La Energía solar, una alternativa sostenible con un futuro prometedor :
Octubre 2001, Ayaba.com - Diario Ambiental
El sol será la fuente de energía para mil millones de personas, si los gobiernos se comprometen a crear los mercados fotovoltaicos, según el informe "Generación solar", de Greenpeace. (18/10/01).
La energía solar podría proporcionar electricidad a más de mil millones de personas, creando unos 2 millones de empleos para 2020, y alcanzar el 26% de las necesidades energéticas mundiales para 2040, según un informe publicado hoy en Berlín por Greenpeace y la Asociación Europea de la Industria Fotovoltaica (EPIA).
El informe "Generación Solar" muestra que la solar fotovoltaica tiene el potencial de hacer una gran contribución, tanto al futuro de la seguridad del suministro energético mundial como para ayudar a evitar el peligro del Cambio Climático. "Es una meta realista y factible, basada en el estado de la industria y de las oportunidades de mercado que existen en la actualidad, pero requiere un claro apoyo político de los gobiernos en todo el mundo", ha declarado Sven Teske, experto energético de Greenpeace. "Necesitamos un impulso masivo a las fuentes de energía renovables si hemos de eliminar los combustibles fósiles que amenazan nuestro clima".
"Debemos tener una clara señal de los gobiernos de que hay un compromiso político para aumentar el papel de la electricidad solar en el "mix" energético. En particular, la Comisión Europea debe asegurar que los sistemas innovadores de incentivos nacionales para la electricidad solar no sean invalidados por la política de libre competencia", ha dicho José Luis García Ortega, responsable en España del Proyecto Greenpeace Solar.
"Greenpeace pide a los gobiernos que proporcionen energía renovable a dos mil millones de las personas más pobres del mundo en los próximos diez años. Incluso usando estimaciones conservadoras, el informe demuestra que la energía solar es capaz de cubrir una gran parte de esa demanda, y crear millones de empleos a escala mundial", ha declarado Emilio Rull, de la Campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España.
La EPIA, que representa a 54 de las principales compañías solares europeas, está respondiendo a este reto intensificando su papel como impulsor mundial de la energía solar.
El informe muestra que para 2020 la producción solar mundial podría ser de 276 teravatios-hora, lo que podría igualar el 30% de las necesidades de energía de África, o el 10% de la demanda de los países europeos de la OCDE, o el 1% de la demanda mundial. Esta energía reemplazaría a la producida por 75 nuevas centrales térmicas de carbón y evitaría la emisión de 664 millones de toneladas de dióxido de carbono. La infraestructura solar tendría un valor de inversión de 75 millardos de dólares al año, y bajaría el coste de los módulos solares a 1 dólar por vatio-pico.
Para 2040, la producción solar mundial podría ser superior a 9.000 teravatios-hora, o el 26% de la demanda mundial esperada, que habría aumentado de 27.000 a 35.000 teravatios-hora. Esa producción supera la demanda combinada de los países europeos de la OCDE y de Norteamérica en 1998.
Las tecnologías renovables, que utilizan la energía no sólo del sol, sino también del viento y el agua, generan energía limpia que ni se acabará ni provocará la acumulación de gases invernadero que causan el cambio climático.
Elegir renovables en vez de combustibles fósiles es también elegir seguridad energética. Los combustibles fósiles, debido a su contribución global a la catástrofe climática, representan una fuente de energía intrínsecamente insegura, independientemente de si vienen de Alaska, el mar Caspio, Oriente Medio u otro lugar. La conversión a las renovables significaría que los países son capaces de generar sus propios suministros energéticos autóctonos, que serían fiables, dondequiera que se generasen.
Greenpeace / España.
Energía eólica, la fuente renovable que ya es alternativa:
(Tomado de mundoenergia.com)
El desarrollo alcanzado por la energía eólica en los últimos años ha permitido que esta fuente de energía renovable comience a ser competitiva frente a las convencionales. Pese a determinados obstáculos, factores como la madurez tecnológica, la liberalización del sector energético y la participación de eléctricas, fabricantes, promotores y Gobierno, han provocado que este sector presente una actividad sin precedentes.
Gamesa, el mayor fabricante de aeogeneradores de España y segundo del
mundo, compite en la bolsa frente a las grandes empresas energéticas
españolas. Imaginar esto hace treinta años, tras la crisis del
alza de los precios del petróleo, era un sueño. Hoy en día,
es una realidad que muestra el espectacular desarrollo de la energía
eólica en un entorno marcado por los altos precios de los combustibles
fósiles, las severas exigencias medioambientales y la elevada disponibilidad
de recursos renovables. A pesar de ciertos obstáculos, se conectan a
la red eléctrica parques eólicos, los fabricantes de equipos alcanzan
la madurez tecnológica, las grandes corporaciones energéticas
diversifican sus recursos de generación y áreas de negocio, los
promotores privados obtienen beneficios económicos y el Gobierno asegura
un marco normativo estable.
Crecimiento destacado
Cada vez es más corriente encontrar parques eólicos adornando
el paisaje español. Según el Instituto para la Diversificación
y Ahorro de la Energía (IDAE), la potencia instalada en España
era de 2270 Mw en 2000, algo más de lo que suministrarían dos
centrales nucleares funcionando las mismas horas del día. Teniendo en
cuenta que diez años antes apenas existían 7 Mw, la progresión
ha sido espectacular. La sucesiva puesta en marcha de instalaciones es sinónimo
de la importancia que la energía eólica empieza a cobrar en el
panorama nacional. Aunque menos del 3% de la energía generada actualmente
procede de esta fuente, es de destacar su enorme potencial para abastecer a
núcleos de población importantes. Prueba de ello son las iniciativas
de algunas comunidades autónomas de tenerla en cuenta en su estrategia
energética. Navarra es ya un ejemplo modelo, pues el 22% de la energía
que consume procede del viento, y Galicia lo será en el futuro, ya que
prevé generar el 45% del mismo modo.
