Paso horas enteras pensando en ti,

te imagino de mil maneras,

haciendo mil cosas,

pero siempre a mi lado.

 

Día tras día camino por las calles

buscando tu rostro,

sin embargo no te puedo encontrar,

sé que estás ahí.

 

A veces hasta puedo sentir tu piel,

oler tu cuerpo y escuchar tu voz,

solo necesito cerrar los ojos y ahí estás

sonriéndome, acariciándome, mirándome...

 

También me haces reír,

me haces sentir segura y querida,

y en ocasiones me haces llorar y sufrir

pero aún así disfruto esos ratos

en los que estoy pensando en ti.

 

¿No te parece extraño? Sueño despierta,

te siento, te escucho y te huelo...

y sin embargo, aún no te conozco.

¿Dónde estás?