8.- Vida y acción evangelizadora en comunidad.

La acción salvadora no es un acto individual. Quien continúa la obra de Cristo es el conjunto de la Iglesia. Se necesita una acción solidaria y complementaria que requiere una vida en comunión fraterna. La comunión intraeclesial es requisito y signo de una comunión que debe abarcar a la humanidad entera y al cosmos total, bajo la acción del Espíritu Santo.

NOTA: Los pasos o elementos enunciados no implican necesariamente una secuencia o sucesión en el tiempo. Pueden darse en forma simultánea varios de ellos y aún en orden diverso; pero, todos y cada uno de ellos parecen indispensables para que verdaderamente puedan hablarse de una formación cristiana.
 
 

IMPORTANTE RECORDAR:

La formación es un proceso personal y permanente.

"Hasta que se forme Cristo en vosotros". (Gal 4,19). Para que demos frutos. (Jn. 15,6).

Nos lleva a descubrir nuestra vocación para cumplir nuestra misión.

Debe ser integral para iniciar la unidad de la vida. Abarca tres aspectos: Espiritualidad, Doctrinal y de Valores Humanos (Cristo, Iglesia, Hombre). La formación se logra a través de la comunión con los otros, la oración, el diálogo, la pobreza.
 
 

PREGUNTAS:

1.- ¿Cuál es 'a definición de formación cristiana?

2.- ¿Cuál es el objetivo de la formación cristiana?

3. - ¿Explica los tres aspectos de la formación cristiana.


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