En el sol que alumbra
hasta llegar a su destino.
En la planta que lucha
por florecer a tiempo pedido.
En la hormiga
que carga un pedazo de trigo.
En la roca que es perforada
por el constante rocío.
En un niño pequeño
que a hablar ha aprendido.
En las viejas cicatrices del alma
que con el tiempo han desaparecido.
Y en Dios que en su inmenso amor,
siempre estará contigo.