Alcanzada la madurez tecnológica
En los últimos quince años la tecnología eólica
ha experimentado un considerable progreso, consolidándose comercialmente
en generadores de media potencia (unos 600 Kw) con eje horizontal y tripalas,
alta calidad de suministro eléctrico, bajo mantenimiento y vida operativa
superior a los veinte años. España ocupa un lugar destacado en
la fabricación de equipos no sólo en Europa, sino en todo el mundo.
Tres empresas, Gamesa, Ecotècnia y Made, se encuentran entre las 10 primeras
del mundo, ocupando Gamesa la segunda posición por debajo de uno de sus
accionistas, la danesa Vestas.
El impulso de la liberalización eléctrica
Expertos del sector afirman que la clave que inició el desarrollo y estimuló
la inversión privada fue la ley del sector eléctrico en los años
noventa. El llamado régimen especial establecía un marco normativo
estable que aseguraba la compra, por parte de las compañías eléctricas,
de la electricidad generada por métodos renovables. Con esta medida,
los ingresos económicos de los parques eólicos estaban garantizados.
Sector empresarial concurrido:
Los participantes en el sector (fabricantes, promotores, eléctricas y
Gobierno) han alcanzado rápidamente un amplio consenso de actuación.
Alrededor de los productores de aerogeneradores se ha desarrollado todo un importante
sector auxiliar manufacturero (álabes, engranajes, torres, sensores)
y de servicios (instalaciones, mantenimiento e ingeniería). La atractiva
rentabilidad ha animado a los inversores privados, pues el desembolso económico
es menor que en los proyectos tradicionales. Las grandes sociedades energéticas
también han aprovechado la tendencia invirtiendo en sus divisiones renovables,
como Endesa o BP. Además, el Gobierno juega un papel de intermediario
regulando y estableciendo medidas de fomento. El IDAE ha elaborado el Plan de
Fomento de las Energías Renovables siguiendo la tendencia marcada por
el Libro Blanco de las Energías Renovables de la Unión Europea.
Reducción de los costes de inversión
El coste medio por Kw instalado ha disminuido gradualmente, situándose
en 2000 en unos 900 euros repartiéndose entre los aerogeneradores (75%),
la línea y el equipamiento eléctricos (14%), la obra civil (6%)
y el proyecto y trámites administrativos (3%). El gasto de operación
representa el 3% anual de la inversión, estimándose una vida operativa
de veinte años.
Una fuente renovable desatacada
La crisis energética de los setenta provocó que la sociedad tomara
consciencia de la escasez de combustibles fósiles. Tras ella, el mundo
confió en que las fuentes renovables con mayor potencial de desarrollo
(solar, eólica y biomasa principalmente), llamadas entonces energías
alternativas, solucionaran el problema. Treinta años más tarde,
no resultó tal como se esperaba y solo la energía eólica
parece desmarcarse del grupo y comenzar a ser rentable frente a las energías
convencionales.
Necesidad de eliminar todas las barreas
Todavía existen barreras que es necesario superar durante los próximos
años. La más preocupante es la mejora de la infraestructura de
conexión eléctrica de los parques eólicos a la red. Además,
deben regularizarse los trámites administrativos entre Gobierno central,
comunidades autónomas y ayuntamientos, para la construcción de
instalaciones. Así mismo, es preciso que se aumenten los incentivos a
la investigación y al desarrollo en cuanto a tecnología se refiere.
Por último, la inclusión de los costes sociales y medioambientales
en el coste energético de los combustibles convencionales debe empezar
a plantearse en serio.
Ventajas medioambientales
Aparte de la existencia de grandes recursos eólicos, la gran ventaja
medioambiental de la energía eólica es la reducción del
efecto invernadero. Según el IDAE, 10 Mw de potencia renovable evitan
la emisión a la atmósfera de 22500 toneladas al año de
CO2, el principal causante del fenómeno atmosférico. A pesar de
ello, esta fuente también presenta inconvenientes como el impacto visual
en zonas de belleza paisajística, la alteración biológica
y geológica del entorno y ruido e impactos sobre la fauna. Aunque los
efectos positivos los compensan con creces, es frecuente que ciertos grupos
ecologistas tengan una percepción desmesurada del impacto.
Previsiones esperanzadoras:
De acuerdo con el Plan de Fomento de las Energías Renovables, existe
en España un potencial eólico técnicamente aprovechable
hoy en día de aproximadamente 15000 Mw. La previsión más
optimista, que supone una activa y efectiva política de promoción
eliminando todas las barreras, prevé un crecimiento de potencia instalada,
alcanzando los 8000 Mw en 2010. En cambio, si se continua con la política
actual, solo se alcanzarían unos 5000 Mw. De cumplirse el escenario más
positivo, la electricidad producida por esta fuente renovable podría
suponer un 8% de la producida en España incluyendo todas las fuentes
energéticas. Un colosal aumento ya que actualmente representa un 2% aproximadamente.
Una energía alternativa:
Nos encontramos ante un sector económico en expansión, estratégico,
aceptable medioambientalmente y deseado por los partidarios más radicales.
Si se eliminan todas las trabas, la energía eólica puede consolidarse
como una fuente energética al mismo tiempo renovable y alternativa.
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Wednesday, September 18, 2002 7:49 AM