“EL GRAN ILUSIONISTA”

En el subconsciente de cada persona, subsiste un espacio muy amplio llamado alma.

 

 

            En el alma se encuentran tus pensamientos, tus sentimientos y tus actitudes.

 

 

Los pensamientos, sentimientos y actitudes, pueden ser generados por una fuente ilimitada de conciencia, la cual esta en tu corazón y estos se traducen en pensamientos de paz, de armonía, de respeto y de reconciliación.

 

 

            Los que no van cargados con las características de las virtudes universales, son sin lugar a dudas generados por el gran ilusionista.

 

 

            El Gran ilusionista te hace creer lo que no es, te hace pensar en lo que no existe, sin duda es una suma de demonios psicológicos creados por nuestra propia mente y conflictuan nuestro peregrinar por este maravilloso nido azul.

 

 

            En nuestro interior, cargamos además de nuestra luz, un manojo de oscuridad, seres creados por nuestra psique, a través de todos los tiempos.

 

 

            Existen dos tipos de Demonios, Los primeros se denominan gritones y pendencieros, y los segundos dragones de la oscuridad.

 

 

            Los primeros son los que se observan a simple vista en la humanidad, como los demonios que personifican nuestra ira, envidia, pereza, gula, la murmuración, la calumnia, la falta de voluntad, la voluptuosidad, la impaciencia, la critica, etc., siendo miles de ellos en total.

 

 

            Es preciso e  impostergable su eliminación de fondo, de raíz, sin excusas ni pretextos, en el mismo momento en que salga un demonio de estos del interior de nuestra alma y se apodere de nuestra mente es una oportunidad de oro para poder eliminarlo.

 

 

Puesto que ha surgido de algún lugar de nuestro interior y solo tenemos ese instante para su eliminación.

 

 

            Observación conciente es la condición, por un momento piensa que tu no eres el que se enoja, que tu no eres el que se impacienta, que tu no eres el que critica y conviértete en un observador del demonio que se esta expresando en ese momento en ti.

 

 

            Muchas veces con solo observarlo pierde su fuerza y se elimina al instante.

 

 

Otros tantos son más poderosos que los primeros y se resistirán a morir con la simple observación.

 

 

Estos demonios hay que llevarlos al agua y al fuego para su eliminación total.

 

 

            En las mañanas y por las noches, antes de retirarte a descansar, te pido que te pongas en oración y en meditación.

 

 

Comienza por inhalar diez minutos con suavidad el aire del espacio donde estas, al inhalar mentalmente pronuncia en tu idioma el nombre de dios, la intensidad de tu respiración será de acuerdo al nombre de dios.

 

 

            Al exhalar relaja tu cuerpo de manera total, posteriormente reconoce que eres un ser divino, hijo de la divinidad y reconoce que eres un vaso de expresión perfecto donde se expresara dios.

 

 

            En seguida ve al interior de tu corazón y visualiza donde se encuentra dios, el estará ahí, siempre esperándote  en el templo del corazón.

 

 

            Ve a adorarle, solo a dios se le rinde adoración.

 

 

Posteriormente pédele a tu señor que se fusione a ti.

 

 

            Estando ya fusionado, pide con todo tu corazón, que seas trasladado a la fuente eterna de luz, a la gran fusión divina, con el gran padre madre Águila Mayor.

 

 

            Después de un tiempo de disfrutar dicha fusión, le pedimos que traslade nuestra alma al templo del agua para que limpie nuestro dios todos los residuos, suciedades, que dejaron en nuestra mente todos los demonios que se señorearon durante el día y a la noche.

 

 

             Una vez terminado este trabajo de limpieza, pedimos que seamos trasladados al templo del fuego, para que se eliminen de raíz todos los demonios que se manifestaron durante el día.

 

  

Los dragones de la oscuridad, se encuentran en lo más profundo de nuestra inconciencia y son los dragones más poderosos.

 

 

Pero aun ellos y con todo su poder son eliminados por nuestro señor, nuestro dios, cuando trabajas para Él.

Almas Gemelas Siamesas.

Por: Samael Aun Weor.